Llego a Salta con la sensación de visitar quizás algo más que solo una provincia. Quiero visitar la Salta que cada año atrae a miles de turistas, con sus maravillosas quebradas. La Salta de sus vinos y de los productos típicos, de su gastronomía y sus artesanías. Quiero admirar la Salta de los monumentos que dan testimonio de su importante historia.
Y, por supuesto, como representante de mi país en la Argentina me siento muy contento de visitar la Salta italiana. La provincia que desde siempre ha tenido profundos vínculos con Italia. En esta tierra en donde combatió el General Belgrano, descendiente de italianos de la Liguria, vive una gran comunidad trabajadora italiana de más de 3.500 personas a quienes se les ha reconocido la ciudadanía italiana y en la cual la Sociedad Italiana sigue estando activa desde hace casi 140 años.
Es una comunidad que, idealmente, es mucho más grande incluyendo también a los demás descendientes de italianos que, como arquitectos, empresarios, artistas e intelectuales, han contribuido y contribuyen, con su trabajo, al desarrollo económico y social de la provincia.
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Llego a Salta con la sensación de visitar quizás algo más que solo una provincia. Quiero visitar la Salta que cada año atrae a miles de turistas, con sus maravillosas quebradas. La Salta de sus vinos y de los productos típicos, de su gastronomía y sus artesanías. Quiero admirar la Salta de los monumentos que dan testimonio de su importante historia.
Y, por supuesto, como representante de mi país en la Argentina me siento muy contento de visitar la Salta italiana. La provincia que desde siempre ha tenido profundos vínculos con Italia. En esta tierra en donde combatió el General Belgrano, descendiente de italianos de la Liguria, vive una gran comunidad trabajadora italiana de más de 3.500 personas a quienes se les ha reconocido la ciudadanía italiana y en la cual la Sociedad Italiana sigue estando activa desde hace casi 140 años.
Es una comunidad que, idealmente, es mucho más grande incluyendo también a los demás descendientes de italianos que, como arquitectos, empresarios, artistas e intelectuales, han contribuido y contribuyen, con su trabajo, al desarrollo económico y social de la provincia.
Antecedente
Italianos como Aristene Papi, que abrió la primera escuela de dibujo artístico e industrial, como Antonio Ravizza, quien en 1891 introdujo la primera bicicleta en Salta y como el “tano” Luis Giorgi, el “Miguel Ángel argentino salteño”, arquitecto y autor de las iglesias más importantes de Salta.
Es una Italia que quiere participar no solo del pasado sino también del futuro de esta lindísima provincia. En Salta, instituciones como la Sociedad Dante Alighieri y la Escuela Bilingüe enseñan el italiano y preparan a los estudiantes para obtener diplomas reconocidos a nivel internacional.
Las principales universidades de Salta colaboran con ateneos italianos y desde Italia han llegado misiones arqueológicas y etnológicas para valorizar el patrimonio histórico, cultural y natural de la provincia, como los Valles Calchaquíes.
En lo económico en el 3er. trimestre 2018, Italia fue el segundo país de la Unión Europea destinatario de las exportaciones salteñas.
Todo eso y muchas más ideas, iniciativas y oportunidades las vamos a poner en el marco de ItaliaEn24, una nueva herramienta que -al igual que a las otras 23 provincias argentinas- Italia brinda a Salta y a sus empresas para presentar y valorizar sus características típicas y justamente las oportunidades que la Provincia quiera ofrecer al Sistema Italia en los sector de interés común.
Ya lo hicimos con las provincias de Misiones, Santa Fe, y Buenos Aires, y estamos listos para hacerlo con Salta.
Con el gobernador Urtubey discutiré diferentes opciones para organizar la Jornada de Salta en la Embajada italiana generando interés para las empresas, universidades y centros culturales italianos con el objetivo de buscar más comercio, más colaboración científica, más intercambios culturales.
Lo mismo haré en mis encuentros en la Universidad Católica, donde queremos aún más espacio para la enseñanza de la lengua y de la cultura italiana, y finalmente con la magnífica colectividad italiana, a la que daré un mensaje de reconocimiento al compromiso y al sacrificio con los cuales las familias llegadas desde Italia supieron insertarse y transformarse, con el tiempo, en un importante componente de la economía, de la cultura y de la sociedad civil de esta maravillosa provincia.
Gracias Salta por recibirme y espero volver a Buenos Aires como italiano un poco más salteño.