El grupo evangélico de la Iglesia Catedral de los Milagros no se quedó con los brazos cruzados ante las restricciones que impone la pandemia del COVID-19 y agudizó el ingenio para no dejar de celebrar ayer junto a su congregación una fecha tan cara para los cristianos como es el Pentecostés. Con el formato de autocine, organizaron la conmemoración del fin de la Pascua con un "autoiglesia" en un predio ubicado al inicio de la avenida Circunvalación Sudeste.
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El grupo evangélico de la Iglesia Catedral de los Milagros no se quedó con los brazos cruzados ante las restricciones que impone la pandemia del COVID-19 y agudizó el ingenio para no dejar de celebrar ayer junto a su congregación una fecha tan cara para los cristianos como es el Pentecostés. Con el formato de autocine, organizaron la conmemoración del fin de la Pascua con un "autoiglesia" en un predio ubicado al inicio de la avenida Circunvalación Sudeste.
Llegaron al evento unos 300 autos, según datos de la organización, y en cada vehículo estaba permitido un máximo de cuatro personas. Es decir que alrededor de mil fieles participaron de la jornada, que se inició puntualmente (como es la costumbre de los evangelistas) a las 17 y se extendió durante una hora exacta.
En el descampado se acomodaron los autos con un "distanciamiento social" de unos tres metros, para disminuir la posibilidad de contacto, frente a un escenario con una pantalla gigante, donde el pastor Juan Carlos Bazán brindó su mensaje.
Se previó, además, una transmisión por frecuencia modulada (FM) con alcance solamente en el predio para que los fieles pudieran seguir la celebración a través de las radios de sus vehículos.
"La alegría y el gozo de la gente fue impresionante, hubo mucha gente muy emocionada, llorando por la alegría de todo lo compartido, porque estuvimos orando por Argentina y por las autoridades para que Dios bendiga a nuestra amada nación en estos tiempos tan duros y difíciles que se están viviendo y principalmente celebrando al Espíritu Santo", destacó el pastor Bazán en diálogo con El Tribuno.
Hubo algunas reglas que los asistentes a la fiesta religiosa tuvieron que cumplir, como no bajar de los vehículos, usar barbijo y tener el permiso de circulación. Personal de la Iglesia Evangélica controlaba el cumplimiento de esas normas y hasta se rociaron los coches con una solución higiénica a modo de prevención de la enfermedad del coronavirus.
Bazán aclaró que el formato del evento fue autorizado por el Comité Operativo de Emergencia (COE) de la Provincia. Dijo que el próximo domingo repetirán la experiencia.
La idea
El titular de la Iglesia Catedral de los Milagros, cuya sede se encuentra en la avenida Paraguay al 1.400 (al lado del río Arenales), contó cuál fue su inspiración para organizar la "autoiglesia".
"En muchos lugares del mundo se realizaron eventos así, por ejemplo en Alemania hubo festival de música tecno que se hizo en una playa y con el mismo modo. En París se hizo una misa con más de 500 personas que habían asistido en sus autos y en la provincia de San Luis, en Merlo, se realizó un autocirco. Fueron ideas que fueron inspirando, pero lo que nos animó y motivó es que realmente Salta está en una condición diferente a otras partes con respecto a la circulación del COVID-19", explicó el evangélico.