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La propuesta musical de Incayavi Calchaquí llega a los escenarios

La banda integrada por Daniel Tinte, Romina Andrea y Pablo Arnedo actúa el 6 de agosto en la Usina Cultural. En diálogo con el líder del grupo, recorremos la propuesta de estos músicos salteños.
Miércoles, 20 de julio de 2022 17:18

Incayavi Calchaquí, integrada por Daniel Tinte en teclados, Romina Andrea en voz y Pablo Arnedo en batería, se presenta el sábado 6 de agosto, a las 22, en el teatro de la Usina Cultural. Nacida en 2018, la banda interpreta música original del noroeste del país. Esta presentación fue una excusa para que El Tribuno se contactara con el pianista y compositor salteño. 

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Incayavi Calchaquí, integrada por Daniel Tinte en teclados, Romina Andrea en voz y Pablo Arnedo en batería, se presenta el sábado 6 de agosto, a las 22, en el teatro de la Usina Cultural. Nacida en 2018, la banda interpreta música original del noroeste del país. Esta presentación fue una excusa para que El Tribuno se contactara con el pianista y compositor salteño. 

“En el 2010 hemos grabado un disco, ‘Comparsero’, con el Chinato (Torres), el Palmito (Flores) y Rodilla (Farfán), el Icayavi Aymara. En ese disco me he metido de lleno en el rock, algunas eran cuecas tocadas en jazz, y traté de que estuviese el folclore y, al ser canciones, las letras también aportaban para tener el color de la zona”, cuenta Daniel, que en el 2018 retomó el proyecto Incayavi. “Lo hicimos con una voz femenina, Romina Andrea canta ahora. En el 2019 grabamos el disco ‘Hornocal’, con ella en la voz y Pablito Arnedo en la batería”, completa.

“En la presentación vamos a tocar en trío, no he puesto bajista porque el piano tiene la parte grave y quería desarrollar un poco más la mano izquierda, y aparte con los teclados modernos ya tenés los bajos... La idea también era exigirnos más como trío, como para tener más clima y hacer una parte pianística, sin perder el rock”, cuenta sobre lo que se va a ver y escuchar en la Usina. 
En cuanto al repertorio que van a llevar al concierto, detalla: “Vamos a hacer temas de ‘Comparsero’, que cantó Rodilla, vamos a hacer cinco o seis temas de ese disco, y después unos 6 temas nuevos y 5 que grabamos en ‘Hornocal’”. 

“No he parado”

La última vez que tocamos en un teatro fue en el 2013, en el Festival de Jazz, el primero que se hizo en Salta”, dice. Los primeros discos, hasta Incayavi, los presentaba en la Fundación. “En aquella época no había plataformas, y me había puesto como trabajo un disco por año. Y cuando aparecen las plataformas cerca del 2010, ya había logrado armar el estudio. Las composiciones estaban y por eso se me hizo mucho más fácil, por eso hay más de 60 discos en las plataformas. Una locura. Y no he parado de componer”, reflexiona.

“El concierto lo voy a dedicar a Mario Soria que está en ‘Saltología’, el tercer disco, y a Alfredo Villegas que grabó en el primer disco, en el 2003, ellos fallecieron estos años. Y el concierto se lo dedico también a los changos que se han ido en este tiempo”, dice.

Calchaquismo

El nombre Incayavi Calchaquí referencia culturas del noroeste. Daniel Tinte lo explica así: “Hay dos culturas de cerámica, una es la Incayavi, más sobre la quebrada de Humahuaca, y la cultura de los Valles Calchaquíes en cerámica es la Incapaya. Tomé el nombre de allí. Al disco del 2010 le puse Incayavi Aymara, tomando más Salta y Jujuy, pero ahora es Incayavi Calchaquí, representando a las dos culturas. El tema es hablar de la América profunda, el Abya Yala”.

“He llamado a esa fusión calchaquisimo, y también un poco por la sangre. Tinte es un apellido cacán, calchaquí, mi abuelo nació en Fuerte Quemado, Catamarca”, explica el músico, y detalla: “Él se vino a Salta jovencito, pero nació allá, pasando las ruinas de Quilmes. Y después se fue a buscar a una iruyana y mi viejo ha nacido acá. Bueno el abuelo siempre me decía ‘no pierdan las raíces: Tinte es calchaquí’”. 

"Y bueno, a los 8 años comencé a estudiar piano con el maestro Lorenzo Pacheco Arévalo, que hace poco ha muerto, tenía más de 90 años. A la Escuela de Música he entrado grande, cuando he terminado la secundaria. Y a los 24 empecé a enseñar. Ya venía tocando, a los 13 años comencé con la primera bandita de rock en el (barrio) Intersindical con Petelo y otros changos que han dejado la música o se han ido de la provincia. Con el hijo de Fernando Ortiz, uno de los primeros roqueros de Salta, él ha ido al BArock con la banda Los Extraños, y era una eminencia del rock, está grande, era bajista. Y en el Inter tocaba con su hijo, y Fernando nos prestaba los equipos, yo vivía en el Inter, tenía 8, 9 años… Él nos prestaba los teclados, los primeros monofónicos que había en Salta… él era bajista pero tenía teclados y los usaba yo", recuerda el músico, y enumera: "Estaba Pekiné (Raúl Lamas, primera guitarra de Niebla Jazz) con Trío Horizonte en los 70, estaba Aspid, Azores en los 80… Y armamos la Máquina del Tiempo cuando tenía 18 años. Había una época de rock en Salta y lo bueno es que siempre estábamos haciendo composiciones nuestras".

En un tramo de la charla, Tinte contó sobre su generación: “Se ha dado natural esta música porque éramos de la época de rock, pero estábamos parados en Salta, donde había folclore y, a la vez, la parte técnica de la escuela que te daba una formación clásica... y uno lo que quería tocar era blues y jazz”. 

    

“Lo profundo de los sikuris y el jazz”

Daniel Tinte es parte de la música de Salta hace décadas. Integró La Máquina del Tiempo, La Región, Ensamble Calchaquí, La Calle, Daniel Tinte Quinteto, Incayavi Aymara Rock Band, entre muchas otras experiencias desarrolladas entre el rock, el jazz y el folclore más profundo. Ha actuado en Argentina, Uruguay, España y Alemania. 

La vidala, la comparsa, el pim pim, el kaluyo, el yaraví, la marcha de sikuris, el bailecito, el carnavalito, entre otros ritmos, son tomados en sus composiciones. “He empezado a buscar las danzas del noroeste, las más aborígenes, no tanto las criollas sino más lo profundo de los sikuris, el pim pim y eso lo he ido uniendo con el jazz”, dice el pianista y docente de la Escuela de Música.

“Las músicas folclóricas tienen mucho en común, la raíz africana, está la música afroamericana, y todas esas raíces se dan en la música de acá, y eso -desde la teoría- he tratado de hacerlo bien a la hora de la composición”, informa, y agrega: “La música del blues está muy cerca de la escala pentatónica, que es la andina, por darte un ejemplo. He buscado cosas en común, y he tratado de armarlo instrumentalmente. Cuando tenía quintetos, tres músicos tocaban bien la música de acá y los otros tocaban más ‘Nueva York’, con la improvisación de jazz. Y así hemos ido jugando con las instrumentaciones, pero con una base teórica sólida”. 

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