Fernando Espinoza, el árbitro que dirigió este domingo el clásico entre Huracán y San Lorenzo en Parque Patricios, aseguró que en el entretiempo del partido “entraron más de 20 personas” del equipo local a su vestuario “entre dirigentes y el presidente (Alejandro Nadur)”.
“Son cosas que van a quedar en el informe”, afirmó Espinoza en declaraciones televisivas mientras se retiraba del campo de juego una vez finalizado el encuentro que el globo ganó por 2 a 0.
El primer tiempo terminó en medio de un clima caliente debido a las protestas de los futbolistas de ambos equipos por acciones polémicas en las que recriminaban los fallos de Espinoza.
En ese sentido, a los 42 minutos, todo Huracán reclamó penal por un agarrón de Bruno Pittón a Juan Garro, mientras que San Lorenzo pidió tarjeta roja para Carlos Araujo por un golpe en el rostro de Héctor Fértoli.
Luego llamó la atención la demora para iniciar el segundo tiempo, que superó los 20 minutos, cuando reglamentariamente deben ser 15.
El desarrollo del clásico tuvo momentos de mucha tensión, con numerosas infracciones y protestas, lo que se vio reflejado en las 13 tarjetas amarillas que mostró Espinoza.
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Fernando Espinoza, el árbitro que dirigió este domingo el clásico entre Huracán y San Lorenzo en Parque Patricios, aseguró que en el entretiempo del partido “entraron más de 20 personas” del equipo local a su vestuario “entre dirigentes y el presidente (Alejandro Nadur)”.
“Son cosas que van a quedar en el informe”, afirmó Espinoza en declaraciones televisivas mientras se retiraba del campo de juego una vez finalizado el encuentro que el globo ganó por 2 a 0.
El primer tiempo terminó en medio de un clima caliente debido a las protestas de los futbolistas de ambos equipos por acciones polémicas en las que recriminaban los fallos de Espinoza.
En ese sentido, a los 42 minutos, todo Huracán reclamó penal por un agarrón de Bruno Pittón a Juan Garro, mientras que San Lorenzo pidió tarjeta roja para Carlos Araujo por un golpe en el rostro de Héctor Fértoli.
Luego llamó la atención la demora para iniciar el segundo tiempo, que superó los 20 minutos, cuando reglamentariamente deben ser 15.
El desarrollo del clásico tuvo momentos de mucha tensión, con numerosas infracciones y protestas, lo que se vio reflejado en las 13 tarjetas amarillas que mostró Espinoza.