Pescadores, lugareños, propietarios de quinchos del lugar y miembros del Club Defensores 20 de Febrero de Pesca y Caza de Metán, aseguran que la terrible mortandad de peces que se produjo el mes pasado en dique El Tunal, se debió a una grave faltante de agua.
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Pescadores, lugareños, propietarios de quinchos del lugar y miembros del Club Defensores 20 de Febrero de Pesca y Caza de Metán, aseguran que la terrible mortandad de peces que se produjo el mes pasado en dique El Tunal, se debió a una grave faltante de agua.
Miles de sábalos, bogas, bagres, dorados y dentudos aparecieron muertos en las costas del lago, en una postal para el olvido, con un daño irreparable a la fauna ictícola de la zona.
La Policía de la Provincia recogió algunas de las especies afectadas, que fueron revisadas por un veterinario, quien concluyó que fenecieron debido a la detonación de explosivos. Sin embargo, esa versión fue cuestionada debido a la magnitud de la mortandad y al histórico faltante de agua.
"Cuando se produjo la lamentable muerte de los peces el dique bajó en su nivel dos metros de un día para el otro. A esto se sumó que el agua estaba muy caliente debido a las altas temperaturas que hubo en esos días, lo que provocó la falta de oxígeno. Eso los mató", aseguró, Federico Mahmud, secretario del club de caza y pesca 20 de Febrero, de Metán.
La versión de Mahmud es respaldada por dueños de quinchos de la zona y pescadores, quienes informaron que aparecieron especies muertas en toda la costa alrededor del dique e incluso en la compuerta de salida de la central hidroeléctrica, donde renace el emblemático río Juramento. Sostienen que para provocar semejante mortandad de peces tendrían que haber arrojado una gran cantidad de explosivos y no se escucharon detonaciones en esa escala.
"No creemos que la muerte de miles de pescados se haya producido por explosivos, porque había especies por todos lados. Fue terrible lo que pasó. Lo peor es que el agua se fue contaminando por la descomposición de los peces y la gran cantidad de barro podrido, con un olor insoportable, debido a la bajante del agua", dijo el pescador Mahmud.
Esperan que no se repita
Si bien el nivel de agua del dique se está recuperando, los miembros del club metanense, los pescadores, ambientalistas y lugareños, esperan que esta situación no se repita.
Informó que la grave situación producida por la aberrante mortandad de peces en el dique El Tunal fue informada a los legisladores del departamento, para que tomen cartas en el asunto.
El secretario del club de pesca confirmó que todos los años durante el verano el dique tiene poca agua.
"Pero le sacaban el agua en forma gradual no como hicieron en esta oportunidad, porque ya tenía poca y encima le quitaron dos metros en forma repentina y eso provocó un desastre", dijo Mahmud.
Así mismo, advirtió que: "Lo que ocurre es que necesitan enviar gran cantidad de agua para beneficiar a fincas de Anta; y nadie controla esto".
Dijo que luego del desastre "especialistas de la Provincia vinieron a tomar muestras de agua, pero estamos esperando que nos informen sobre los resultados".
La Lacustre no tiene lanchas
A esto se suma que actualmente la Policía Lacustre de El Tunal, que tiene su base en inmediaciones del dique, no cuenta con una lancha ni con un gomón para realizar controles, ni para actuar en caso de emergencias.
"Hay mucha pesca ilegal en la zona, sobre todo en la parte conocida como la "cola" del dique, donde siguen sacando gran cantidad de peces con fines comerciales, para lo que utilizan redes y otros elementos", enfatizó el miembro del club.
"Lo que nos preocupa es que la Lacustre no cuente con una lancha. Nosotros colaboramos con lo que podemos y algunos socios prestaron sus embarcaciones. Pero así no pueden trabajar ni controlar. Por ejemplo, cómo podrían accionar si se ahoga alguna persona o tienen que ir a rescatar a alguien de las embarcaciones que navegan a diario en el dique", dijo Mahmud.
Pero hay otro agravante y es que el único móvil policial con el que cuenta esa división especial, permanentemente tiene desperfectos mecánicos.