El presidente Alberto Fernández y la titular del PRO, Patricia Bullrich, no se pusieron de acuerdo ayer en una audiencia de mediación, por lo que el mandatario seguirá adelante con la demanda por difamación en su contra.
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El presidente Alberto Fernández y la titular del PRO, Patricia Bullrich, no se pusieron de acuerdo ayer en una audiencia de mediación, por lo que el mandatario seguirá adelante con la demanda por difamación en su contra.
El jefe de Estado y la exministra de Seguridad participaron de la audiencia de forma virtual, pero no alcanzaron un acuerdo y ahora la denuncia contra Bullrich seguirá su curso en la Justicia civil.
La instancia de mediación es confidencial, por lo que no trascendieron detalles de la conversación.
El Presidente quiere avanzar con la demanda porque considera que los dichos de Bullrich sobre la existencia de un pedido de retornos en la negociación con Pzifer de parte del Gobierno nacional fueron de "gravedad institucional".
Por su parte, la presidenta del PRO mantiene sus declaraciones públicas, las que no se materializaron como una denuncia ante la Justicia.
Ayer, el abogado del presidente en esta causa, Gregorio Dalbón, sostuvo: "Patricia Bullrich necesita de esto, no tiene trabajo, es solo la presidenta de un partido. Solo difama y está en contra de lo que hace el Gobierno".
"Estas cuestiones de las pruebas que dice tener son para su público, un grupo reducido que están emparentadas con la violencia verbal que tiene Bullrich con sus mentiras", remarcó Dalbón.
En declaraciones radiales, aseguró que "lo normal es que cuando uno tiene una prueba de soborno o ilícito, haga una denuncia ante un juzgado, pero ella fue a un programa de televisión, por lo tanto nunca tuvo pruebas y Pfizer la desmintió". El letrado señaló que buscarán que "la Justicia sea la que dirima lo que debe hacer Bullrich por su difamación y que se la condene por eso".
"Si bien es un acto obligatorio, es un trámite. El Presidente me instruyó en que esto no tiene una posibilidad de mediar. La injuria fue muy grave. Utilizar esta situación para tener un rédito político es de una calaña nunca vista", agregó.
Carrió, molesta
La líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, advirtió ayer que tanto su partido como el radicalismo están "cansados del destrato" y apuntó contra la pulseada interna que se da en el PRO, al tiempo que lanzó un "llamado desesperado a la unidad de la oposición para que tenga grandeza".
"Quiero hacer un llamado a toda la dirigencia política. Es un llamado desesperado a la unidad de la oposición para que tenga grandeza. Estoy mediando pero no doy abasto", señaló la cofundadora del frente Juntos por el Cambio, quien criticó las "ambiciones personales" con claras alusiones al PRO.
Carrió se expresó así en momentos en que el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y la presidenta del PRO, Patricia Bullrich, se disputan el armado de las listas de candidatos para las elecciones legislativas de este año y empiezan a perfilar una competencia en las primarias (PASO).
La líder de la Coalición Cívica consideró que "no hay tiempo de discordias" y criticó que "hay mucha política que no entiende eso y solo vive de la ambición", al tiempo que advirtió: "Las ambiciones personales son superiores a la situación de nuestra Nación".