LAURA MASTROLINARDO
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LAURA MASTROLINARDO
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</DEP-E1>PTA. DEL CONSEJO DE DIRECTORES DE CAPITAL
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María Laura Mastrolinardo es directora del colegio Juan Carlos Saravia, de barrio Limache, y presidenta del Consejo de Directores de escuelas secundarias de la capital salteña. Dialogó con El Tribuno sobre las denuncias de acoso que se están dando en los colegios y el rol de los directores.
¿Cómo analizan los acosos sexuales denunciados en el colegio 11 de Septiembre que se están expandiendo a otros colegios?
Estamos afligidos por lo que está pasando, hay varias aristas para analizar. Por un lado, si analizamos la denuncia en sí habría que ver, cuando va la madre y hace la denuncia qué acción tiene el equipo directivo. Nosotros tenemos un protocolo de intervención para situaciones, hacemos lo que marca el protocolo y este dice que el directivo tiene que tomar la denuncia, labrar las actas y elevar. No podemos hacer más. Otra arista a analizar sería cuán adecuado está el protocolo porque la sensación es que el directivo no hace, pero el directivo hace lo que tiene que hacer y lo demás no le corresponde, no es injerencia del directivo, lo tienen que resolver las autoridades del ministerio.
La supervisora o supervisor tienen que tomar esa denuncia y elevar esas actuaciones a Jurídico y Jurídico tiene que ver si da lugar o no a la separación del cargo, y es el director de nivel el que separa del cargo al docente. El directivo de la escuela no lo hace.
Pero, ante un caso de abuso de una chica o chico todo eso es mucho tiempo...
Claro, pero no está en la sola responsabilidad del equipo directivo. Por eso digo, la otra arista sería que revisemos el protocolo porque es verdad que es mucho tiempo y es verdad que cuando se inician sumarios pueden pasar años y no se resuelven. Hay personas sumariadas hace cinco años que no tienen todavía su sumario resuelto. Y más allá del propio ámbito de la escuela o el Ministerio de Educación, la Justicia en sí demora. Si vamos a hablar de protocolos, la Justicia también demora.
Y, ¿de quién es la responsabilidad?, ¿del directivo? Si el directivo no tiene la potestad para separarlo. Hay muchas cosas para analizar que nosotros ya veníamos viendo. Estas cosas a nosotros nos agobian porque no podemos resolverlas. Hay un límite para nuestra autoridad y el límite está puesto por la normativa.
Entonces, ¿van a plantear modificaciones de la normativa?
El marco normativo general lo venimos planteando hace rato. El estatuto docente es del 70, el reglamento general de escuelas, del 73, el primario, del 69 y todavía están vigentes. Nosotros como directivos ya hemos planteado a otras gestiones y a esta misma la necesidad de adecuar la normativa, más aún después de un año de pandemia.
El protocolo de intervención se aprobó por resolución 546 el 17 de julio de 2019, relativamente nuevo, antes no lo teníamos así. Pero si esto no nos está dando resultado habrá que reformularlo. Quizás, el protocolo en su interior es lo que corresponde hacer, lo que no condice son los tiempos en que te lleva hacer todo eso, yo creo que ese es el nudo.
El ministro Cánepa dijo que los directores tienen que dar aviso inmediato de este tipo de situaciones, como dejando entrever que no lo hacen...
Comunicamos cuando nos enteramos, que es distinto que las cosas pasen y no nos enteremos. El niño es el que nos tiene que decir. Cuando el niño informa, el directivo tiene que actuar, así lo marca el protocolo. Y el directivo suele hacerlo inmediatamente. Los tiempos nos están jugando en contra y la ansiedad que tiene la familia en estas situaciones tan violentas.
¿Los directivos esconden los problemas?
Los directivos no escondemos las cosas, todo lo que nos pasa lo dejamos por acta. La gestión en la escuela tiene un marco normativo que es amplísimo, el directivo hace, prepara y eleva. No creo que haya un directivo de escuela que esconda algo.
Se hacen este tipo de denuncias en las escuelas que no trascienden a los medios...
Sí se hacen, sí hay situaciones y en cada una de ellas los equipos directivos han intervenido. Lo que pasa es que acá lo que hubo es una intervención mediática que ha exacerbado los ánimos de todo el mundo. En otros casos, las situaciones se han resuelto por vía judicial o administrativa pero no alcanzaron a conocimiento de los medios, pero sí hay situaciones.
Para usted, ¿es excesiva la trascendencia que se dio?
Sí, creo que ese sentimiento fue demasiado exacerbado. Yo no discuto que la situación sea grave, yo creo que la situación es gravísima, pero la forma en que se manejó fue hasta demasiado violenta. Yo pienso en esto, ¿alguien pensó en esa niña? Creo que las cuestiones las tendrían que haber manejado los adultos de otra manera y los estamentos públicos, el Estado, tienen que hacerse cargo pero manejando las situaciones con mesura.
A partir de las denuncias, ¿hubo algún cambio en las escuelas?
No, más que la remoción de los cargos de los vice, que creo incrementa el desmanejo de la situación. Porque si ellos hicieron lo que dice el protocolo, cumplieron con su obligación y habría que hacerle entender a los padres que la responsabilidad de la situación no cae solo en el directivo.