La condena sobre el empresario Lázaro Báez y otros acusados en el juicio por "La ruta del dinero K" tendrá impacto en el otro proceso oral que se sigue contra él y la vicepresidenta Cristina Kirchner, ya que para los jueces el delito que dio origen al lavado de dinero es haber recibido obra pública durante el kirchnerismo.
Fue un veredicto sin condenas para funcionarios públicos porque no los había en el banquillo de los acusados, pero los efectos de este juicio llegarán a aquel otro que está en curso contra el empresario, Cristina Kirchner y ex integrantes de su Gobierno por fraude con el manejo de la obra pública, al haber beneficiado en su licitación a Báez.
Si bien no se leyó en la parte dispositiva de la condena, el delito precedente de fraude con la obra pública fue considerado por los jueces Néstor Costabel y Adriana Pallioti, con la disidencia de Gabriela López Iñíguez.
Por ello, al considerar que tal fue el delito que originó el lavado, es que fijaron una pena tan alta, tal cual la pidió la fiscalía, y un monto de decomiso superior a los 60 millones de dólares.
El resultado de este juicio sin lugar a dudas será un efecto de cola sobre el otro que actualmente se sigue contra Cristina Kirchner, pues este último es el origen de toda la maniobra según acaba de establecer la Justicia.
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La condena sobre el empresario Lázaro Báez y otros acusados en el juicio por "La ruta del dinero K" tendrá impacto en el otro proceso oral que se sigue contra él y la vicepresidenta Cristina Kirchner, ya que para los jueces el delito que dio origen al lavado de dinero es haber recibido obra pública durante el kirchnerismo.
Fue un veredicto sin condenas para funcionarios públicos porque no los había en el banquillo de los acusados, pero los efectos de este juicio llegarán a aquel otro que está en curso contra el empresario, Cristina Kirchner y ex integrantes de su Gobierno por fraude con el manejo de la obra pública, al haber beneficiado en su licitación a Báez.
Si bien no se leyó en la parte dispositiva de la condena, el delito precedente de fraude con la obra pública fue considerado por los jueces Néstor Costabel y Adriana Pallioti, con la disidencia de Gabriela López Iñíguez.
Por ello, al considerar que tal fue el delito que originó el lavado, es que fijaron una pena tan alta, tal cual la pidió la fiscalía, y un monto de decomiso superior a los 60 millones de dólares.
El resultado de este juicio sin lugar a dudas será un efecto de cola sobre el otro que actualmente se sigue contra Cristina Kirchner, pues este último es el origen de toda la maniobra según acaba de establecer la Justicia.