33°
30 de Abril,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

Julio Le Parc: “Me gratifica que una muestra mía eleve el optimismo de los espectadores”

Considerado uno de los grandes representantes del arte cinético y contemporáneo, pasó por Salta y habló en exclusiva con El Tribuno.
Sabado, 03 de agosto de 2019 16:25

Desde el 19 de julio se exhibe en el CCK de Buenos Aires la muestra “Julio Le Parc. Un visionario”, dedicada a la obra del gran artista mendocino radicado en Francia.
Movilizado por la exposición de sus trabajos, el artista llegó a la Argentina y participó activamente del montaje de 160 de sus obras sobre unos 3000 metros cuadrados del centro cultural porteño, donde permanecerán temporalmente. Allí se exhiben algunas de sus pinturas en blanco y negro o las más coloridas que resultaron emblemáticas en su larga trayectoria de más de seis décadas de producción artística. 
Instalado en su país de origen decidió hacer un recorrido por tierras que no había visitado nunca. Así llegó a Salta, acompañado de su pareja japonesa-francesa, y sin poder pasar desapercibido fue invitado a recorrer el Museo Arte Contemporáneo (MAC) de la mano de su directora, Claudia Lamas. Ayer fue declarado “Visitante destacado” por el Concejo Deliberante de la Ciudad de Salta en las instalaciones del Museo de Bellas Artes (MBA), dónde esperan poder custodiar alguna de sus obras, según indicó la responsable de la institución, Carolina Mitchell, quien encabezaba la gestión con el arista. 
En diálogo con El Tribuno, Le Parc, que ostenta 91 saludables años, habló sobre la muestra de la obra colectiva “La Tortura” (de 1972) y su compromiso social y destacó la importancia del espectador en sus trabajos. 

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

Desde el 19 de julio se exhibe en el CCK de Buenos Aires la muestra “Julio Le Parc. Un visionario”, dedicada a la obra del gran artista mendocino radicado en Francia.
Movilizado por la exposición de sus trabajos, el artista llegó a la Argentina y participó activamente del montaje de 160 de sus obras sobre unos 3000 metros cuadrados del centro cultural porteño, donde permanecerán temporalmente. Allí se exhiben algunas de sus pinturas en blanco y negro o las más coloridas que resultaron emblemáticas en su larga trayectoria de más de seis décadas de producción artística. 
Instalado en su país de origen decidió hacer un recorrido por tierras que no había visitado nunca. Así llegó a Salta, acompañado de su pareja japonesa-francesa, y sin poder pasar desapercibido fue invitado a recorrer el Museo Arte Contemporáneo (MAC) de la mano de su directora, Claudia Lamas. Ayer fue declarado “Visitante destacado” por el Concejo Deliberante de la Ciudad de Salta en las instalaciones del Museo de Bellas Artes (MBA), dónde esperan poder custodiar alguna de sus obras, según indicó la responsable de la institución, Carolina Mitchell, quien encabezaba la gestión con el arista. 
En diálogo con El Tribuno, Le Parc, que ostenta 91 saludables años, habló sobre la muestra de la obra colectiva “La Tortura” (de 1972) y su compromiso social y destacó la importancia del espectador en sus trabajos. 

En la muestra del CCK dedica una sala a la obra colectiva “La tortura”, que por primera vez se exhibe en la Argentina.

Si, es parte del compromiso que puede y debe tener cualquier ciudadano. Con mis amigos que conformábamos el grupo “Denuncia” (con el fin de condenar los abusos de los gobiernos militares en Latinoamérica), fuimos conmovidos por las informaciones que llegaban de lo que estaba pasando en América Latina y el uso de la tortura como sistema de gobierno -que comenzaba en ese momento y que se volvió cada vez más fuerte- en Uruguay, Argentina, Brasil, Chile y otros que venían de antes. Entonces fue simplemente poner nuestra capacidad para dibujar o pintar de una manera que los paneles reflejaran los métodos que usaban en ese momento los torturadores manejados por los militares en todos esos países. Con ellas se vivieron distintas situaciones, como por ejemplo con la exposición que hicimos por primera vez, juristas franceses vinieron a Argentina a hacer los informes que hacían en otros países tratando de alertar a las autoridades francesas de la situación jurídica de los Derechos Humanos, también fue usada por Amnistía Internacional, pero también fue presentada en Nueva York hará dos años. 

¿Cómo llega a la abstracción en su carrera artística? 

No era llegar a la abstracción por la abstracción, sino ver qué medios uno tenía al alcance. Cuando yo era estudiante de la preparatoria de Bellas Artes había dos alternativas: por un lado estaban los artistas cómo Antonio Berni, Lino Spilimbergo, Juan Castagnino, que en ese momento realizaban los murales en las Galerías Pacífico con arte figurativo que denunciaban las injusticias sociales y al mismo tiempo hablaban de un porvenir diferente para los pueblos y reclamaban desde una actitud progresista, democrática y social. Y también aparece en ese momento el grupo Arte Concreto-Invención que tenía una posición ideológica progresista y que planteaba con formas puras y color oscuro que podía crearse también una relación con la gente, sin pasar obligatoriamente por la figuración. Así que para mí quedaron esas dos vías siempre pendientes. De a poco me fui dando cuenta de que la creación contemporánea del arte estaba muy reducida a esquemas preestablecidos del medio artístico, entonces fui viendo de qué manera desde el interior de mi propio taller y a partir de lo que mi mano podía hacer, tratar de cambiar un poco eso que ya existía. 

¿Así es como empieza a tener otra mirada sobre el espectador?

Me daba cuenta de que el espectador dentro del medio artístico estaba siempre dejado de lado y el dominio de la valorización artística estaba en manos de muy pocas personas, los críticos de arte por un lado, las galerías, los directores de museo y, sobre todo coleccionistas, y en ese esquema el espectador no entraba. 
Por eso el uso de la geometría no era en sí mismo, sino que con la geometría podíamos cambiar más fácilmente los esquemas que iban a crear una relación con el ojo de cualquier espectador, no solamente con el ojo del espectador entendido, sino el de todo el mundo, entonces esa relación era la que me importaba más que la geometría, era la que nos ayudaba a lo mejor a hacer cambios, producir de una manera u otra y confrontar una experiencia con otra sabiendo cuáles parámetros se habían modificado y que resultados se habían dado. 

¿Qué técnicas prefiere a la hora de hacer sus obras?

Según sean los temas que hay que ver... trato de resolver en mí mismo; las técnicas no tienen mucha importancia en ellas mismas sino que son como una ayuda. El mecanismo siempre es el mismo y ver que es lo que uno puede sacar de sí mismo, ya sea una técnica empleando la pintura acrílica, o el óleo o el dibujo o empleando pequeños motores o materiales más resistentes como el acero, o la luz, están incluidas dentro de esas búsquedas, lo mismo que el movimiento, pero siempre tratando de ver esos medios cómo pueden ayudar a resolver ciertos problemas que uno se plantea. Lo más importante es el resultado y no cómo se llega. 

¿Qué es lo más gratificante de su trabajo?

Lo que me gratifica es que en exposiciones grandes como la que está ahora en el CCK, los espectadores que entran con cierto grado de optimismo salgan con ese mismo optimismo pero un poco más elevado. Todos los detalles que están detrás de cada obra, como las hice, cuánto me costó, el tiempo, la obstinación, el trabajo, cuando ya están hechas y presentadas como en esta muestra se hacen una suma de experiencias, eso va creando una cuantificación que puede llegar a cambiar la calidad del conjunto y si ese conjunto llega a tener una incidencia en el espíritu de la gente, en lo que han sentido y en lo que han visto, me gratifica.
 

Temas de la nota

PUBLICIDAD