La Justicia porteña allanó ayer la Bombonera en busca de grabaciones de videos que permitan avanzar en la investigación de la pelea que protagonizaron el martes pasado un grupo de hinchas mientras compartían el espacio de la pileta en la sede del club.
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La Justicia porteña allanó ayer la Bombonera en busca de grabaciones de videos que permitan avanzar en la investigación de la pelea que protagonizaron el martes pasado un grupo de hinchas mientras compartían el espacio de la pileta en la sede del club.
En un principio, la dirigencia del xeneize afirmó que se trataba de una discusión común entre socios, pero para la Fiscalía número 30 de la Ciudad de Buenos Aires fue una pelea entre dos facciones de la barrabrava, marcando un nuevo episodio que mancha al club y al fútbol argentino, la primera de esta índole en el club de la ribera con la actual dirigencia que encabeza el presidente Jorge Amor Ameal, y que tiene a Juan Román Riquelme como uno de los vicepresidentes.
El objetivo del allanamiento en la Bombonera fue peritar las cámaras de seguridad y otros respaldos digitales con el fin de saber realmente qué fue lo que ocurrió.
El fiscal general de la Ciudad, Juan Bautista Mahiques, aseguró: “Para terminar con la violencia en el fútbol necesitamos ir a fondo con las investigaciones”.
“Si acudieron 14 móviles de la policía al club, entonces los disturbios habían sido más graves que los que constan en los documentos que nos llegaron”, agregó.
Según trascendió, la pelea de la pileta enfrentó al grupo de La Boca y el de Caseros, donde por los testigos, se confirmó que volaron botellas y mostraron un cuchillo.
Pero ese fue solo un nuevo capítulo de una serie de incidentes que se profundizaron después de la llegada de Ameal a la presidencia, donde la barra de Boca se disputa el poder.
El hecho de las piletas enfrentó a varios barras de la facción de La Boca que tienen como punto de encuentro a Caminito con Luis Arrieta y uno de sus muchachos de confianza, quienes representan al grupo de Caseros. Cerca de las parrillas, habrían tenido un entredicho por el consumo de marihuana y el volumen de la música que terminó decantando en algo más grave. Los testigos que estaban disfrutando del calor en las instalaciones de la entidad relataron que hubo botellazos y hasta amenazas con un arma blanca.
La seguridad del club intervino a rápidamente y los efectivos de la comisaría 4 le pusieron punto final al conflicto. Al menos ese día.