Boca Juniors comenzará a desandar esta noche, desde las 21.30, su camino en los octavos de final de la Copa Libertadores cuando visite en Curitiba al siempre peligroso Atlético Paranaense, en el cruce de ida de la llave que se definirá en la Bombonera. El encuentro se jugará en el estadio Arena da Baixada, del equipo brasileño.
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Boca Juniors comenzará a desandar esta noche, desde las 21.30, su camino en los octavos de final de la Copa Libertadores cuando visite en Curitiba al siempre peligroso Atlético Paranaense, en el cruce de ida de la llave que se definirá en la Bombonera. El encuentro se jugará en el estadio Arena da Baixada, del equipo brasileño.
La revancha se jugará en la Boca el miércoles 31 de julio y el ganador enfrentará en cuartos al vencedor del cruce entre la Liga Deportiva Universitaria de Quito y Olimpia de Paraguay.
Boca y Paranaense son dos viejos conocidos, ya que compartieron la fase de grupos, ambos integraron el G que ganó el xeneize (eso le dio derecho a definir la serie como local en Buenos Aires).
En los cruces por el grupo, Paranaense goleó en Brasil por 3 a 0 y Boca ganó con lo justo en la revancha por 2 a 1.
En octavos de final, con eliminación directa, la situación será distinta y Boca, actual subcampeón de la Libertadores, se reforzó para ir en busca del título.
Sin embargo, los dirigidos por Gustavo Alfaro se presentarán en Curitiba con algunas bajas sensibles, como la dupla central titular, integrada por Lisandro López (desgarrado) y Carlos Izquierdoz (suspendido), y tampoco estará el goleador Darío Benedetto (ver aparte).
En cuanto a los refuerzos, será titular uno solo: Alexis Mac Allister, ya que Eduardo Salvio estará posiblemente entre los suplentes, al igual que el venezolano Jan Hurtado. Otra baja estará en el lateral derecho: el juvenil Marcelo Weigandt reemplazará a Julio Buffarini (no está en plenitud futbolística).
Se despidió el Pipa y Fabra ya es argentino
Darío Benedetto rescindió finalmente su contrato con Boca para incorporarse al Olympique de Marsella por 16 millones de euros. El delantero de 29 años -que igualmente no podía estar en los dos partidos ante Atlético Paranaense por Copa Libertadores por una lesión grado 2 en el gemelo interno de la pierna derecha- estuvo ayer en el predio de Casa Amarilla para despedirse de sus compañeros y podría viajar esta semana a Estados Unidos para incorporarse a la pretemporada del plantel del club francés.
El Pipa llegó a Boca en julio de 2016 y en 76 partidos hizo 45 goles, con un promedio de un gol cada 118 minutos, siendo el cuarto de mejor promedio en la historia de la institución.
A comienzos de este semestre, Boca elevó su sueldo y su cláusula de rescisión a 21 millones de euros, con la intención de que el delantero se quedara hasta fin de año. Sin embargo, una racha negativa en su juego, lesiones, el sentirse que no era el mismo en el vestuario y algún reproche dirigencial que llegó a sus oídos después de haber pedido el cambio en la final ante River en Madrid hicieron que posara sus ojos en Europa.
La otra noticia boquense del día fue la nacionalización argentina de Frank Fabra. En consecuencia, Boca va a liberar un cupo más de extranjeros.