Las historias del monte profundo salteño seguirán siendo materia prima de relatos que cualquier citadino puede llegar a desconfiar sobre la veracidad de los acontecimientos por lo increíble de sus hechos. La siguiente es un historial real.
La escuela número 4528, del paraje Misión Chaqueña, volvió a ser noticia en los medios de Salta por las denuncias de inconsistencias pedagógicas que ocurrieron. Se trata de una localidad ubicada a unos 25 kilómetros de Embarcación.
Según denunciaron los originarios de este lugar, el Ministerio de Educación de la Provincia organizó una elección para una designación de un cargo de auxiliar bilingüe. Rechazan esta situación porque -afirman- no hubo cuadro de puntaje de la Junta Calificadora de Méritos y Disciplina, no estuvo la secretaria de Gestión Educativa con las designaciones de última hora y la Coordinación de Educación Intercultural Bilingüe volvió a demostrar sus falencias a la hora de actuar en temas concretos. Los vecinos se vieron sorprendidos porque el Ministerio optó por una elección para definir el cargo de quien estará frente a niños en un aula.
Todo esto ocurrió en marzo último, al comienzo del presente ciclo lectivo. Entonces -denunciaron- todos los habitantes de Misión Chaqueña fueron convocados para votar al auxiliar bilingüe de la escuelita del pueblo que consideren más apto para el puesto, y no importaba si uno tenía chicos en la escuela; votaron todos.
Lo que les llamó la atención fue que el Ministerio designó a Pedro Argamaza para que actúe como una especie de tribunal electoral que debía organizar el acto eleccionario. Hay que tener en cuenta que Argamaza es el presidente de la comunidad y a su vez la Intendencia de Embarcación lo designó a principio de año como delegado municipal. Antes estuvo Balducho Villafuerte y lo sacaron del cargo por protagonizar la movilización a la ciudad de Salta, en enero, cuando pedía que su hija sea la directora de la escuela.
Ahí es donde entra Enriqueta Espinoza, una mujer del pueblo wichi que tiene abierto su legajo solicitando el puesto de auxiliar bilingüe desde 2012; pero que por haber protagonizado también la protesta en la plazoleta IV Siglos recibió como represalia una designación por elecciones libres y abiertas.
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Las historias del monte profundo salteño seguirán siendo materia prima de relatos que cualquier citadino puede llegar a desconfiar sobre la veracidad de los acontecimientos por lo increíble de sus hechos. La siguiente es un historial real.
La escuela número 4528, del paraje Misión Chaqueña, volvió a ser noticia en los medios de Salta por las denuncias de inconsistencias pedagógicas que ocurrieron. Se trata de una localidad ubicada a unos 25 kilómetros de Embarcación.
Según denunciaron los originarios de este lugar, el Ministerio de Educación de la Provincia organizó una elección para una designación de un cargo de auxiliar bilingüe. Rechazan esta situación porque -afirman- no hubo cuadro de puntaje de la Junta Calificadora de Méritos y Disciplina, no estuvo la secretaria de Gestión Educativa con las designaciones de última hora y la Coordinación de Educación Intercultural Bilingüe volvió a demostrar sus falencias a la hora de actuar en temas concretos. Los vecinos se vieron sorprendidos porque el Ministerio optó por una elección para definir el cargo de quien estará frente a niños en un aula.
Todo esto ocurrió en marzo último, al comienzo del presente ciclo lectivo. Entonces -denunciaron- todos los habitantes de Misión Chaqueña fueron convocados para votar al auxiliar bilingüe de la escuelita del pueblo que consideren más apto para el puesto, y no importaba si uno tenía chicos en la escuela; votaron todos.
Lo que les llamó la atención fue que el Ministerio designó a Pedro Argamaza para que actúe como una especie de tribunal electoral que debía organizar el acto eleccionario. Hay que tener en cuenta que Argamaza es el presidente de la comunidad y a su vez la Intendencia de Embarcación lo designó a principio de año como delegado municipal. Antes estuvo Balducho Villafuerte y lo sacaron del cargo por protagonizar la movilización a la ciudad de Salta, en enero, cuando pedía que su hija sea la directora de la escuela.
Ahí es donde entra Enriqueta Espinoza, una mujer del pueblo wichi que tiene abierto su legajo solicitando el puesto de auxiliar bilingüe desde 2012; pero que por haber protagonizado también la protesta en la plazoleta IV Siglos recibió como represalia una designación por elecciones libres y abiertas.
Las historias del monte profundo salteño seguirán siendo materia prima de relatos que cualquier citadino puede llegar a desconfiar sobre la veracidad de los acontecimientos por lo increíble de sus hechos. La siguiente es un historial real.
La escuela número 4528, del paraje Misión Chaqueña, volvió a ser noticia en los medios de Salta por las denuncias de inconsistencias pedagógicas que ocurrieron. Se trata de una localidad ubicada a unos 25 kilómetros de Embarcación.
Según denunciaron los originarios de este lugar, el Ministerio de Educación de la Provincia organizó una elección para una designación de un cargo de auxiliar bilingüe. Rechazan esta situación porque -afirman- no hubo cuadro de puntaje de la Junta Calificadora de Méritos y Disciplina, no estuvo la secretaria de Gestión Educativa con las designaciones de última hora y la Coordinación de Educación Intercultural Bilingüe volvió a demostrar sus falencias a la hora de actuar en temas concretos. Los vecinos se vieron sorprendidos porque el Ministerio optó por una elección para definir el cargo de quien estará frente a niños en un aula.
Todo esto ocurrió en marzo último, al comienzo del presente ciclo lectivo. Entonces -denunciaron- todos los habitantes de Misión Chaqueña fueron convocados para votar al auxiliar bilingüe de la escuelita del pueblo que consideren más apto para el puesto, y no importaba si uno tenía chicos en la escuela; votaron todos.
Lo que les llamó la atención fue que el Ministerio designó a Pedro Argamaza para que actúe como una especie de tribunal electoral que debía organizar el acto eleccionario. Hay que tener en cuenta que Argamaza es el presidente de la comunidad y a su vez la Intendencia de Embarcación lo designó a principio de año como delegado municipal. Antes estuvo Balducho Villafuerte y lo sacaron del cargo por protagonizar la movilización a la ciudad de Salta, en enero, cuando pedía que su hija sea la directora de la escuela.
Ahí es donde entra Enriqueta Espinoza, una mujer del pueblo wichi que tiene abierto su legajo solicitando el puesto de auxiliar bilingüe desde 2012; pero que por haber protagonizado también la protesta en la plazoleta IV Siglos recibió como represalia una designación por elecciones libres y abiertas.
El conflicto de la directora wichi
No se puede entender las ataduras de los dos auxiliares bilingüe sin conocer el conflicto que se originó en noviembre del año pasado y que derivó luego en un acampe wichi en la plazoleta IV Siglos el 4 de enero último.
En esa misma escuela, los referentes de la comunidad educativa, diversas organizaciones sociales y de derechos humanos, con caciques incluidos, tras 4 asambleas, decidieron tomar por casi dos meses el edificio pidiendo una directora del pueblo wichi, que entienda las particularidades de su cultura.
Para solucionar la toma, los funcionarios llamaron a la Fiscalía de Embarcación para desalojar. Todo empeoró e intervino el Consejo Consultivo Participativo de Derecho Indígena con Félix Díaz, el Inadi, organizaciones de DDHH y la fundación Deuda Interna. Se sumaron los anglicanos y la Comisión Nacional de Investigación para de Genocidio para el Resarcimiento Histórico de los Pueblos Originarios.
Como no obtuvieron respuesta decidieron llegar a Salta y el conflicto se provincializó. Como siguieron por varias semanas el tema llegó a los medios nacionales y muchos funcionarios debieron volver de sus últimas vacaciones.
La Policía no les permitió a los aborígenes quedarse en la recova del Cabildo y le incautaron la motocarga a un carrero reconvertido que llegó a donar colchones. A la que quería ser directora la nombraron coordinadora pedagógica y al tiempo renunció. La solución de fondo nunca llegó. Los originarios sienten que lo de las elecciones es solo una “pasada de factura” por visibilizar un conflicto que estaba oculto en medio del monte.