Los resultados del relevamiento comparativo realizado por la Cruz Roja Argentina (CRA), entre febrero y julio de este año en las comunidades wichi y toba del norte de Salta, dan cuenta que en febrero el 90% de las personas no accedían al agua de forma cotidiana y ahora este valor representa el 19%, se informó hoy.
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Los resultados del relevamiento comparativo realizado por la Cruz Roja Argentina (CRA), entre febrero y julio de este año en las comunidades wichi y toba del norte de Salta, dan cuenta que en febrero el 90% de las personas no accedían al agua de forma cotidiana y ahora este valor representa el 19%, se informó hoy.
El plan de acción estuvo principalmente centrado en el acceso al agua con acciones orientadas a la producción, almacenamiento y distribución de agua segura con el objetivo de dejar la capacidad instalada para que estas comunidades puedan acceder a este recurso imprescindible de forma sostenida, explicó la organización humanitaria en un comunicado difundido hoy.
A su vez, dentro del Plan de Acción se realizaron acciones destinadas a brindar seguridad alimentaria, mejorar el acceso a la salud así como a la sensibilización y capacitación en distintas temáticas sanitarias y psicosociales.
“Los resultados llegaron y los midió el Observatorio Humanitario de Cruz Roja Argentina. En el mes de febrero casi el 90% de los niños y niñas (y sus familias) no accedían al agua todos los días, hoy las personas sin acceso descendió al 19%. Y un dato que no es menor, que habla de la dignidad de las persona: antes, el 6% de las personas consideraban que el agua tenía un sabor agradable, hoy es un 76%”, dijo Rodrigo Cuba, subsecretario de Desarrollo Humano de la CRA.
En febrero de 2020, la organización presentó un relevamiento exhaustivo de la situación nutricional y de acceso al agua de estas comunidades afectadas por distintos factores que derivó en que se declare la emergencia sociosanitaria en la región.
En este estudio de campo se determinó la importancia de realizar una estrategia de abordaje de la problemática desde el lugar, que implicó que cientos de voluntarias y voluntarios pasaran por el campamento humanitario instalado junto a las comunidades.
Desde allí, se trabajó sobre las potencialidades y capacidades de estas más de 4.000 personas afectadas por la sequía y la desnutrición para que ellas mismas impulsaran mejoras en su forma de vida.
Es así que se entregaron 957 filtros familiares y 15 comunitarios en escuelas, centros salud y hospitales, y más de 1.500 bidones de almacenamiento seguro.
En el primer relevamiento se había detectado que los elementos utilizados para guardar el agua en los hogares estaban contaminados, y que un 56% no tenía donde guardarla.
Actualmente, sólo un 15% todavía no pudo instalar un tanque seguro.
Desde la Cruz Roja reportaron que, si bien la pandemia de coronavirus ralentizó el proceso de trabajo conjunto de organismos estatales, internacionales y el sector privado, igual pudieron prestar el apoyo que Cruz Roja Argentina necesitó para poder mantener constante su tarea en el lugar.
Es así que se instaló una planta potabilizadora de agua en tiempo récord y hoy se está trabajando en redes de distribución para los 60 mil litros que se potabilizan por día.
Rodrigo Cuba destacó que “estos resultados son una muestra de que es posible transformar la realidad. Con acciones centradas en las personas, basadas en sus necesidades, y con la articulación entre actores del sector público, privado y social”.
Y añadió que “con esta misma lógica estamos comenzando a implementar un plan de acceso al agua segura en localidades del Área Metropolitana de Buenos Aires” (AMBA).