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“Vivimos muy cerca de la fama, pero rara vez nos alcanza”

Martín Aguilera, más conocido como “Batero”, desde niño tomó con fuerza sus baquetas y le dio duro a los platillos. Es percusionista de grandes artistas de la movida tropical.
Domingo, 08 de julio de 2018 14:27

Martín Aguilera (35), expercusionista del Grupo Guinda, de Armando Marcelo y actualmente baterista de David Leiva, contó cómo es la vida de los músicos de los famosos.
Más conocido como el “Batero” en el ambiente de la movida tropical, desde niño tomó con fuerza sus baquetas y le dio duro al bombo, el redoblante y los platillos. 
En diálogo con El Tribuno contó cómo es la vida de los músicos que están detrás de los primeros planos, opacados por la oscuridad de los escenarios, desde donde mágicamente surge el ritmo. “Los bateristas, como otros músicos, vivimos cerca de la fama, pero ella rara vez nos alcanza”, explicó el joven músico. 
Sin embargo, aclaró que ésta es una posibilidad que no lo desvela, puesto que ejecutar el instrumento es el resultado de una elección y su verdadera pasión.

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Martín Aguilera (35), expercusionista del Grupo Guinda, de Armando Marcelo y actualmente baterista de David Leiva, contó cómo es la vida de los músicos de los famosos.
Más conocido como el “Batero” en el ambiente de la movida tropical, desde niño tomó con fuerza sus baquetas y le dio duro al bombo, el redoblante y los platillos. 
En diálogo con El Tribuno contó cómo es la vida de los músicos que están detrás de los primeros planos, opacados por la oscuridad de los escenarios, desde donde mágicamente surge el ritmo. “Los bateristas, como otros músicos, vivimos cerca de la fama, pero ella rara vez nos alcanza”, explicó el joven músico. 
Sin embargo, aclaró que ésta es una posibilidad que no lo desvela, puesto que ejecutar el instrumento es el resultado de una elección y su verdadera pasión.

El baterista en una banda suele estar escondido detrás del vocalista, el guitarrista y el bajista, sin embargo es quien le da poder y energía al espectáculo.

Para su cumpleaños 13, sus padres le regalaron una batería acústica y desde ese día fue su amiga, compañera y medio de vida. Estudió con su padrino, el reconocido percusionista salteño “Chino” Torres, “Chinato”para los más cercanos. 
“Cuando me regalaron la batería la toqué toda la mañana, la tarde y parte de la noche. Al otro día tenía la primera denuncia de los vecinos -sonríe-. Es un instrumento complicado para ensayar. Siempre surge el tema de dónde hacerlo. Por esa razón me acondicionaron el garaje de casa y ahí podía practicar medianamente, sin hacer tanto escándalo”, recordó Martín.

Del rock a la cumbia

El primer grupo que integró fue de rock and roll, con chicos de la zona sur de la capital salteña. Poco tiempo después lo hablaron para tocar en una escuela del barrio Santa Ana y enseguida lo invitaron a probarse en un grupo de cumbia. “Fue así que conocí a Rubén Escalante, el cantante de Guinda. Me sumé a ellos de adolescente y permanecí unos 15 años acompañándolos en los escenarios. Fue una experiencia increíble”, aseguró.
El baterista salteño recordó, además, que participó de giras por toda la Argentina y países vecinos. También fue percusionista de Armando Marcelo y posteriormente se sumó al ídolo norteño David Leiva, con quien continúa hasta la actualidad.
Los bateristas son esas personas que suelen ejecutar magistralmente un instrumento y hacen que los shows y las canciones brillen en todo su esplendor, pero que solo muy de vez en cuando reciben un tibio aplauso cuando el cantante o el animador los presenta. La gente muchas veces no tiene idea de quiénes son. 

Familia de artistas

Martín es sobrino de la estrella de Hollywood salteña Cástulo Guerra, quien actuó con Brad Pitt, Julia Roberts y Arnold Schwarzenegger, entre otros. Su hermana menor, Daniela, es una apasionada de la literatura inglesa.
El Batero, quien vive desde hace muchos años en Cerrillos, es gerente de una concesionaria y divide su tiempo entre los salones de venta de automóviles y los escenarios. 
“La música es mi pasión, pero soy consciente de que es complicado. Hoy te puede ir muy bien y mañana no sabes, por eso de lunes a viernes me dedico a mi trabajo en una agencia de autos y los fines de semana dejo el traje y me subo a los escenarios para darle duro a la batería, que también me deja réditos económicos. Así me va bien”, explicó.
La batería es la que dirige la banda en cuanto al ritmo, al “tempo” como se dice técnicamente.

En cuanto a sus particularidades frente a la “bata”, Martín resaltó: “A mí me gusta jugar con los extremos, desde los muy graves en los tones y el bombo hasta los agudos más agudos en los redoblantes”.

Su admiración más profunda la tiene por bateristas como Phil Collins, a nivel internacional, y por virtuosos nacionales como Charly Alberti (Soda Stereo), Oscar Moro (Los Gatos, Serú Girán), Gustavo Collado (ex La Sobrecarga y Divididos), “Chinato” Torres, entre otros grandes.Pese a dedicarse a la música tropical, tiene un lugar importante reservado para dos géneros que también lo hacen vibrar: el rock y el folclore.
En cuanto a sus sueños, contó: “Ya me di el gusto de salir en televisión, grabar un video, estar en youtube, tocar en teatros, grandes escenarios y acompañar a importantes artistas. Hoy mi gran sueño es que mi hijo toque la batería. Con tan solo cinco añitos “Pipi” ya tiene su bombo y su timbal. Lleva muy adentro el ritmo y los compases de la percusión. Ojalá un día se vuelque a la ‘bata’ y llegue a ser respetado y reconocido”.


 

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