La hazaña no pudo ser, aunque estuvo muy cerca de ocurrir. River dejó todo en Brasil frente al Palmeiras y pasó por arriba a un equipo que no tuvo nada de aquel que jugó en la ida, pero que le terminó alcanzando para llegar a la final con los 3 goles hechos en la cancha de Independiente.
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La hazaña no pudo ser, aunque estuvo muy cerca de ocurrir. River dejó todo en Brasil frente al Palmeiras y pasó por arriba a un equipo que no tuvo nada de aquel que jugó en la ida, pero que le terminó alcanzando para llegar a la final con los 3 goles hechos en la cancha de Independiente.
Desde el arranque el equipo de Marcelo Gallardo salió decidido a achicar la brecha que lo separaba de la final de la Libertadores, y solo en el primer tiempo logró meter dos goles.
El primero cortesía de Robert Rojas con un cabezazo descomunal, y antes de que finalice la primera parte apareció Borré para marcar el 2 a 0.
Palmeiras, que tan solo se limitó a defender durante todo el partido, no se mostró como aquel equipo aguerrido del primer encuentro y esto le daba lugar al Millonario para que avasalle con su juego.
Sin embargo, la segunda mitad trajo consigo mucha polémica por parte del VAR. En primera instancia por la anulación del gol de Montiel, que hubiera empatado la serie de no ser por un offside muy fino de Santos Borré.
Luego, cerca del final del encuentro, una falta a Matías Suárez dentro del área le estaba dando un penal a River que podía devolverle la ilusión de clasificar. No obstante, el árbitro decidió revisar el VAR y terminó anulando el penal debido a que consideró que no hubo falta hacia el jugador del Millonario.
A pesar de esto, y de jugar con un hombre menos por la expulsión de Rojas, el equipo de Marcelo Gallardo siguió apretando al Palmeiras que solo atinaba a despejar el balón y esperar que alguno de sus delanteros agarre algún rebote.
River quedó muy cerca de la hazaña pero no le alcanzó, y ahora es el Palmeiras quien aguarda por Santos o por Boca para definir la Copa Libertadores en el Maracaná.