Las empanadas en Argentina ya no son noticia, sino una verdadera tradición. Solo basta con recurrir a los datos fríos para darnos cuenta cuán afianzado está este típico plato criollo en el país. Según el libro "Santa Empanada", publicado recientemente por el cocinero Pietro Sorba, se consumen por día 6.164.000 tapas, sin contar las caseras, lo que brinda un panorama de cuántas unidades colman las mesas de los argentinos.
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Las empanadas en Argentina ya no son noticia, sino una verdadera tradición. Solo basta con recurrir a los datos fríos para darnos cuenta cuán afianzado está este típico plato criollo en el país. Según el libro "Santa Empanada", publicado recientemente por el cocinero Pietro Sorba, se consumen por día 6.164.000 tapas, sin contar las caseras, lo que brinda un panorama de cuántas unidades colman las mesas de los argentinos.
Que la empanada recorre el mundo, también es algo conocido. Sin embargo, hay zonas en las que es toda una novedad. Este es el caso de Chamonix, una comuna francesa ubicada a los pies del Mont Blanc. Allí, frente a los mismísimos Alpes, Emillio Tello montó un stand en una famosa feria local, donde prepara las únicas e inigualables “empanadas salteñas”.
Tello es chef e hijo de las tierras del General Martín Miguel de Güemes, quien en diálogo con El Tribuno contó: “Si bien en ciudades como París la empanada es conocida, especialmente en sus versiones sureñas, en esta zona es toda una novedad. Es el primero y único punto en toda la región que las prepara. La idea es hacerla al estilo salteño, con carne cortada al cuchillo y en sus versiones fritas y al horno”. Las hay de carne, choclo, queso y pollo.
En cuanto la respuesta de la gente frente a esta propuesta explicó: “No la conocen y les sorprende. Cuando bajan de esquiar se acercan al local y les gusta ver que las estamos fritando en el momento. Tiene una muy buena recepción de parte de los comensales”.
Como las tapas de empanadas no son algo común en Francia, Tello y sus socios Fernando y Santiago Navarro, de Buenos Aires, las preparan ellos mismos. “Es todo muy artesanal”, asegura. En cuanto a la carne, el corte que utilizan y el que tienen disponible es el bife de chorizo. Aspiran a incorporar pronto condimentos de Cachi y ají salteño. “La salsita picante es otro de los atractivos, que gusta mucho ya que no es muy habitual por aquí. Es algo exótico”, recordó el chef.
Cada empanada en los Alpes franceses cuesta 4.5 euros, con una promoción de tres unidades por 12 euros. Una “bicoca” para los franceses, que en un almuerzo en la calle gastan normalmente unos 20 euros.
El emprendimiento se llama “Alpeña (Alpes-peña), experiencia argentina” y funciona los fines de semana al pie de la montaña, mientras que de lunes a viernes se traslada a otra feria llamada Marché aux fleurs, Niza, en plena Costa Azul.
La inclinación de Emilio por las comidas regionales no le viene solo de sus estudios gastronómicos, sino también tiene un fuerte componente hereditario, ya que es hijo de la famosa tamalera Norma Lenis, campeona en Chicoana, y que tiene su puesto en Circunvalación Oeste.
Emilio sueña con expandir la empanada por toda Francia y las costumbres norteña: “Esto es algo que también nos caracteriza a los salteños, somos orgullosos de nuestra tierra y queremos llevarla a donde nos toque vivir”.