Un homicidio en grado de tentativa se produjo la noche del viernes a solo metros del penal de Tartagal, donde un interno con permiso de salida controlada no llegó a reportarse al ser baleado antes de llegar al ingreso de la unidad carcelaria.
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Un homicidio en grado de tentativa se produjo la noche del viernes a solo metros del penal de Tartagal, donde un interno con permiso de salida controlada no llegó a reportarse al ser baleado antes de llegar al ingreso de la unidad carcelaria.
Nuevamente asomó en la frontera caliente el ajuste de cuenta en la modalidad de sicariato; es decir, el crimen por encargo a cambio de dinero. Esta vez la víctima fue ajusticiada sobre la vía pública, cuando llegaba al penal para reportarse.
Según el informe policial, cerca de las 20 del viernes a través sistema de emergencia 911 la Policía recibió un llamado alertando de un ataque a balazos desde una motocicleta.
Una patrulla ingresó al barrio Santa María II y encontró en la vereda de la Unidad Carcelaria 5 a una mujer identificada como Ramona Ruiz, de 37 años,con domicilio en barrio 104 Viviendas, quien dijo ser cuñada del interno Pablo Brienza, la víctima.
La mujer dijo que Brienza tiene salida asistida de la Unidad Carcelaria desde horas 8 hasta las 20.
La mujer relató que en circunstancias que trasladaba a su cuñado hacia el penal, a bordo de su motocicleta marca Keller 110 cc, porque debía firmar su retorno antes de las 20, al pasar por el un pasaje enfrente del penal, a la altura de la cancha Los Chalchaleros vio que se le acercaba una motocicleta a gran velocidad y poco más allá escuchó un disparo.
Su cuñado le expresó verbalmente: "Ay gorda, me balearon".
Allí cayó en cuenta de que a la par suya circulaba una motocicleta 150 cc, marca Motomel Skua, de color rojo, con dos hombres que vestían de ropa oscura y cascos negros.
La mayor cilindrada de la motocicleta hizo la diferencia mientras la mujer llegó a la vereda del penal con el hombre herido.
A los pocos minutos en la ambulancia de la penitenciaria trasladaron de la víctima al hospital de Tartagal.
Ante la gravedad del atentado y la metodología empleada, propias del cine, se hizo presente personal de la Brigada de Investigaciones.
Tras tomar las declaraciones de la única testigo, la Policía comenzó a desandar el camino realizado por la pareja antes de ser alcanzados por los supuestos sicarios.
Uniformados de la comisaría 45 realizaron en la noche un rastrillaje en el lugar junto al personal de la Brigada de Investigaciones para ver si podían dar con el casquillo del proyectil que alcanzó al penado. Fuentes policiales confirmaron que no fue hallada la vaina servida.
Un dato que sobresalió en la jornada es que al solicitar la fiscalía la presencia del personal de Criminalística, tomó conocimiento que el grupo se encontraba en la localidad de Santa Victoria Este, es decir no se pudieron realizar las pericias con personal idóneo en el tema de un atentado de gran repercusión pública.
El caso quedó en jurisdicción de Gonzalo Vega, fiscal interino de Graves Atentados contra las Personas, quien caratuló el incidente como tentativa de homicidio.
Además, solicitó a los médicos de Orán que determinen tipo de lesiones y estado de salud, aclarando "si puede o no el herido prestar declaración".
Diagnóstico grave
La víctima del atentado fue atendido primeramente en guardia del hospital Juan D. Perón, con diagnostico "abdomen agudo", posteriormente fue derivado a la ciudad de Orán, al hospital San Vicente de Paúl.
Se supo que fue intervenido quirúrgicamente y se encontraba ayer internado en terapia intensiva, con asistencia mecánica respiratoria.
El informe de Orán clarifica que el proyectil dañó la arteria mesentérica y produjo un shock hipovolémico. El estado de salud es gravísimo.