Esta tarde Fernando Candiotto dará en Salta la conferencia “Metafísica Cristiana: David y Goliat”, que se iniciará a las 19.30 presencial en la Fundación Copaipa (Zuviría 291) y a las 19.45 en línea por las cuentas de Facebook Escuela Metafísica de Buenos Aires y Escuela Metafísica de Salta Argentina. En Copaipa el aforo es limitado y se sugiere inscribirse al email metafisicainscripcion2022 @hotmail.com. La entrada no tiene un valor estipulado, pero los organizadores reciben una donación voluntaria. En cumplimiento del protocolo recomendado para frenar los contagios del coronavirus solicitan a los participantes que presenten el carné de vacunación con esquema completo, lleven puesto el barbijo y se dejen tomar la temperatura antes de entrar.
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Esta tarde Fernando Candiotto dará en Salta la conferencia “Metafísica Cristiana: David y Goliat”, que se iniciará a las 19.30 presencial en la Fundación Copaipa (Zuviría 291) y a las 19.45 en línea por las cuentas de Facebook Escuela Metafísica de Buenos Aires y Escuela Metafísica de Salta Argentina. En Copaipa el aforo es limitado y se sugiere inscribirse al email metafisicainscripcion2022 @hotmail.com. La entrada no tiene un valor estipulado, pero los organizadores reciben una donación voluntaria. En cumplimiento del protocolo recomendado para frenar los contagios del coronavirus solicitan a los participantes que presenten el carné de vacunación con esquema completo, lleven puesto el barbijo y se dejen tomar la temperatura antes de entrar.
El conferencista Fernando Candiotto (50) nació en Córdoba. Inició sus estudios metafísicos a los 18 años con Graciela Costantino, directora de la Editorial Metafísica Plateada. Posteriormente, a través del músico venezolano, conferencista internacional y especialista en Metafísica Rubén Cedeño, tomó contacto con el Grupo Metafísico Sede Central de Caracas y se sumó a trabajar con la línea discipular de Conny Méndez. Entre los lugares que ha visitado en el desarrollo de esta tarea se cuentan Italia, España, Grecia, Egipto, India, Israel, Uruguay, Paraguay, Brasil, Estados Unidos, México, Perú, Venezuela y Bolivia, Chile y Ecuador.
¿Por qué el ciclo de conferencias que está brindando se enmarca en la metafísica cristiana?
En los grandes libros sagrados de la humanidad, como la Biblia, por hablar del máximo libro sagrado conocido en Occidente, el Mahabhárata en Oriente, y también en los libros de metafísica encontramos toda la información y el conocimiento que un ser humano necesita para vivir en armonía consigo mismo, con el entorno y también para resolver los problemas y las situaciones que se le presentan en la vida diaria. ¿Qué pasa con la metafísica y los libros sagrados?
Sucede que esa enseñanza fue encerrada en su momento en símbolos, en historias que interpretadas simbólica o metafísicamente le podían dar al estudioso un conocimiento más profundo que literal. Así tenemos que, por ejemplo, en el caso de la Biblia al Antiguo Testamento, si lo interpretamos literalmente, tenemos una serie de narraciones sobre el pueblo de Israel y algunos de los personajes más relevantes de su historia y en el Nuevo Testamento tenemos anécdotas, la narración de la vida de Jesús y de algunos de sus apóstoles y parte de la enseñanza que comunicaron. Pero interpretados metafísicamente podemos obtener una enseñanza más profunda, que se puede aplicar a la vida diaria de forma práctica para resolver problemas concretos. Cuando digo esto es: conseguir un trabajo, gozar de buena salud, lograr perdonar, armonizar con la familia y con los amigos, traer paz a nuestra vida, producir básicamente todo aquello que nos libre del sufrimiento, que es lo que queremos todos los seres humanos.
¿Dónde se palpa la simbología de las Sagradas Escrituras?
Los estudiosos de los manuscritos del Mar Muerto, estos famosos escritos originales de la Biblia muchos de ellos y que fueron encontrados en las cuevas de Qumrán (Cisjordania), a orillas del Mar Muerto, a mediados del siglo XX, descubrieron esto que te estoy comentando y lo que estudiosos del siglo XIX y principios del XX ya sabían: que la Biblia está escrita en símbolos, que cada personaje y cada ciudad, cada pueblo en la Biblia tiene un significado metafísico que se repite. Por ejemplo: Egipto representa el materialismo, la idolatría, el hacer ídolos de la materia, el vivir para el dinero, el vivir para el confort material, y estar preso en Egipto es ser esclavo de la idolatría y de la materia, algo que termina acarreando sufrimiento porque como sabemos -al menos intelectualmente- todo lo del mundo material surge o nace y todo lo que nace en algún momento muere, y si nos apegamos a ello al final vamos a sufrir. El pueblo de Israel esclavo en Egipto representa al ser humano en la etapa de la vida en la cual a causa de la ignorancia es esclavo de la materia y todo el Éxodo, es decir, la salida del pueblo de Israel desde Egipto hasta que llega a la Tierra Prometida, es el proceso por el cual pasa un alma desde que comienza a salir de la ignorancia y de vivir solo para la materia, el periodo en el cual se va purificando de todos los errores cometidos en el pasado hasta que se desenvuelve, entra y vive en el estado de conciencia espiritual, que es lo representado por la Tierra Prometida. La Tierra Prometida y específicamente Jerusalén en la Biblia representan la conciencia espiritual.
¿Qué representan David y Goliat, dos figuras tan míticas?
El nombre David significa amado. El rey David es el símbolo del amor, así como su hijo, el rey Salomón, va a ser símbolo de la sabiduría.
Goliat es lo opuesto al amor y a la libertad: es la grosería, la ignorancia, la fuerza bruta mal utilizada para amedrentar, para atemorizar. El mensaje, entre otros que nos da David específicamente en esa escena de su vida, es que a través del amor, del coraje y de la inteligencia podemos transformar o transmutar en nosotros mismos al Goliat que a veces llevamos dentro. La Biblia interpretada metafísicamente se convierte en un manual de psicología del alma que nos explica de qué manera podemos desenvolvernos como almas, desarrollar los aspectos positivos que están latentes en todos nosotros para transformar nuestra vida en una vida maravillosa.
Los cristianos el registro de la relación entre Dios y la humanidad que tenemos a partir de la Biblia es que esta es una tierra de sufrimiento, de sacrifico y de castigo para, una vez en el más allá, conocer el plano del no dolor, por eso resulta tan revulsiva la propuesta de la metafísica de librarse del sufrimiento y alcanzar la felicidad también en este plano...
Cuando se escriben los primeros libros de la Biblia, que se le atribuyen a Moisés (Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio) Moisés estaba hablándole, enseñándole a un pueblo muy ignorante, analfabeto, que había vivido por más de doscientos años esclavo en Egipto, gente con tendencias que hoy nos parecerían demasiado retrógradas, porque vivimos en países más o menos civilizados con un sistema legal, algo que en aquel momento era todavía muy primitivo. Entonces él en los diez mandamientos da una serie de leyes como las que tal vez les daríamos a un animal o a un niño muy pequeños. Eran cuestiones básicas: no mates, no robes, porque si robás o matás Dios te va a castigar o destruir. Y así tenemos una imagen de la divinidad en el Antiguo Testamento, que es un Dios de temer. Era lo que la humanidad de ese momento necesitaba y podía comprender. Había que sacarla de ese estado tan salvaje, ignorante en el que vivía.
Pasan 1300 años entre Moisés y Jesús, y cuando llega Jesús presenta la enseñanza de otra manera y en otros términos a un pueblo que ha progresado, ha evolucionado, les habla de un Dios perdonador, que es amor, que desea el máximo bien para todos sus hijos. Si confrontamos las palabras del Dios del Antiguo y del Nuevo Testamento casi podríamos decir que se está hablando de dos entidades diversas, pero no, él no ha cambiado lo que ha cambiado es la mentalidad de los que oyen.
Jesús enseñaba -esto no es nuevo porque todo cristiano, todo católico lo sabe- a través de parábolas. En estas narraciones que tienen un mensaje ético, moral, pero él mismo da a entender en muchos de los pasajes de los evangelios que había todavía un nivel más profundo de interpretación de esas parábolas cuando dice: “Aquel que tenga oídos para oír que oiga, aquel que tenga ojos para ver que vea”. O cuando se habla de que luego se reunió en privado con sus apóstoles y continuó exlicándoles el significado.
Fernando Candiotto, en compañía de las facilitadoras de metafísica Blanca Chacón Dorr (izquierda) y Zulma Valfré (derecha). Walter Echazú
Esto también se hace explícito, el que hay un conocimiento velado, en el Evangelio según San Juan, en el cual el cronista dice:“Jesús también hizo muchas otras cosas, las cuales, si se escribieran una por una, pienso que ni aun en el mundo cabrían los libros que se habrían de escribir”...
Exactamente, pero cuál es la maravilla de las parábolas y lo que la gente de pronto está descubriendo ahora con la metafísica o lo que ya los metafísicos han comunicado en sus libros. Autores como Emmet Fox, que en la primera mitad del siglo XX llenaba salas en los Estados Unidos, hablando de la interpretación de metafísica de la Biblia, de que todas las narraciones del Antigua Testamento, independientemente de que sean o no históricas, son también parábolas que deben ser interpretadas para extraer el mensaje profundo. El hecho de escribirlo en símbolos qué ha hecho. Que fácilmente la gente las haya podido memorizar a lo largo de los siglos, sobre todo en épocas en las que la gente no tenía acceso a la lectura y la escritura. Entonces un cuento era de mucho más fácil acceso para todos recordarlo y cuando la mente está preparada lograr interpretarlo o cuando la mente está capacitada para entender un asunto más profundo, alguien que conozca la interpretación, el significado más profundo, lo revela y la persona lo puede aceptar, comprender.
¿Cuándo se puede hablar de un despertar de la conciencia? ¿En qué momento se puede pasar de la configuración del Dios castigador que usted mencionaba del Antiguo Testamento, luego del Dios del perdón del Nuevo Testamento a pensar en que lo tenemos que encontrar dentro de nosotros?
Hay un despertar de la conciencia cuando empezamos a preguntarnos quién soy, qué hago aquí, cuál es la razón de ser de la vida, de dónde vengo y hacia dónde voy. Son preguntas existenciales que en algún momento el ser humano se las hace y cuando empezamos a buscar respuestas a esto y empezamos a encontrar esas respuestas podemos decir que empieza a hacerse la luz en la mente del ser humano. Vivimos más o menos a ciegas o en la oscuridad cuando solamente vivimos para comer, dormir, reproducirnos, acumular riquezas que de todas maneras un día vamos a tener que dejar o vivimos solamente pendientes de un cuerpo que tarde o temprano también se va a deteriorar y lo vamos a dejar. Cuando empezamos a vivir un poco más inteligentemente viendo más allá de lo puramente material hay cierto despertar. También sucede cuando nos damos cuenta de que somos parte de un todo, que lo que yo hago, lo que pienso, lo que siento, lo que digo, no solo me afecta a mí, sino que también afecta a mi entorno. Y a su vez lo que los demás hacen nos afecta a todos. Y al darnos cuenta de que somos células de un gran cuerpo, que no es solo la humanidad, sino el planeta y el universo mismo, antes de actuar observamos para que nuestras acciones no afecten negativamente a otras personas y empezamos a reconocer que si bien a través de los sentidos percibimos diversidad, separación, detrás hay un trasfondo de unidad. Esa conciencia nos lleva a antes de pensar, hablar y actuar asegurarnos de que no vayamos a dañar a nadie. Más aún, que en lo posible beneficiemos a los demás. Esto hace que empecemos a actuar como células del cuerpo inteligentemente porque en la medida en que mi accionar beneficia a los demás yo como parte del mismo cuerpo me beneficio, pero si yo creyendo que me estoy beneficiando estoy robando, engañando, criticando a los demás en realidad estoy sembrando las bases de mi propio fracaso. No solo le estoy haciendo daño a alguna otra célula del cuerpo, sino que es inevitable que mi accionar regrese y me afecte. De hecho en el mismo momento en que lo estoy haciendo me está afectando.
¿Por qué hay tan poca conciencia de esto?
A veces vivimos con un grado muy bajo de auto-observación, pero si los que están leyendo esta entrevista se observan unas horas al día se van a dar cuenta de que cuando estamos criticando a alguien, cuando sentimos por otro envidia, celos, cualquier sentimiento inarmónico ese sentimiento y esas palabras están saliendo de nosotros y por lo tanto, están vibrando en nuestro cuerpo las sensaciones que generan, que no son agradables. Esas sensaciones repetidas a lo largo del tiempo a lo mejor provocan una úlcera estomacal o a lo mejor en el mismo día notamos que comemos algo y nos cae mal o que no podemos dormir bien o que nuestro sueño no resulta reparador. La acción negativa antes de salir y poder afectar a alguien afecta al propio actor y al revés, el sentimiento o la sensación confortadora la produce el ayudar a alguien, aunque sea el mínimo gesto de asistir a alguien necesitado a cruzar la calle o el darle un plato de leche a un gato abandonado produce una sensación de confort, el sentimiento vibra dentro de uno y el sentimiento de afecto, de agradecimiento expresado por uno o recibido por uno es confortable.
¿Y esto es lo que vuelve tan práctica a la Metafísica, que no es solo un camino en clave, no, a pesar de que mucha de su bibliografía se distancia del lector común porque auténticamente es para iniciados?
Es algo que afecta a todos los ámbitos cotidianos. La metafísica tiene un ámbito de estudio académico, que se estudia en las universidades dentro de la carrera de Filosofía, y dentro de los seminarios de distintas religiones. Pero cuando hablamos de la enseñanza interna metafísica nos estamos refiriendo a una filosofía práctica que se trata de comunicar en un lenguaje sencillo. Esta enseñanza se encuentra en los libros académicos de metafísica, lo que ocurre es que generalmente están expuestos en términos tan intelectuales, tan allende a la comprensión del público medio, que aún para los propios estudiosos de estos temas son algo muy lejano de la vida real, de la vida concreta, salvo excepciones. El ser humano necesita que se le hable en palabras sencillas, que las pueda entender un niño, porque de hecho lo ideal sería que a esta enseñanza nos la dieran nuestros padres cuando somos niños, en casa, o nuestras maestras de la escuela primaria. Y es el hecho de que la educación pública no se ocupe de ese ámbito el motivo por el cual los adultos nos acercamos a los libros o a las actividades de metafísica buscando las respuestas que no hemos recibido del sistema educativo previamente.
A esto lo tenemos que aplicar en nuestra vida diaria, por eso al estudiante de metafísica se lo insta a que todo lo que estudie y aprenda vea la manera de aplicarlo a su vida diaria y en el caso de los facilitadores de metafísica se los insta a que no comuniquen nada que no hayan vivenciado. Que no sea una información teórica, sino algo que hayan vivido.