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Se hará en Salta el Congreso Internacional de Dislexia

El encuentro será el 12 y 13 de abril, en el hotel Alejandro I. Las inscripciones siguen abiertas para profesionales, docentes y padres de niños con esta condición.
Domingo, 31 de marzo de 2019 00:34

En dos semanas se realizará por primera vez en Salta el Congreso Internacional de Dislexia, al que se espera que concurran unas 500 personas. El encuentro será el viernes 12 de abril, de 18 a 21, y el sábado 13, de 9 a 18, en el hotel Alejandro I (Balcarce 252). Con esta actividad, se busca informar a la sociedad en general sobre esta condición, que tiene entre el 10 y el 15 por ciento de la población y que está amparada por una ley nacional.

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En dos semanas se realizará por primera vez en Salta el Congreso Internacional de Dislexia, al que se espera que concurran unas 500 personas. El encuentro será el viernes 12 de abril, de 18 a 21, y el sábado 13, de 9 a 18, en el hotel Alejandro I (Balcarce 252). Con esta actividad, se busca informar a la sociedad en general sobre esta condición, que tiene entre el 10 y el 15 por ciento de la población y que está amparada por una ley nacional.

El congreso está destinado a profesionales psicopedagogos, fonoaudiólogos y psicólogos que estén interesados en esta problemática; directivos de escuela, docentes y padres que tengan hijos con dislexia. Para inscribirse, hay que ingresar al sitio www .dislexiasalta.com.ar y para obtener descuentos grupales, escribir a reitighconsul tora@gmail.com.

La actividad otorga puntaje docente y los participantes recibirán certificados por correo electrónico. El congreso es organizado por Potenciate, un grupo de psicopedagogas que trabajan en Salta, junto con la consultora Réitigh.

Los disertantes del encuentro serán Gustavo Abichacra, médico pediatra en la Universidad del Salvador y presidente de la Asociación de Dislexia y Familia (Disfam) Argentina; Ruth Rozensztejn, licenciada en Psicología en la Universidad de Buenos Aires, con especialidad en Gestión de Servicios Sociales; Rufina Pearson, doctora en Psicopedagogía en la Universidad Católica Argentina; Liliana Fonseca, licenciada en Psicopedagogía y magíster en Psicología Cognitiva y Aprendizaje, y Florencia Salvarezza, directora del Departamento de Lenguaje del Instituto de Neurología Cognitiva (Ineco) y coordinadora de la Clínica de Dislexia.

Durante las jornadas se trabajará sobre qué es la dislexia, concepto y áreas cerebrales implicadas; origen de la dificultad y cómo detectarla tempranamente; precursores de la dislexia; cómo enseñar en las aulas a chicos con dislexia; intervenciones específicas que puede hacer el docente en las aulas; dislexia y trastornos del lenguaje, detección y diagnóstico diferencial; tratamiento específico, herramientas para los docentes para el trabajo dentro del aula; nuevas tecnologías: implementación en el aula y en la vida cotidiana.

Legislación propia

La Ley nacional 27.306, sancionada en octubre de 2016, declaró de interés nacional el abordaje integral e interdisciplinario de quienes presentan dificultades específicas del aprendizaje (DEA), entre las que está la dislexia. En diciembre del mismo año, Salta adhirió a esta normativa, que regula cómo se debe intervenir en los casos en que haya una DEA, tanto desde lo pedagógico como desde lo sanitario.

La licenciada en Psicopedagogía Francisca Isasmendi, quien se dedica a trabajar la dislexia y las dificultades de aprendizaje, es una de las organizadoras del congreso y comentó a El Tribuno que buscan difundir más esta ley, ante la falta de información que detectaron: "Hay gente que se sigue manejando con parámetros antiguos, como que el chico no quiere aprender porque es vago o porque tiene problemas en su familia; quizás no es por eso, sino porque tiene una dificultad de aprendizaje". La profesional señaló que estas dificultades quedaban sin ser vistas o medio ocultas "porque el chico no tenía discapacidad intelectual pero sí, una dificultad para aprender específica".

Reconoció que aún hay muchos docentes que no saben que existen estas problemáticas, ni cómo se pueden detectar o tratar: "Cuando nosotras, como psicopedagogas, vamos a las instituciones escolares, nos damos cuenta de que no hay conocimiento de cómo trabajar con estos chicos. Entonces, quizás quedan a la deriva y fracasan escolarmente porque no se les da la atención y los accesos que necesitan".

Explicó que los niños y las niñas con dislexia aprenden de manera diferente y que necesitan que su maestro o la escuela les brinden accesos diferentes, "que no son muchos pero que cambian la manera en que aprenden".

Qué es la dislexia

Isasmendi dijo que la dislexia es una condición, en la cual el cerebro está conformado de tal manera que aprende de modo distinto: "Estas personas tienen una dificultad para procesar los símbolos escritos, las letras, y deben aprender a vivir con eso durante toda la vida". Aclaró que esto solo determina el área de la lectura y la escritura. El origen de esta condición es neurobiológico y genético: "Se corrobora con áreas cerebrales que mínimamente funcionan de forma disfuncional. Se trata de chicos inteligentes que, en un área muy chiquita del cerebro, presentan esta dificultad a nivel de funcionamiento, pero no estructuralmente". Agregó que la dislexia tiene un componente hereditario y que hay una predisposición bastante alta a heredarlo.

Se calcula que entre un 10 y un 15 por ciento de la población tiene esta condición y, entre los trastornos de aprendizaje, es uno de los que tiene más prevalencia. "En una clase puede llegar a haber dos o tres chicos con dislexia. Por eso, es tan importante estudiarlo", observó.

Para tratar la dislexia, se usan programas específicos probados por evidencia científica que mejoran la condición. Isasmendi aseguró que el tratamiento es efectivo cuando se interviene a tiempo: "Si se lo detecta tempranamente, en primero o en segundo grado, tiene altas posibilidades de compensación. El cerebro reacciona positivamente para compensar lo que es disfuncional. Lo ideal sería diagnosticarlo a los 6, 7 u 8 años de edad".

La profesional alertó que "hay que actuar preventivamente, más que remedialmente" y que "cuanto más se espera, es peor". Por eso, ante la mínima duda es recomendable hacer la consulta y descartar: "Es mucho mejor intervenir tempranamente a esperar hasta que el chico fracase porque entonces quizás ya esta dañada su autoestima porque quizás piensa que no puede, que es tonto, que no es inteligente".

 

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