Para colmo de males, dando una última muestra de delirio, Jorge Prado anunció, dos semanas atrás que el Holding venezolano Banesco Internacional tenía intenciones de construir una clínica de alta complejidad valuada en 50 millones de dólares en Aguaray, "como punto estratégico para captar pacientes de Bolivia y Paraguay", tal como expresó en la reunión a la que convocó a vecinos y concejales en la Casa de la Cultura local.
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Para colmo de males, dando una última muestra de delirio, Jorge Prado anunció, dos semanas atrás que el Holding venezolano Banesco Internacional tenía intenciones de construir una clínica de alta complejidad valuada en 50 millones de dólares en Aguaray, "como punto estratégico para captar pacientes de Bolivia y Paraguay", tal como expresó en la reunión a la que convocó a vecinos y concejales en la Casa de la Cultura local.
Allí mismo, presentó a un supuesto representante de Banesco -se trataría de un venezolano que reside en realidad en Santa Cruz de la Sierra- y pidió que el Concejo Deliberante lo autorice a recibir una donación, que provendría de Panamá, consistente en aparatología de alta complejidad y elementos de bioseguridad para luchar contra la pandemia. Nadie le creyó.
Apología del delito
Lo último fue la convocatoria a cortar la ruta nacional 34 con algunos de su funcionarios a la cabeza y la viralización de un audio en el que Prado anticipaba que "nadie se iría de la ruta" y que la gente que lo sigue impediría que Refinor pueda operar normalmente.
Hoy, una jornada difícil
Para hoy se espera que sus seguidores -unos 100 planilleros que no tienen estabilidad laboral porque ingresaron con Prado y cobran en forma quincenal- vuelvan a cortar la ruta 34, para presionar a los senadores que deben tratar la intervención ya aprobada casi por unanimidad en Diputados.