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La frase es “Qué me importa lo que Diego hizo con su vida, me importa lo que hizo con la mía” y aparece como de Roberto Fontanarrosa, el autor rosarino que este jueves cumpliría 76 años.
Es que Fontanarrosa sí habló de Diego Maradona. En su libro “No te vayas campeón” escribió: “La primera vez que lo vi fue cuando jugaba para Argentinos, en el Parque Independencia. Hubo algo que me impresionó de él en ese partido, además de su melena enrulada, y era que jugaba como lo haría un veterano, o al menos eso me pareció aquella tarde”.
Y también: “El encuentro de Maradona y Brindisi en Boca fue como el encuentro de dos almas gemelas, de dos espíritus sensibles a quienes, en algún momento, el destino habría de juntar en una comunión digna de ser cantada por Armando Manzanero”.
En 2004, cuando Maradona estuvo muy mal, Roberto Fontanarrosa lanzó su definición esperanzada: “Es Diego. No lo den por vencido ni aun vencido. Recuerden que humilló al pirata inglés dejando a varios de ellos despatarrados por el piso. Recuerden que demostró que la mano es más rápida que la vista. Y que salía entre cuatro con el balón pegado a su zurda mágica, y sacando la lengua, como burlándose. Recuerden eso”.