Guadalupe Flores Villanueva muestra contenta que tendrá un nuevo pozo dentro del terreno que ocupa en Floresta Alta junto a sus dos hijos. Allí también asiste a las familias vecinas con el comedor Bella Vista. "El anterior ya no sirve más", indicó. "Se lo debe calzar con piedras en las paredes y con huecos que sobresalen del pozo, y después se lo tapa", detalló. "Aquí no se concientiza a la gente sobre cómo deben hacerse", advirtió, mientras contó que "hay algunas familias que tienen hasta tres pozos".
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Guadalupe Flores Villanueva muestra contenta que tendrá un nuevo pozo dentro del terreno que ocupa en Floresta Alta junto a sus dos hijos. Allí también asiste a las familias vecinas con el comedor Bella Vista. "El anterior ya no sirve más", indicó. "Se lo debe calzar con piedras en las paredes y con huecos que sobresalen del pozo, y después se lo tapa", detalló. "Aquí no se concientiza a la gente sobre cómo deben hacerse", advirtió, mientras contó que "hay algunas familias que tienen hasta tres pozos".
Una cuadra más allá del comedor Bella Vista, un pozo nuevo se luce a la entrada de una de las casas precarias. "Lo pusimos hace dos meses, el otro era provisorio, le tiramos tierra", contó Roberto Juárez, desde la puerta del pequeño terreno en el que vive hace 4 años.
Tal vez por su constante trabajo para mejorar las condiciones en las que viven (trabajó para el Registro de Barrios Populares), Guadalupe insiste en concientizar a sus vecinos a pesar de las necesidades: "Ahora vamos a organizar capacitaciones para enseñar cómo hacer los pozos, aquí nadie controla ni enseña nada", criticó.
"Generalmente tenemos un pozo, pero hay gente que tiene 2 o 3. A mucha gente se le cayó el pozo, se les derrumba porque no los calzan, entonces se derrumban y hacen otro más allá, en el mismo lote", contó René del barrio Virgen de Urkupiña. "La gente misma lo construye, por la necesidad lo construye, y se tiene que dar vuelta. Cada familia hace lo que puede", agrega y resalta que "estamos a diez minutos del centro".
En el barrio donde esta semana murió una mujer atropellada mientras compraba, indican que hay pozos de hasta metro y medio. "Es todo precario, los pozos son hechos así no más, no tienen cámara ni nada, ni inodoro tiene la gente ahí. Hay gente que lo tapa con chapa y al que le alcanza lo tapa y le hace un agujero", detalló René.
Los olores nauseabundos son la consecuencia más liviana que pueden llegar a sufrir los vecinos. "Hace dos años hubo un accidente con un nene de San Justo", recordó Guadalupe. "A María Saavedra, una vecina de Urkupiña, le salieron manchas en la piel y se fue. El médico le dijo que no sabía si era por las antenas de alta tensión que hay ahí o los pozos. Pero también hay chicos con infecciones en la piel. Nosotros creemos que es por los pozos ciegos", aseguró la dirigente barrial.
Desagotes
La vida útil de los pozos dependerá además de la calidad de la construcción, del desagote. Un pozo de dos metros, indicó René, puede durar hasta 8 meses.
El municipio tiene un camión atmosférico que brinda gratuitamente el servicio de desagote para las familias de escasos recursos. Pero según los vecinos, es una odisea conseguir que los visite. "Deben venir cada 6 meses, pero no vienen, ponen de excusa el estado de las calles", se quejó Guadalupe.
"Hay gente con los pozos llenos, Pero para hacer un desagote te cobran $1.500 y apenas si comemos", advirtió por otro lado René, que también se quejó por la falta de respuesta de la Municipalidad.
Según indicó Federico Casas, subsecretario de Renovación Urbana de la Municipalidad, en lo que va del año se realizaron mil desagotes. "Lo que se desagotó en todo un año durante el 2019", resaltó. Casas explicó que cada familia debería desagotar los pozos "una o dos veces por año", mientras que los que lo tienen en mejor condiciones "con una vez al año alcanza".
"Hay lugares donde los pozos están muy deteriorados de pequeñas dimensiones y colapsados. Entonces disminuye su capacidad de almacenamiento. También tiene que ver las condiciones del suelo, hay lugares que están más cercanos a los ríos y el suelo es más absorbente", explicó el funcionario municipal y ejemplificó que "en las proximidades del Grand Bourg, en la zona oeste alta, los pozos se llenan mucho más rápido que en la zona norte próxima al río, como Vaqueros que los suelos son más permeables".