Un par de delincuentes con domicilio supuesto en Salvador Mazza le robaron a una comerciante boliviana 350.000 pesos, los que ella misma entregó en manos del estafador, quien incluso le dio precisiones sobre el cargamento de cerveza que debía esperar y retirar.
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Un par de delincuentes con domicilio supuesto en Salvador Mazza le robaron a una comerciante boliviana 350.000 pesos, los que ella misma entregó en manos del estafador, quien incluso le dio precisiones sobre el cargamento de cerveza que debía esperar y retirar.
El caso fue denunciado en la Justicia y sorprendió por la audacia de los delincuentes quienes en ningún momento ejercieron violencia ni otro tipo de ardid que no sea un verso sin precedentes en la frontera caliente.
Una fuente de esa localidad relató ayer a nuestro matutino que el hecho se produjo hace pocas horas y consistió en una maniobra muy bien orquestada que tuvo al menos un informante y un entregador.
El modus operandi fue bastante novedoso: la víctima fue una conocida comerciante mayorista del otro lado de la frontera a quien contactó una persona para proponerle un negocio de cerveza enlatada.
Según la fuente, alguien con vasto conocimiento de la manera de comerciar de la mujer. Ella pagaba los envíos a comerciantes de Argentina de su entera confianza en efectivo y por adelantado y esperaba que tras el pago el cargamento fuera trasladado a la línea de frontera. Este dato fue robado por la organización que le hizo creer que un sólido comerciante local le ofrecía una remesa de cerveza envasada como siempre lo hacía. Allí estuvo el engaño, ya que no existía tal oferta y además le cambiaron la persona que debía recibir el dinero y tras cobrar, éste y sus cómplices desaparecieron. Al comunicarse con el distribuidor argentino, cayó en cuenta de que había sido burlada.