¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

20°
8 de Mayo,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

Mariela Giménez cubre la subrogancia en el Juzgado Federal Nº 2 de Salta

El Presidente aún no aceptó la renuncia presentada por el juez Miguel Medina.
Domingo, 21 de marzo de 2021 01:46

Hay algunos movimientos en la Justicia Federal salteña. Es que Mariela Giménez está subrogando el juzgado federal N´ 2. Esto ocurre porque Miguel Antonio Medina renunció para acogerse a la jubilación.

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

Hay algunos movimientos en la Justicia Federal salteña. Es que Mariela Giménez está subrogando el juzgado federal N´ 2. Esto ocurre porque Miguel Antonio Medina renunció para acogerse a la jubilación.

Desde hace un tiempo ya Mariela Giménez, una funcionaria judicial que asistió a Medina por años, subroga como jueza federal N§ 2 de Salta.

El pasado viernes 12 de marzo, el despacho que Miguel Antonio Medina ocupó durante 24 años y 7 meses en la sede de España y Deán Funes quedó desocupado. Las dos mudanzas que demandó su pletórica biblioteca marcaron el final de su carrera como juez federal N§ 2 de Salta.

Con una nota dirigida al presidente Alberto Fernández el 17 de febrero último, el magistrado presentó su renuncia con vigencia desde el 1 de marzo. El Ejecutivo nacional todavía no la aceptó, pero más allá de las formalidades pendientes el ciclo del juez que tomó licencia y tiene la jubilación en puerta está cerrado.

Al igual que Giménez, otro secretario judicial, Santiago French, se desempeña desde 2019 como juez subrogante en la Cámara Federal de Salta.

Las subrogancias no son infrecuentes ni breves en el norte, donde la escasez de la judicatura se hace sentir en distintos niveles del fuero federal.

El juez Julio Bavio asumió como juez federal N§ 1 de Salta en octubre de 2017, luego de ocho años de subrogancia en la función. Su par Gustavo Montoya acaba de jurar como titular del Juzgado Federal de Orán, tras subrogar durante varios años en el cargo que quedó vacante por la remoción del exjuez Raúl Reynoso en 2016.

En los últimos tiempos, las estructuras del Ministerio Público Fiscal se vieron claramente fortalecidas ante las del Poder Judicial de la Nación. Con el nuevo Código Procesal, que desde mediados de 2019 introdujo el sistema acusatorio en la jurisdicción de la Cámara Federal de Salta, los contrastes se hicieron más notorios.

En Salta y Jujuy, puntas de lanza de los procesos adversariales en el país, un mismo juez tiene en una mañana cinco audiencias en las que llegan a intervenir hasta cinco fiscales distintos. Es muy probable que ello haya pesado tanto o más que las ansias jubilatorias y las intimaciones por el límite de edad superado en el renunciamiento que movió un mar de conjeturas en los últimos días.

Miguel Medina fue designado como juez federal N§ 2 de Salta en agosto de 1995, a través de un decreto del entonces presidente Carlos Menem, pero recién pudo asumir en julio de 1996, tras once meses de pelea para que la Cámara Federal de Salta accediera a habilitarle el Juzgado.

Tuvo varios fallos resonantes

En su largo ciclo como juez, Medina intervino en sonadas causas y dictó fallos que ganaron los grandes titulares de la prensa nacional, como los cortes de ruta, puebladas y sitiamientos que tuvieron violentos y trágicos epílogos en el norte salteño a fines de los noventa.

En 1998, llevó adelante la investigación del doble crimen de los gendarmes Leocadio Salto y Adrián Reynoso, quienes fueron ejecutados a sangre fría en Salvador Mazza. Los asesinos fueron identificados, detenidos y condenados a cadena perpetua.

Otros fallos con fuertes repercusiones fueron los que obligaron a bancos a devolver fondos arrebatados a ahorristas con el corralito de 2001, a reajustar haberes jubilatorios ante miles de demandas y a garantizar tratamientos y medicaciones en cientos de amparos.

En 2002, Medina marcó precedentes al declarar la inconstitucionalidad de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida. Ese fallo allanó el camino para la reapertura de la causa de Palomitas.

Tiempo después, en la causa Ragone, su Juzgado declaró la inconstitucionalidad de los indultos de Menem, lo que posibilitó encausar a responsables de crímenes de lesa humanidad que habían quedado eximidos de responsabilidad penal. En 2010, en el marco de la misma causa, Medina fue apercibido por el Consejo de la Magistratura ante una presentación de familiares de Miguel Ragone, el exgobernador de Salta que fue secuestrado y asesinado en 1976, pocos días antes del golpe de Estado.

En 2010, Medina también había quedado en el ojo de la tormenta tras suspender la aplicación de la ley de medios promulgada en octubre de 2009 por la presidenta Cristina Fernández.

En agosto de ese mismo año, actuando en subrogancia en Jujuy, Medina procesó a tres exjueces federales de la vecina provincia por delitos de lesa humanidad.

En otra resonante causa, Medina también había procesado por cohecho agravado a José Antonio Solá Torino, el exjuez federal de Salta que se suicidó, en noviembre de 2020, poco ante de ser detenido para cumplir una condena se seis años por recibir coimas de narcos.

Temas de la nota

PUBLICIDAD