Por primera vez, el arreo de caballos y mulas de Gendarmería Nacional en plena Cordillera de Los Andes fue protagonizado por mujeres. Entre ellas, la joven médica veterinaria salteña Carla Corino, amante de la montaña y de los desafíos.
Como todos los años para esta época, la tropilla que descansaba en la zona conocida como El Azufre, donde existen buenas pasturas cercanas al volcán Peteroa (límite entre Argentina y Chile), es trasladada hasta el Sosneado, un puesto ubicado a unos 250 kilómetros de allí. En este último destino, los animales permanecerán el resto del año y estarán a disposición de la fuerza para los patrullajes en la frontera.
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Por primera vez, el arreo de caballos y mulas de Gendarmería Nacional en plena Cordillera de Los Andes fue protagonizado por mujeres. Entre ellas, la joven médica veterinaria salteña Carla Corino, amante de la montaña y de los desafíos.
Como todos los años para esta época, la tropilla que descansaba en la zona conocida como El Azufre, donde existen buenas pasturas cercanas al volcán Peteroa (límite entre Argentina y Chile), es trasladada hasta el Sosneado, un puesto ubicado a unos 250 kilómetros de allí. En este último destino, los animales permanecerán el resto del año y estarán a disposición de la fuerza para los patrullajes en la frontera.
La travesía es larga y peligrosa. Se debe transitar por huellas existentes trazadas por los constantes viajes de arrieros en siglos pasados. Se requiere de grandes destrezas para transitar por la escarpada geografía cordillerana y soportar las bajas temperaturas, en una región con registros muy inferiores a los 0º.
Corino (32) es primer alférez y presta servicios en el Escuadrón 29 de Gendarmería, de la ciudad de Malargüe, Mendoza. Además de su formación profesional, cuenta con un gran entrenamiento que le permitió participar de la misión. En Salta, para cada festividad del Milagro, se suma a la peregrinación de devotos que caminan desde Seclantás hasta la Catedral Basílica, según pudo averiguar El Tribuno.
Un comunicado de Presidencia de la Nación, que destacó la tarea, detalla que los integrantes del equipo fueron la primer alférez Carla Corino, el sargento David Guiraldes, cabo primero Analía Leguizamón y cabo Gabriel Chaparro.
El viaje duró cuatro largos días, con ascensos y descensos a caballo entre peligrosos desfiladeros. Los senderos son pedregosos y resbaladizos en algunos sectores. No se puede emprender una empresa como esta sin un equipamiento adecuado, sobre todo para enfrentar las inclemencias climáticas extremas. Llevaron armamento y teléfonos satelitales. Las noches tuvieron que atravesarlas bajo las chapas de precarias construcciones dispersas en el camino, utilizadas como refugio por los pastores de la zona. No faltaron las bolsas de dormir y las fogatas. De regreso, trajeron consigo una veintena de equinos.
Antecedentes
Hace poco más de un año, en enero de 2019, Carla Corino también formó parte de un encuentro binacional entre gendarmes argentinos y carabineros chilenos, en el paso internacional Las Damas. Aquella actividad, en plena cordillera, también contituyó un hecho histórico de participación femenina. En un artículo del diario Malagüe, el comandante principal, Gabriel Da Luz, jefe del Escuadrón 29, explicó que el encuentro formó parte una agenda de enlace, en los que se intercambia información y experiencias, y se acuerdan formas de trabajar en los controles fronterizos.
El Escuadrón 29 de Gendarmería Nacional goza de un gran prestigio. En 2020 miembros del Grupo Especial Alta Montaña (GEAM) ascendieron al volcán Peteroa, donde verificaron y realizaron mantenimiento del equipo de monitoreo geológico antes del cierre de dichas instalaciones por la llegada del período invernal. El volcán se encuentra a 3.494 metros de altura.