El vicegobernador y exintendente de Salta capital, Miguel Ángel Isa, admitió abiertamente que el Estado entrega cargos por afinidad política a personas que no necesariamente cumplen con la idoneidad que se requiere para el puesto. El funcionario hizo esta confesión en un programa televisivo esta semana, aunque ya en diciembre había blanqueado que esta es la manera en que maneja el empleo público.
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El vicegobernador y exintendente de Salta capital, Miguel Ángel Isa, admitió abiertamente que el Estado entrega cargos por afinidad política a personas que no necesariamente cumplen con la idoneidad que se requiere para el puesto. El funcionario hizo esta confesión en un programa televisivo esta semana, aunque ya en diciembre había blanqueado que esta es la manera en que maneja el empleo público.
"Otro de los errores que considero que se han cometido, y que los hemos cometido obviamente, es la superpoblación en los Estados, o sea, convertir al estado en el mayor empleador y jubilar jóvenes a los 21 años. Los jubilamos dándoles un puesto porque la madre trabajó en la campaña", afirmó Isa en el programa La Otra Campana.
Incluso reconoció expresamente haber recurrido a estas prácticas. "Pero todos lo hicimos en la política. Son nombramientos a cargo político y algunos después quedan de planta permanente porque cambian de sector y se van quedando", manifestó.
"Jubilados"
En una entrevista que publicó El Tribuno el 23 diciembre, Isa había anunciado sus intenciones de ser candidato a gobernador de la provincia y ya había dicho que para él era normal nombrar a personas que carecen de formación.
"Nosotros jubilamos gente a los 21 años: por compromisos políticos, los nombramos sin capacitación y ahí se quedan hasta que se jubilan. Así, el presupuesto para salarios vuela por las nubes", afirmó en esa oportunidad.
Isa reconoció además que esa es la forma en la que se contrató a una cantidad excesiva e innecesaria de personal en diferentes áreas del Estado.
Explicó que muchos empleados entran con cargos políticos otorgados "a dedo" y luego quedan como trabajadores efectivos en la planta permanente.
Agregó que algunos empleados aprovechan el cargo para progresar, capacitarse, estudiar y crecer, pero que otros "simplemente cumplen el rol de jubilados y van pasando de lado a lado. Esos hacen un Estado pesado, poco efectivo y poco dinámico", sostuvo.