El juicio contra el sacerdote Agustín Rosa Torino comenzó con concentración de organizaciones en las puertas de Ciudad Judicial ayer al mediodía. El religioso está denunciado por abusos sexuales a tres exintegrantes del Instituto Hermanos Discípulos de Dios San Juan Bautista que el mismo acusado fundó. También se reunió en el lugar un reducido grupo de seguidores del sacerdote, que se negó a declarar.
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El juicio contra el sacerdote Agustín Rosa Torino comenzó con concentración de organizaciones en las puertas de Ciudad Judicial ayer al mediodía. El religioso está denunciado por abusos sexuales a tres exintegrantes del Instituto Hermanos Discípulos de Dios San Juan Bautista que el mismo acusado fundó. También se reunió en el lugar un reducido grupo de seguidores del sacerdote, que se negó a declarar.
El primer cuarto intermedio se realizó a partir del pedido de los abogados defensores del cura de declarar la incompetencia de la Justicia provincial para juzgar uno de los hechos denunciados por la religiosa, sucedido en el estado de Toluca, México.
Los abogados de Rosa Torino, Humberto Oliver y Miguel Núñez Najle pidieron, además, incluir el testimonio de Martín Trejo, quien, aseguraron, estaba dispuesto a declarar para contar que Juan Bo, uno de los que primero abandonó el instituto de Rosa Torino y que ayudó con la denuncia a los exnovicios, le había ofrecido dinero a cambio de testificar en contra del sacerdote.
Los jueces decidieron hacer lugar a la incompetencia para analizar el hecho sucedido en Toluca y se comprometieron a derivar a la Justicia mexicana el caso. Se negaron a incorporar el testimonio de Trejo. Contemplaron el argumento de la fiscal Verónica Simesen de Bielke, que lo rechazó por "no ser la etapa procesal oportuna para este testimonio".
Por otro lado, los jueces no hicieron lugar al pedido de la fiscal de incorporar las denuncias canónicas contra el religioso que había solicitado en 2019 y que le fueron remitidas por el Arzobispado local hace unos días. Se trata de documentos relacionados con el procedimiento interno de la Iglesia para juzgar las acusaciones contra sacerdotes.
Resueltos los pedidos, los jueces solicitaron comparecer ante el estrado al cura. Repasaron las acusaciones y le consultaron si testificaría, a lo que el cura se negó.
Manifestación
La primera audiencia de las diez previstas comenzó cerca de 40 minutos más tarde de lo planificado. Afuera, con megáfonos, militantes del Partido Obrero, Pan y Rosas, la Red de Sobrevivientes de Abusos Eclesiásticos y el ILEC (Instituto de Estudios Laicos Contemporáneos) cantaban a viva voz en repudio al cura.
A la movilización se sumó una intervención de parte de un grupo de mujeres, que llegaron encapuchadas y alzaron entre los manifestantes un muñeco con el rostro de Rosa Torino vestido con los hábitos del instituto religioso que fundó. Mientras, adentro y en solitario, el sacerdote aguardaba la llegada de los funcionarios judiciales.
El proceso es el segundo en la provincia contra un religioso acusado de abuso sexual, aunque Rosa Torino es el primer religioso de este rango eclesial en llegar a juicio en Salta y el primer fundador de un instituto católico del país que afronta a la Justicia.
La audiencia comenzó con la lectura de los testimonios de los denunciantes: dos exnovicios y una exmonja. También se leyeron los informes psicológicos que indican que ninguno de los tres mostraba "tendencias patológicas a la fabulación" y que tenían "mecanismos de defensión eficaces". También que los exnovicios atravesaban procesos depresivos, relacionados a "ataques sexuales" y que dos de los denunciantes tuvieron intentos de suicidio.