Un violento crimen en el norte y una entradera sangrienta en el barrio San Carlos al sur de esta capital fueron las noticias más relevantes de la jornada de ayer.
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Un violento crimen en el norte y una entradera sangrienta en el barrio San Carlos al sur de esta capital fueron las noticias más relevantes de la jornada de ayer.
La seguridad en la provincia atraviesa una profunda crisis desde hace ya un tiempo y los crímenes por ajustes de cuenta o robo no paran de crecer.
En la mañana de ayer un hombre fue sorprendido en su propio domicilio por un par de delincuentes armados, que llegaron al lugar con precisión milimétrica.
No tardaron ni un minuto en ingresar a la vivienda donde le dispararon al propietario de la vivienda en el tórax.
La detonación del arma de fuego puso sobre aviso al vecindario de que algo terrible estaba sucediendo en el interior de la casa barrial, ya que en las afueras había dos motocicletas esperando.
Al lugar del hecho, ubicado en la manzana 27, llegaron dos hombres quienes según vecinos ingresaron armados a la vivienda.
El hecho no pasó inadvertido y una vecina llamó al 911 al parecer antes del estampido del balazo, lo hizo al observar el modo sospechoso de la llegada de los delincuentes y la entradera violenta de los mismos.
La víctima se hallaba junto a su pareja y fueron sorprendidos por los asaltantes que se supone ingresaron al domicilio con fines de robo.
Eso se cree que sería el móvil de la irrupción, aunque no está probado aún.
Sí se estableció que el asaltado opuso resistencia y fue en ese instante que los delincuentes le dispararon un tiro al tórax.
El disparo podría haber sido fatal y se informó que el proyectil ingresó y salió por la espalda a la altura del hombro.
El estruendo y los gritos alertaron a los vecinos pero asustaron aún más a los delincuentes que ganaron la calle, cuando la policía estaba ya sobre ellos.
Abandonaron sus motocicletas y uno de ellos fue reducido minutos después por la fuerza pública.
El accionar eficaz de la fuerza de seguridad se debió al alerta inmediato de un vecino.
La víctima se encuentra fuera de peligro, informó prensa de la Policía, anoche.
El móvil del asalto se estima que fue una abultada suma de dinero que los asaltados podrían haber tenido en ese lugar, ya que trascendió habían vendido una propiedad días atrás, aunque no es la única hipótesis por la forma criminal de la actuación del delincuente, impropia de las entraderas.
En el norte
Desde la madrugada de ayer la Comisaría 23 y efectivos de la División Homicidios trabajan para esclarecer el hecho donde un adolescente perdió la vida y otro resultó con heridas de arma blancas, tras una gresca aparentemente fundada en viejas enemistades.
El hecho ocurrió cerca de las seis de la mañana de ayer, en la intersección de calles Maneros y España de la ciudad de Colonia Santa Rosa, donde se produjo una gresca entre dos personas por viejas enemistades.
Al arribo del personal se solicitó inmediata asistencia médica para dos hombres que presentaban lesiones de arma blanca, por lo que ambos fueron trasladados al nosocomio local. A su arribo, profesionales de la salud diagnosticaron que uno de ellos, un adolescente de 16 años, arribó sin vida, mientras que el segundo, un hombre de 36 años, fue derivado al hospital de Orán con diagnóstico reservado.
Los uniformados procedieron a la demora de tres jóvenes que habrían participado de la gresca, en tanto que el lesionado permanece con custodia policial. El hecho está bajo la dirección de la Fiscalía de Graves Atentados contra las Personas de Orán.
En todo el país
La entradera no hace distinciones a la hora de victimizar.
Cualquiera puede ser asaltado bajo esta modalidad que está archivando otras formas de manera violentísima.
En este tipo de asalto, la víctima generalmente es elegida al azar, al voleo, y en otros porque alguien les sopló que en tal o cual lugar existe un dinero o bien en el interior de una vivienda. En ese caso puntual, los delincuentes esperan que alguien de la casa llegue o esté por salir para abordarlo y poder ingresar.
Siempre esperan el momento en el que la persona sale o llega a su casa.
En la mayoría de los casos, el golpe es rápido: los ladrones se llevan el vehículo o el dinero y los objetos de valor que tienen más a mano, como la billetera y el celular. En otros, entran a las viviendas buscando más dinero y artículos de electrónica.
La resistencia de las víctimas a veces terminó siendo trágica.