Un cambio de timón, en un país sin rumbo

Fue un hecho más dentro de un año políticamente convulsionado y en un país que busca una nueva vuelta de timón, en lo que sea. Las elecciones de ayer en Boca para elegir al sucesor de Angelici y poner fin a 24 años de macrismo en el mundo xeneize, marca un antes y un después, sobre todo luego de la fatídica final de Copa Libertadores de 2018 frente al eterno archienemigo, River, y que hoy, casualmente, festeja un año del triunfo en el Viejo Continente, en la final más larga de la historia de la copa.Pero como en esa final tan “manoseada” por los distintos actores, ayer no fue diferente en los comicios boquenses.Ídolos que le hicieron ganar la elección a un cuestionado expresidente, denuncias de fraude y chicanas permanentes, en medio de un récord de votantes, fue el agitado domingo en el Mundo Boca.A partir de hoy las promesas electorales deberán mostrar la ampliación de la Bombonera, el regreso del equipo a la elite internacional y la incorporación de un técnico y jugadores a la altura del equipo más popular. Pero esto es Boca,... y esto es Argentina.