El avance de la pandemia durante el 2020 complicó la situación de las personas que viven en la calle. Los sin techo, quedaron totalmente desprotegidos ante una amenaza que puso de rodillas al mundo. Al principio, la irrupción del coronavirus afectó gravemente a las personas indigentes.
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El avance de la pandemia durante el 2020 complicó la situación de las personas que viven en la calle. Los sin techo, quedaron totalmente desprotegidos ante una amenaza que puso de rodillas al mundo. Al principio, la irrupción del coronavirus afectó gravemente a las personas indigentes.
Sin embargo, el escenario actual es aún más complejo porque la pandemia continúa que sumado a una crisis económica hacen que cada vez más personas hayan encontrado en la calle su techo.
En el Gobierno provincial ya hay preocupación porque el aumento de la pobreza y la indigencia podría significar que más familias terminen en situación de calle.
A un año de haberse declarado el aislamiento social, preventivo y obligatorio en el país, el Refugio Municipal cumple el primer año de su puesta en marcha, brindando asistencia y contención a personas en situación de calle.
A la fecha, un total de 15 hombres se encuentran alojados en el dispositivo que se encuentra en Buenos Aires al 900, pero durante el 2020 llegó a alojar a 68 personas bajo estrictos protocolos de ingreso y egreso.
El secretario de Desarrollo Social, Santiago Lynch, explicó que en el refugio ninguna de las personas que ingresaron se contagiaron del virus de la COVID-19. Además expresó que este espacio permitió que las personas que vivían en situación de calle ingresen de manera voluntaria, donde el trabajo de acompañamiento continúa hasta que ellos puedan reinsertarse en la sociedad y salgan de mejor manera de la que entraron.
“Al refugio yo lo llamo como un respiro, para que la gente venga y pueda estar 15, 20 días o un mes. En este contexto de pandemia, tenemos que restringir el ingreso de las personas que quieren quedarse por una noche por la cantidad de contagios que hay. Si entran y salen todas las noches, es como que ponen en peligro al resto”, expresó.
El funcionario también detalló que todos los residentes son asistidos por profesionales, agentes municipales y voluntarios y cada persona recibe alimento a la mañana, tarde y noche.
“Sin embargo, el objetivo del refugio de este año es poder abrir un espacio con 10 camas para que las personas puedan pasar la noche y la gente que está como refugiada esté en la planta de arriba como para que pueda estar aislada del resto. La parte de abajo sería para que entren y salgan y la planta de arriba para los que quieran quedarse un tiempo más”, expresó el funcionario.
Quienes ingresan y egresan del refugio lo hacen de manera voluntaria respetando las normas de convivencia y protocolos de actuación que son aceptados o rechazados por elección individual.
“Nosotros vamos a recibir a la noche hasta diez personas para que al otro día se puedan ir, no les vamos a pedir ninguna condición nada más que no tengan contacto con la gente que esta arriba. Ese es el esquema que vamos a armar ahora. Hoy tenemos 15 personas de las cuales cuatro no se mueven que se quedan. En el 2020 pasaron 62 pasaron por el refugio pero a la vez llegaron a haber 35, o sea durante la misma noche”, remarcó Santiago Lynch.
Llamar al 105
Cabe recordar que diferentes áreas del municipio trabajan coordinadamente cuando algún vecino visibiliza a una persona en situación de calle hay que llamar a la línea 105.
Siguiendo el protocolo de actuación, los preventores de la Subsecretaría de Gestión Integral de Riesgos dialogan con la persona y lo invitan a trasladarse al dispositivo social, donde puede pernoctar en un ambiente seguro y tranquilo.