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La UCASAL se suma para pensar el futuro en El Alfarcito

El equipo de l cátedra de Orientación Vocacional de la Licenciatura en Psicología trabaja en un proyecto de extensión con los chicos que este año egresan del secundario de montaña.
Domingo, 27 de junio de 2021 12:56
Los chicos de la promoción 2021 de El Alfarcito. Fotos: Antonio Gaspar

Pensar en el futuro, la tarea emprendida por los estudiantes que egresan del quinto año del Colegio Secundario de Montaña N°8214 El Alfarcito y las docentes de Orientación Vocacional de la Universidad Católica de Salta.
El proyecto de extensión universitaria busca darle una guía a los chicos que salen del secundario para la continuidad de los estudios terciarios o universitario.
“Sueños y vocaciones de montaña: hacia la construcción de proyectos futuros” se llama la propuesta de Extensión de la licenciatura en Psicología de la Facultad de Artes y Ciencias, de la UCASAL. 
“Es una propuesta que nace a partir de una necesidad específica y de la demanda espontánea de parte de la Universidad hacia la Cátedra de Orientación Vocacional y Profesional, de realizar un proceso de orientación vocacional para los jóvenes de la localidad de El Alfarcito, cuyos sueños, dificultades, incertidumbres y la pregunta sobre el futuro se conjugan en un tiempo subjetivo, donde elegir es la esperanza; y un tiempo social resulta el escenario que exige respuestas posibles y concretas”, dijo la licenciada María Marcela Álvarez Chamale, directora del proyecto.

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Pensar en el futuro, la tarea emprendida por los estudiantes que egresan del quinto año del Colegio Secundario de Montaña N°8214 El Alfarcito y las docentes de Orientación Vocacional de la Universidad Católica de Salta.
El proyecto de extensión universitaria busca darle una guía a los chicos que salen del secundario para la continuidad de los estudios terciarios o universitario.
“Sueños y vocaciones de montaña: hacia la construcción de proyectos futuros” se llama la propuesta de Extensión de la licenciatura en Psicología de la Facultad de Artes y Ciencias, de la UCASAL. 
“Es una propuesta que nace a partir de una necesidad específica y de la demanda espontánea de parte de la Universidad hacia la Cátedra de Orientación Vocacional y Profesional, de realizar un proceso de orientación vocacional para los jóvenes de la localidad de El Alfarcito, cuyos sueños, dificultades, incertidumbres y la pregunta sobre el futuro se conjugan en un tiempo subjetivo, donde elegir es la esperanza; y un tiempo social resulta el escenario que exige respuestas posibles y concretas”, dijo la licenciada María Marcela Álvarez Chamale, directora del proyecto.


Completan el plantel las profesoras Noel Pacheco Vélez, María Emilia Fernández, Luciana Ferrato; más alumnas de la Licenciatura en Psicología y del del Profesorado de Educación Inicial.
La propuesta de brindar orientación vocacional a los chicos de El Alfarcito se realizó en el contexto de pandemia. Por lo que se hizo en la bimodalidad. Dos talleres vía Zoom y el sábado último se realizó la actividad presencial.
Una jornada de varias actividades, en forma de talleres, que se realizaron con los 28 estudiantes del quinto año del secundario.
Las dos burbujas estuvieron presentes y se vieron las caras por primera vez todos los estudiantes que este año egresan y que deben definir su futuro. Un porvenir que al día de hoy se encuentra en una encrucijada condicionada por una situación particular.
La comunidad educativa de la Quebrada del río Toro cuenta actualmente con adolescentes que continúan sus estudios secundarios en el Colegio Secundario de Montaña El Alfarcito, en total 130 chicos provenientes de 25 parajes dispersos por los cerros de la pre Puna del departamento de Rosario de Lerma. Sus estudiantes provienen de 18 escuelas rurales de zonas inhóspitas de montaña, en gran mayoría pertenecientes a familias de pastores, pequeños campesinos con agricultura de al menos 1 hectárea, con economía de subsistencia. Uno de los objetivos del colegio es que la gente de estos parajes reciba su formación secundaria en los cerros para fomentar su arraigo y desarrollo en el contexto donde viven. 
“Para poder llevar a cabo este objetivo, que fue una de las principales aspiraciones y sueños de su fundador el Padre Chifri, fue la de despertar en los alumnos el amor por su tierra y su cultura, logrando la producción de artesanías propias de la zona y aprovechando todos los materiales que le brinda la naturaleza, para hacer de los mismos un uso comunitario y un oficio como fiel testimonio de sus creencias y con ello poder brindarles las herramientas necesarias para poder vivir, mejorar su calidad de vida y evitar el desarraigo”, dice el texto del proyecto.
Con esa premisa hicieron su trabajo en jornada extendida durante todo el sábado.
“Buscamos promover en los estudiantes que egresan del secundario el acceso al derecho universal de elegir qué hacer en la vida, facilitando espacios de interpelación subjetiva y social para soñar el futuro y construir proyectos de vida”, dijo Marcela Álvarez Chamale.

Salir para aprender 

Los proyectos tienen como propósito estimular las acciones de Extensión Universitaria para contribuir al cumplimiento de una de las misiones fundantes de las universidades. Las tres tareas son formar, investigar y extensionar.
La Universidad Católica de Salta pretende continuar jerarquizando la Extensión procurando, “a través de la cooperación y la interacción con la sociedad, la construcción de respuestas eficaces e innovadoras, en diálogo con la docencia y la investigación; en cuanto a los objetivos específicos se intenta promover la extensión universitaria en todos los ámbitos de la UCASAL y contribuir a la formación de recursos en esta área, promoviendo la integración de equipos multi e interdisciplinarios”, en palabras escritas en la Resolución Rectoral N° 392/2.021.
Dicho en otras palabras, la UCASAL valora e institucionaliza estas acciones en donde sus docentes y estudiantes interactúan, participan y también aprenden de una comunidad en particular, en este caso El Alfarcito. Pues es verdad de Perogrullo, pero siempre necesario recordar, que la universidad sale de sus claustros no sólo a enseñar sino también a aprender.
 

 

 

Actividades en pandemia


Las actividades presenciales estuvieron ajustados a las protocolos de prevención por la pandemia que mantiene la institución donde se intervino.
“Tenemos dos burbujas en el quinto año que ahora, por primera vez en año y medio se juntan. A una burbuja la retrasamos un día y a la otra la adelantamos también un día. Es por eso que hoy (sábado) recién se encuentra la promoción completa. Por supuesto que utilizamos los espacios abiertos y más amplios del colegio. El Comedor se utiliza a la mañana y Salón de Usos Múltiples a la tarde por lo que la distribución espacial recomendada está asegurada”, dijo la coordinadora de Albergue del colegio, Cecilia Lizondo.
El padre Walter Medina acompañó y participó en las actividades propuestas por las psicólogas que apuntaron a lo lúdico, al jugar para develar por dónde van los sueños, los anhelos y la visión de futuro de los chicos que están atravesados por el contexto de ruralidad. 
“Nuestros egresado tienen enormes dificultades para la continuidad de los estudios superiores porque la única opción que tienen para continuar es migrar a la ciudad a algún terciario o a las universidades. Allí es donde tenemos el abandono de los estudios por variados motivos. Esperamos que con la intervención del equipo de orientación vocacional nos ayude a encontrar lo que a cada chico le gusta”, dijo el padre Walter.
Si bien todas las actividades virtuales y presenciales se realizaron hasta ahora en grupos, comienzan una nueva etapa de indagación individual.
Se puede decir que la mayoría siguen viendo a la educación, y a la continuidad de los estudios, como un medio de movilidad social; y otros ven el futuro vinculado a la actividad agrícola y ganadera de la zona en una continuidad de las actividades tradicionales de sus familias. 

 

 

Datos duros

El paraje El Alfarcito está ubicado en la Quebrada del Toro, en los cerros del departamento salteño de Rosario de Lerma, a unos 90 kilómetros de la ciudad de Salta y a 2.800 metros de altura sobre el nivel del mar.
La actividad económica, que estaba en retroceso, cobró nueva vitalidad a raíz de dos factores clave: la creación de la Fundación Alfarcito y la llegada del recorrido terrestre del Tren a las Nubes, que multiplicó el arribo de turistas y reavivó el mercado artesanal y gastronómico.
El 5 de diciembre de 2009, el cura Sigfrido Maximiliano Moroder, popularmente conocido como “Padre Chifri”, inauguraba el Colegio Secundario de Montaña Nº 8214 “El Alfarcito”, que permitiría a cientos de adolescentes de 25 comunidades de la zona, que provienen de 18 escuelas primarias, poder educarse sin alejarse demasiado de sus lugares de origen.
Son comunidades indígenas dispersas en 5200 km2 , entre los 1800 y 4000 msnm, con difíciles accesos vehiculares, en mula o caminando por pasos cercanos a los 5000 msnm.
El colegio tienen la orientación en turismo y cuenta con un albergue que tiene 75 camas para chicas y 75 para chicos, un total de 150 plazas.
La misión que tienen institucionalmente es “que los jóvenes egresados del Colegio El Alfarcito estén confiados en sus propias potencialidades y sean capaces de implementar emprendimientos personales y/o comunitarios en sus cerros originarios. El primer y único Colegio Secundario en el cerro y para los cerros. para satisfacer el derecho al aprendizaje así como para promover la permanencia en la Quebrada”, dicen en la página www.colegioalfarcito.edu.ar/el-colegio
 

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