Unas 250 personas viven en la comunidad San Miguel, a 35 kilómetros al sur de Santa Victoria Este. Ahí, en medio del polvo y los algarrobos, lanza alaridos la pobreza. Sin luz, sin agua, sin monte, comer la carne de algún caraguay desprevenido quizás sea la única esperanza que les queda si no fuera por el amor de algunos seres increíbles que llegan hasta ahí como Melquíades, el gitano que asombraba a Macondo con la lupa, el hielo y la alquimia en los relatos de García Márquez en "100 años de soledad". Débora Olivera y Daniel Pereira viajan al menos dos veces al año desde Salta para asombrar a los wichis de San Miguel con su filantropía, con sus bolsas de ropa, de comida y herramientas para los más vulnerables de la cadena social, olvidados por los poderosos, ignorados por los gobiernos, desafortunados en el reparto de la suerte. Llevan hasta el impenetrable el amor de cada anónimo donante para estos hermanos que agradecen con silenciosa alegría. Y eso los hace llorar... y volver, siempre volver para ayudar. Por eso convocaron una vez más a la campaña solidaria Navidad en la comunidad San Miguel, que pretende recordarles a los hermanos del árido chaco salteño que no están solos. Gracias a los aportes solidarios de los salteños, que podrán realizar hasta el 20 de diciembre en Juramento 34, casa de FM Capital, en la ciudad de Salta, o llamando a los teléfonos 387 5429014 y 387 5429021, la mesa de estas familias tendrá un sentido en la Nochebuena.
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Unas 250 personas viven en la comunidad San Miguel, a 35 kilómetros al sur de Santa Victoria Este. Ahí, en medio del polvo y los algarrobos, lanza alaridos la pobreza. Sin luz, sin agua, sin monte, comer la carne de algún caraguay desprevenido quizás sea la única esperanza que les queda si no fuera por el amor de algunos seres increíbles que llegan hasta ahí como Melquíades, el gitano que asombraba a Macondo con la lupa, el hielo y la alquimia en los relatos de García Márquez en "100 años de soledad". Débora Olivera y Daniel Pereira viajan al menos dos veces al año desde Salta para asombrar a los wichis de San Miguel con su filantropía, con sus bolsas de ropa, de comida y herramientas para los más vulnerables de la cadena social, olvidados por los poderosos, ignorados por los gobiernos, desafortunados en el reparto de la suerte. Llevan hasta el impenetrable el amor de cada anónimo donante para estos hermanos que agradecen con silenciosa alegría. Y eso los hace llorar... y volver, siempre volver para ayudar. Por eso convocaron una vez más a la campaña solidaria Navidad en la comunidad San Miguel, que pretende recordarles a los hermanos del árido chaco salteño que no están solos. Gracias a los aportes solidarios de los salteños, que podrán realizar hasta el 20 de diciembre en Juramento 34, casa de FM Capital, en la ciudad de Salta, o llamando a los teléfonos 387 5429014 y 387 5429021, la mesa de estas familias tendrá un sentido en la Nochebuena.
"Quería contarle a la gente que siempre nos da una mano y está presente en todo sentido de la palabra presente, que si Dios nos permite cumplir este propósito, estaremos el 23 de diciembre en Santa Victoria Este para pasar la fiesta de Navidad con los hermanos de las comunidades de Santa Victoria II y del paraje San Miguel", invitó Daniel con su impronta de soñador que sabe cumplir hazañas en lugares que pocos quisieran visitar... ¿Quién levanta la mano para emprender un viaje de Navidad al mismísimo infierno de calor y de pobreza? "Sabemos y conocemos sus necesidades pero también estamos conscientes de que Papá Noel nunca llega hasta esas comunidades, y la idea es despertarles una ilusión a esos niños wichis que son iguales que todos los niños pero sin las mismas oportunidades", remarcó Pereira, quien desafiará 45 ´C y se pondrá el traje de Papá Noel una vez más.
Agregó: "Por eso para esta campaña solidaria estamos pidiendo juguetes, golosinas, leche, chocolate, pan de Navidad, budines y azúcar. Cada donación es imprescindible y todo suma porque es mucha la gente que vive en las comunidades y que nos esperan ilusionados con el aporte solidario de los salteños".
El verdadero responsable de gestionar el bienestar de estas comunidades es el hasta ahora intendente de Santa Victoria Este, Moisés Balderrama, quien brilló por su despiadada indiferencia. Quizás por eso le llegó el castigo de las urnas con el triunfo del cacique wichi Rogelio Nerón, quien fue elegido intendente con más del 45% de votos. Nerón le anunció a este diario que su gabinete será de originarios y tendrá un consejo de caciques y ancianos a modo de reivindicar la vida de la gente en esa inhóspita comuna.