La vorágine exitista y la urgencia de resultados en el fútbol argentino, donde el apuro “mata” a los proyectos, se “comió” al director técnico número 15 de la temporada en la Superliga. Mariano Echeverría renunció ayer en forma indeclinable a su cargo de entrenador de Tigre, agobiado por el promedio de cara a la permanencia en el torneo de Primera División, a siete fechas del final.
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La vorágine exitista y la urgencia de resultados en el fútbol argentino, donde el apuro “mata” a los proyectos, se “comió” al director técnico número 15 de la temporada en la Superliga. Mariano Echeverría renunció ayer en forma indeclinable a su cargo de entrenador de Tigre, agobiado por el promedio de cara a la permanencia en el torneo de Primera División, a siete fechas del final.
Actualmente, el “Matador” de Victoria se encuentra en zona de descenso, sólo por encima de San Martín de Tucumán, equipo que divide por una sola temporada en la tabla de promedios.
Es el primer DT que abandona su cargo en el 2019, mientras que Blengio volverá a estar como interino, como cuando dirigió al equipo en el 0-0 frente a Independiente por la séptima fecha, tras la salida de Christian Ledesma.
Echeverría se convirtió en el decimoquinto técnico que dejó su cargo en la actual Superliga, después de Lucas Bernardi (Belgrano), Rubén Forestello (San Martín de Tucumán), Christian Ledesma (Tigre), Claudio Biaggio (San Lorenzo), Walter Coyette (San Martín de San Juan), Juan Pablo Pumpido (Patronato), Alfredo Berti (Argentinos), Ezequiel Carboni dos veces (Lanús y Argentinos), Eduardo Domínguez (Colón), Guillermo Barros Schelotto (Boca), Diego Davobe (Godoy Cruz), Julio César Falcioni (Banfield), Omar De Felippe (Newell’s) y Gustavo Alfaro (Huracán).