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El censo de árboles, a la espera de fondos para pagar a censistas

Por ahora, solo se anotaron 10 estudiantes de Recursos Naturales y Medio Ambiente. La UNSa y la Municipalidad aún no armaron el protocolo para el relevamiento.
Sabado, 20 de abril de 2019 00:04

El censo de árboles, que se esperaba que comenzara en marzo, aún está en veremos. Esto será hasta que desde el municipio Capital confirmen que habrá incentivos económicos para los estudiantes de la Universidad Nacional de Salta (UNSa) que lleven adelante el relevamiento. Aún no se hizo el protocolo específico que se había planteado en diciembre último, cuando el municipio firmó un convenio marco con la casa de estudios.

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El censo de árboles, que se esperaba que comenzara en marzo, aún está en veremos. Esto será hasta que desde el municipio Capital confirmen que habrá incentivos económicos para los estudiantes de la Universidad Nacional de Salta (UNSa) que lleven adelante el relevamiento. Aún no se hizo el protocolo específico que se había planteado en diciembre último, cuando el municipio firmó un convenio marco con la casa de estudios.

Consultado sobre los avances del censo, el vicedecano de la Facultad de Ciencias Naturales de la UNSa, Carlos Herrando, contó a El Tribuno que durante una reunión que hubo entre autoridades de la facultad y funcionarios municipales se acordó, sobre la base de experiencias anteriores, que era necesario que las personas que hicieran el relevamiento tuvieran una retribución monetaria: "Cuando hablamos el año pasado con ellos, dijimos que los alumnos necesitaban un incentivo para abandonar sus estudios para hacer ese trabajo". Aseguró que siguen esperando la respuesta de la comuna por este tema.

"No sería realizable, si no hubiera un incentivo económico", planteó el vicedecano. "Había un consenso de que eso era necesario. Estamos a la espera de que la Municipalidad nos haga la propuesta o lo consensuemos o lo diagramemos".

En aquel encuentro también se habría hablado sobre la logística necesaria para trasladar a los estudiantes a los barrios y para que, cuando hiciera falta, tuvieran el apoyo de móviles y de personal policial. El vicedecano reconoció que "son cuestiones que se lanzaron a la mesa pero no está escrito".

Según contó Herrando, la única escuela que abrió una convocatoria para realizar el censo fue la de Recursos Naturales y Medio Ambiente, en la que se anotaron solo 10 estudiantes. En el relevamiento participarían también las escuelas de Biología y de Agronomía. "No hubo atracción por parte de los alumnos porque, en general, el interés era que dejarían de estudiar para hacer este trabajo. Eso marca la poca factibilidad de llevarlo adelante, porque con 10 chicos no se hace el censo de arbolado público de toda la ciudad", explicó.

El profesor analizó que, como no hubo una propuesta de incentivo por parte de la comuna, no está completo el protocolo de trabajo específico para avanzar con el censo forestal. "Las escuelas están esperando que la Municipalidad les conteste si va a haber o no un incentivo, porque con 10 alumnos no se hace nada", advirtió.

Herrando dijo que debe haber turnos rotativos ya que cada estudiante trabajará durante 4 horas diarias: "Es una logística interesante e importante porque tiene que ser en continuo, con alumnos que roten. Tiene que haber una organización para trasladarlos. No pueden ir solos. Mientras uno llena el dato en el teléfono, el otro le dice la información. Es un trabajo de a dos, por lo menos".

Respuesta oficial

En relación con los fondos para los censistas, la subsecretaria de Desarrollo Ambiental Sustentable de la Municipalidad, Irene Soler, dijo a El Tribuno que el secretario de Ambiente y Servicios Públicos, Gastón Galíndez, les dio el aval y que se encargaría de tramitarlos ante el Ejecutivo municipal.

La funcionaria planteó que, por cómo está formulado el convenio marco, se podría trabajar con el censo sin hacer un protocolo específico, como se había acordado.

Soler señaló que el relevamiento empezará cuando se resuelva una contratación que se necesita para cargar los datos recopilados a internet: “Creemos que va a ser en el lapso de un mes. Esperamos que sea así. Esos plazos exceden a nosotros. Tiene que ver con Contratación”.

Según explicó la subsecretaria, cuando se defina este trámite, capacitarán a los estudiantes en el uso de la aplicación con la que se hará el censo forestal. 

Luego, habrá otra capacitación para que los universitarios identifiquen las especies que más se usan en arbolado urbano y las patologías de los forestales. Además de esta información, al hacer el relevamiento deberán asentar el diámetro a la altura del pecho del árbol, si necesita intervención y de qué tipo o si debe ser reemplazado. 

Soler contó que los estudiantes inscriptos para hacer el censo forestal se organizarán en grupos de entre 15 y 30 personas, que serán acompañadas por personal municipal. Estimó que el trabajo durará entre seis meses y un año.

Fuera de término

El 7 de diciembre del año pasado, el municipio Capital firmó un convenio marco con la UNSa para que estudiantes de la Facultad de Ciencias Naturales hicieran sus prácticas profesionales supervisadas en el ámbito de la Secretaría de Ambiente y Servicios Públicos. Los meses siguientes, las autoridades de la comuna y de la universidad pública deberían delinear un protocolo específico para el relevamiento de árboles.

A fines de 2018, se esperaba que el censo comenzara en marzo, cuando empezaran las clases en la UNSa y que se hiciera a lo largo de los dos cuatrimestres universitarios. Habría 20 celulares con conexión a internet, cámara de fotos y la aplicación Salta Activa. Estos equipos permitirían georreferenciar cada árbol que hay en la ciudad, que quedaría registrado de manera instantánea en el sistema digital del municipio. Así, se podrían tomar decisiones a medida que se fueran relevando las zonas.

Una demora de más de 20 años 

En 1997, se aprobó la ordenanza que exige la realización de un censo forestal.

El artículo 21 de la ordenanza 7.060, de 1997, ordena a la Municipalidad de Salta realizar “un censo forestal cada cinco años durante la primavera y el verano, con la finalidad de obtener la información necesaria en cuanto a altas, bajas, desarrollo vegetativo, estado sanitario, podas, tamaño de cazuela, tipo de especie y, en general, toda actividad de seguimiento tendiente a lograr la preservación del arbolado público existente y el incremento en los lugares que no existan, cuidando siempre la estética”.

Recién en 2012, durante la gestión del entonces intendente Miguel Isa, el municipio intentó cumplir con la normativa, a través de un convenio con la UNSa. Sin embargo, no se logró el objetivo esperado porque, según supo El Tribuno, el relevamiento se hizo de manera incompleta, faltó identificación de especies arbóreas y la información que se obtuvo no fue lo suficientemente confiable como para decidir políticas públicas. 

Diagnóstico necesario

El actual director del Vivero Municipal, el ingeniero agrónomo Héctor Gallo, fue uno de los autores, junto con la ingeniera agrónoma Vivian Graciela Ferreyra, de la ordenanza 7.060, que exige que se haga el censo forestal. “Nunca se pudo hacer, por motivos políticos o económicos”, lamentó al hablar con El Tribuno . 

Gallo opinó que sería bueno que se concretara este año el relevamiento porque se trata del único elemento diagnóstico para proyectar a futuro la política municipal de arbolado en Salta: “Hay material, están los chicos. En seis meses se puede terminar y, a partir de ahí, planificar debidamente el arbolado de la ciudad”.

El director del vivero advirtió que, si no se hace el censo, no se sabe lo que se debe producir en el invernadero. “Lo hacemos a ojo de buen cubero, lo que tiene un muy bajo sustento técnico”, dijo. 

Consideró que, sin el diagnóstico, no se puede planificar de manera seria a futuro: “Es fundamental que se haga para saber dónde estamos parados y las políticas que va a tener el municipio con el arbolado de la ciudad en los próximos 20 años”. Analizó que esto implicaría una política de Estado municipal a cuatro, cinco o más intendencias: “La política lo tiene que abrazar como una herramienta invalorable para el beneficio de la ciudad”.

La subsecretaria de Desarrollo Ambiental de la Municipalidad, Irene Soler, valoró que, con los datos del censo, se podrían hacer previsiones económicas sobre las inversiones que requiere “un arbolado urbano serio y que dure la mayor cantidad de tiempo posible”. “Tenemos una idea general, pero que no está sustentada en datos concretos de toda la ciudad”, afirmó.

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