Fueron casi todas las escuelas y colegios de la ciudad de Salta que organizaron actividades por los 40 años del desembarco argentino en las Islas Malvinas.
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Fueron casi todas las escuelas y colegios de la ciudad de Salta que organizaron actividades por los 40 años del desembarco argentino en las Islas Malvinas.
Quizás el más impresionante fue el que realizó la Escuela de Educación Técnica N°3144 Capitán Marcelo Pedro Lotufo, la cual realizó un desfile cívico y militar sobre calle Junín esquina con el pasaje Gobelli, en la zona norte del macrocentro de la ciudad. Los y las docentes cortaron la circulación vial y la calle se llenó de gente. Había autoridades del Ministerio de Seguridad y de Educación de la Provincia; excombatientes de Malvinas, familiares de caídos en las islas, estudiantes y muchos vecinos que se acercaron a ver todo lo que acontecía.
Tras el desfile y las palabras alusivas habilitaron una muestra fotográfica y luego hicieron sentir el rugido de una turbina acelerando.
La directora de la institución, Claudia del Prado, dialogó con El Tribuno sobre los detalles de la tarea pedagógica orientada a recordar y conmemorar a los héroes y los caídos en el conflicto del Atlántico Sur.
"En realidad comenzamos a pensar esto de hacer un acto con desfile en la calle desde hace dos semanas. Así fue que comenzamos a lanzar invitaciones y todos se prendieron en este homenaje y recordatorio a 40 años de la guerra de Malvinas. Todo el personal y los chicos se metieron de lleno a esta tarea y además organizaron la muestra para que la disfruten todos los vecinos, los invitados y la comunidad en general. Finalizamos con un encendido de turbinas que impresiona a todos. Todas estas actividades son para decir que el Capitán Marcelo Pedro Lotufo no olvidamos y que la memoria de los caídos y la palabra de los héroes seguirá intacta siempre", dijo emocionada la profesora Del Prado.
El Mayor Lotufo fue salteño y cayó en combate el lunes 7 de junio de 1982, al norte de la isla de Borbón, donde iba con 5 tripulantes del avión perteneciente a la Fuerza Aérea “LEARJET 35-A” “T-24”, cuya misión fue la de “reconocimiento aerofotográfico”. Fueron derribados a unos 13.000 metros de altura por un misil lanzado por una fragata británica.
Estuvieron presentes la Banda de Música de Los Infernales y los primeros en desfilar fueron los veteranos que recibieron un emocionante aplauso que los hizo llorar.
Luego del mediodía, los estudiantes tuvieron una charla con los excombatientes del Escuadrón Fénix quienes compartieron sus experiencias y vivencias en el conflicto bélico y en donde la Fuerza Aérea y la Marina tuvieron una actuación destacada.
En Vaqueros
Más al norte, en la localidad de Vaqueros, la emotividad ganó el espacio y el tiempo del colegio secundario 5050 que contó con la presencia de Néstor Amarilla, vecino vaquereño excombatiente de Malvinas.
El hombre participó con 22 años en el conflicto bélico del Atlántico Sur con la Fuerza Aérea. Su discurso ante los jóvenes estuvo lleno de agradecimientos hacia la comunidad educativa y por la tarea que realizan sobre el eje de no olvidar. En su oratoria el hombre solo, parado ante la multitud en silencio se quiebra varias veces. "Yo le debo agradecer a Dios haber salido vivo del Malvinas. Yo estando allá recordaba siempre las palabras de mi madre", recuerda y llora. "De encomendarme a Dios siempre", termina la frase. Habla y le tiemblan las piernas, estruja su pañuelo de papel con todas sus fuerzas y exhorta a los jóvenes por el amor a la Patria, a la Provincia y al pueblo; les pide que sean buenos ciudadanos.
Lucila Lencina y Néstor Amarilla.
"No quiero contar nada de lo que sucedió porque son todos recuerdos de dolor. Vivamos el día a día, miremos para adelante y prometamos todos no olvidar nunca a Malvinas", dijo el hombre que recibió al final un banderín de Malvinas como reconocimiento de la institución.
Luego se sienta solo en las sillas dispuestas y mira esa cajita y toca con sus dedos el mapa impreso de las islas. Lo acompaña su hija Fabiana que curiosamente cumple 30 años mañana 2 abril. Néstor cumplirá 64 años el 3 de abril.
"Yo llegué a Puerto Argentino el 3 de abril de 1982 y con la Fuerza Aérea estuvimos en el mismo infierno", le dice a El Tribuno y cumple con su promesa de no compartir los recuerdos.
A través de una iniciativa de la docente Lucila Lencina, del Programa de Nación "Volvé a la Escuela", y en el marco del trabajo institucional de "Sembrar Memoria", los estudiantes y el mismo Néstor plantaron árboles y pintaron piedras para que queden indelebles en el recuerdo. En cada piedra se escribió una palabra para que quede grabada.
En la actividad participaron docentes, no docentes, alumnos y vecinos. Néstor escribió en su piedrita la palabra "paz".