¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

18°
25 de Abril,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

El secuestro y muerte del general Pedro Eugenio Aramburu

Domingo, 31 de mayo de 2020 00:27

Cuando en la tarde del 29 de mayo de 1970 se conociera el primer comunicado del "Comando General Juan José Valle. Montoneros", ya no quedaron dudas de que el expresidente de facto, general Aramburu, había sido víctima de un secuestro. El primer paso del "Operativo Pindapoy" había sido exitoso y por ende, todo el mundo hablaba de "Montoneros", la novel organización armada que había nacido con semejante espectacularidad. Nadie sabía quienes eran los que tan machaconamente se definían como "peronistas".

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

Cuando en la tarde del 29 de mayo de 1970 se conociera el primer comunicado del "Comando General Juan José Valle. Montoneros", ya no quedaron dudas de que el expresidente de facto, general Aramburu, había sido víctima de un secuestro. El primer paso del "Operativo Pindapoy" había sido exitoso y por ende, todo el mundo hablaba de "Montoneros", la novel organización armada que había nacido con semejante espectacularidad. Nadie sabía quienes eran los que tan machaconamente se definían como "peronistas".

El 30 de mayo fue una jornada cargada de incertidumbre pues se ignoraba la suerte corrida por el general Aramburu. Y como es de imaginar, las versiones eran de las más variadas especies. El primer comunicado referido al secuestro de Aramburu fue el de la "Comisión de Afirmación de la Revolución Libertadora" que, entre otras cosas, lanzó una amenaza: "Será devuelto todo daño posible que se pretendiera infligir al General Aramburu".

De todos modos, en el país seguía siendo un misterio el paradero de Aramburu. No había pistas y los tan esperados llamados de los secuestradores no se producían, pues muchos de los "expertos" creían estar frente a una banda que en algún momento iba a pedir una recompensa por la libertad de Aramburu. Incluso se llegó a decir que la Iglesia tenía el rescate dinerario para entregar a los secuestradores, versión que de inmediato fue desmentida por el Arzobispado de Buenos Aires.

Más comunicados y sentencia

Por fin, el 31 de mayo, y luego de dos días de silencio y espera, el comando montonero volvió a ser noticia al dar, en pocas horas, dos comunicados. En el N´ 2 daba detalles personales del militar secuestrado, como para que no quedaran dudas que Aramburu estaba en poder de la organización Montoneros. Horas después, apareció el comunicado N´ 3, donde se decía que el expresidente había aceptado su responsabilidad en los cargos que se le imputaron, entre ellos: la matanza de 27 personas cuando el levantamiento del general Valle, en junio de 1956; del fusilamiento de ocho militares en la misma rebelión; la desaparición del cadáver de Eva Perón; persecución a Juan Domingo Perón y demás dirigentes peronistas. Pero este documento no se agotaba en acusaciones pues al final, en su parte resolutiva, dice: "Condenar a Pedro Eugenio Aramburu a ser pasado por las armas en lugar y fecha a determinar". Y el tercero agrega: "Dar cristiana sepultura a los restos del acusado, que serán restituidos a sus familiares cuando al pueblo argentino le sean devueltos los restos de su querida compañera Evita".

Este tercer comunicado dio por tierra con quienes sostenían que se estaba ante una banda que solo buscaba dinero a cambio de la libertad de Aramburu. Además, quedaba claro que de ser ejecutado Aramburu, su cuerpo no aparecería hasta que no se produjera la devolución de los restos de Eva Perón. A partir de entonces las sospechas sobre el secuestro recayeron sobre las organizaciones que calificaron de "extremismo foráneo".

En ese sentido, el aún presidente de facto Juan Carlos Onganía dijo que era "una torpe maniobra del extremismo ideológico que en escala continental, golpeaba todas las fronteras de América". La CGT: "Nos hallamos frente a una provocación y una agresión perpetrada por una ideología foránea y extremista". El Dr. Héctor Sandler, secretario general de Udelpa, partido fundado por Aramburu, dijo que para los círculos diplomáticos, el secuestro era una práctica recomendada por "OLAS", la organización creada por el comunismo cubano".

Por último, el Movimiento Justicialista repudió el secuestro de Aramburu mediante un documento firmado por Daniel Paladino, delegado personal de Perón en la Argentina. No conforme con esta declaración, conocidos antiperonistas reclamaron públicamente que Perón pidiera por la vida de Aramburu. Eran los mismos que meses antes habían impulsado una protesta diplomática argentina ante el gobierno español, para que se prohibiera a Perón hacer declaraciones públicas sobre el acontecer político de nuestro país.

Comunicados y sentencia

Y así fue que en medio de un mar de versiones y declaraciones respecto a la filiación de los secuestradores, llegó el 2 de junio de 1970. Ese día, en confiterías de las ciudades de Rosario y Córdoba aparecieron copias mimeografiadas del comunicado N´ 4 del "Comando Montonero". El documento comunicaba al país que el general Pedro Eugenio Aramburu había sido ejecutado a la 7 de la mañana del pasado 1 de junio. De inmediato se desató en el país una ola de versiones casi todas, poniendo en tela de juicio la veracidad del documento. Con posterioridad y con el correr de los días, surgieron varios comunicados contradictorios con el sello "Montoneros". Uno de ellos dijo que Aramburu iba a ser puesto en libertad en Uruguay.

Y así, en medio de un clima incierto y de creciente pesimismo, comenzaron a transcurrir los días. La CGT, el 5 de junio eligió su nuevo secretario general, el metalúrgico José Ignacio Rucci . El 8 de junio, cuando los diarios no salieron por Día del Periodista, la Junta Militar resolvió reasumir el poder y desalojar al general Juan Carlos Onganía de la presidencia de la Nación. Finalmente, el 11 de junio, cuando las nuevas autoridades aún estaban en vía de acomodamiento, apareció el comunicado N´ 5 de "Montoneros". Ratificaba que Aramburu había sido ejecutado el 1 de junio a las 7 de la mañana y, como para que no quedaran dudas, enviaron a la Comisaría N´ 17 de la Policía Federal, las pertenencias del expresidente. Ya era casi seguro que la organización "Montoneros" lo tenía en su poder pero quedaba la esperanza de que la ejecución no sea cierta.

De todos modos, el comunicado y la entrega de las pertenencias de Aramburu dejó perplejos a investigadores, familiares, amigos y también a las autoridades del flamante gobierno militar. Las especulaciones se aquietaron y a partir de entonces todo el esfuerzo del gobierno se centró en buscar afanosamente al general Aramburu, vivo o muerto.

Copamiento de La Calera

Y aunque las investigaciones para dar con el paradero del expresidente continuaron, los cambios políticos del país llevaron a que la prensa en general comenzara a ocuparse más de estos acontecimientos. Entre ellos, la designación por parte de la junta militar del segundo presidente de facto de la Revolución Argentina (18/06): el general Marcelo Levingston (50); la designación del nuevo gabinete y de los gobernadores provinciales. Esto hizo que la suerte de Aramburu pasara a segundo plano. Incluso hubo días que los diarios no mencionaron el tema. Así fue, hasta que el primero de julio, a treinta días de la aún supuesta ejecución del expresidente, se produjo un hecho que nuevamente conmocionó a la opinión pública del país. Fue el copamiento de La Calera, Córdoba, por parte de la organización Montoneros. Por casi una hora, la localidad quedó aislada del resto del país hasta que fue liberada por las fuerzas de seguridad provincial y nacional. Es que cuatro comandos: "29 de Mayo", "Eva Perón", "Uturunco", y "San Martín" habían tomado por las armas la comisaría, banco, central telefónica, municipalidad y además ametrallado a un agente de policía que pasaba por uno de esos lugares. Este hecho, conocido en la triste historia de los años 70, como el "Copamiento de La Calera", significó que en pocos días, peritos de la Policía Federal, encontraran el hilo que los llevaría a descubrir la trama del secuestro del general Pedro Eugenio Aramburu. Y eso fue a consecuencia de los enfrentamientos y posteriores detenciones que se realizaron.

PUBLICIDAD