"Estamos sufriendo desde hace 6 años cuando llegó un usurpador con el que tenemos varios problemas, pero lo más grave es que esta persona está destruyendo el entorno, el medio ambiente, el arroyo, el camino vecinal y la propiedad pública y, pese a todas las denuncias, sigue adelante con su accionar".
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"Estamos sufriendo desde hace 6 años cuando llegó un usurpador con el que tenemos varios problemas, pero lo más grave es que esta persona está destruyendo el entorno, el medio ambiente, el arroyo, el camino vecinal y la propiedad pública y, pese a todas las denuncias, sigue adelante con su accionar".
La palabras pertenecen a Román Velarde, un emprendedor que hace casi 40 años decidió comenzar con un criadero de truchas en la zona de Chicoana. Después de años de esfuerzo, Velarde logró posicionar su actividad en el mundo, no solo desde la faz turística y gastronómica, sino también desde la producción de especies ictícolas para la repoblación de los ríos en la provincia y también para programas de interés social con comunidades originarias. Truchas de Pulares, ubicado en el sector norte de la ruta provincial 33 en inmediaciones de la Quebrada de Tilián, desarrolla su actividad en forma ininterrumpida desde aquel momento cumpliendo con los protocolos de la actividad turística, pero también de producción y concesión sobre el uso del agua y la tierra, en un sector paradisíaco, pero "ambientalmente sensible" de la precordillera salto-jujeña.
Hoy, de acuerdo a varias denuncias que Velarde efectuó en la Policía de Chicoana y en la propia Fiscalía de Cerrillos, toda esa actividad está en riesgo por el accionar inescrupuloso de una persona que avanza con alambrados y tala de árboles nativos, además de cortar los accesos al curso de agua y amenazar a pobladores y visitantes del lugar.
"Este señor se llama Santos Jesús Vilte y la gente no se puede acercar al arroyo porque está armado y amenaza no solo a los visitantes, sino también a los que viven en la zona. Taló los árboles del arroyo y cortó los accesos. Hay denuncias de que hasta arroja vidrios rotos en esos lugares. Todo eso consta en la Fiscalía, pero hasta ahora la acción de fiscal de Cerrillos solo me obliga a mí y a otros pobladores de la zona a no innovar, mientras esta persona sigue avanzando con la depredación", sostuvo.
Velarde insistió sobre el daño ambiental a los bienes públicos de la zona, ya que se trata de una región bajo la categoría de mantenimiento de cobertura boscosa del plan de ordenamiento territorial de la provincia.
“Este sujeto me denunció por un estanque que tuve que construir para evitar que los sedimentos que bajan de las erosiones, que él mismo provoca, afecten la calidad del agua del criadero. Pero tampoco tuvo empacho en cortarle el agua a otros pobladores del lugar”, aseguró Velarde.
Con ello, y de acuerdo al recorrido que El Tribuno efectuó en el lugar, se puede establecer que efectivamente existe un impacto directo y un incumplimiento de la normativa con la construcción de alambrados y la fabricación de cercos con la vegetación autóctona del lugar.
Al margen de ello, Velarde también destacó que teme por su emprendimiento.
"El peligro es que esta persona me deje sin nada, con el daño que está provocando. Porque si el sujeto tira algún químico o sigue provocando sedimentos aguas arriba, me mata todo el criadero y me deja sin nada. A otros pobladores les cortó el agua y la Justicia no hace nada. Vivíamos muy bien hasta que apareció este sujeto con la violencia que denunciamos a la Fiscalía. Advierto que si se me mueren los animales o se corta el agua, el responsable es esta persona porque esto nunca pasó antes. Con la virulencia de este hombre y ante la falta de acción de la Fiscalía, yo anticipo que se harán responsables, llegado el caso, por no haber tomado ninguna medida de protección hacia mi establecimiento y hacia los otros pobladores. Ante tanta impunidad, creemos que alguien está respaldando a este sujeto", expresó Velarde.
“Todo esto es muy sospechoso”
Velarde expresó su sospecha de que alguien respalda el accionar de esta persona y por eso actúa con tanta impunidad. “Todo es muy raro y yo no descarto nada. Me ponen una medida de no innovar y yo para hacer cualquier tarea relacionada con mi actividad tengo que dirigirme al juzgado con abogados para poder realizar mi trabajo. Pero esta persona sigue haciendo daño no solo a mí, sino también a otros pobladores como a la familia Vale que son titulares registrales a quienes también la Fiscalía les puso la medida de no innovar, pero este sujeto les cortó el agua a esa gente. La familia Vale paga al consorcio de riego y este hombre les cortó el agua y la gente no puede entrar ni a su casa. Este sujeto hace lo que quiere y todo me parece muy raro. Por eso pido que se investigue qué es lo que está pasando. Este señor sigue alambrando y sigue haciendo de las suyas y nadie le dice nada. Me parece algo muy raro; es todo muy sospechoso”, insistió Velarde, quien no descartó alguna maniobra inmobiliaria.
Regulación sobre el uso del agua
Velarde tiene la concesión de uso de agua sobre una fracción del arroyo Tilián desde hace una década y se la renovaron por otros diez años. Su actividad está regulada por Recursos Hídricos y Medio Ambiente de la Provincia, que monitorean no solo los volúmenes utilizados, sino también la calidad del agua. Presentar los análisis correspondientes para seguir con su actividad se torna cada vez más difícil por la sedimentación que sufren la aguas, debido al deterioro de la vegetación y a la erosión del suelo que viene provocando esta persona.“La vegetación cambio por el accionar de este sujeto con la permisividad de la Fiscalía de Cerrillos que tiene un montón de denuncias al respecto”, señaló Velarde.