A casi una semana de desabastecimiento de combustible, en Salta, comenzaron a pulular las romerías características de un cuento del realismo mágico.
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A casi una semana de desabastecimiento de combustible, en Salta, comenzaron a pulular las romerías características de un cuento del realismo mágico.
Quizás la más curiosa y conjeturada sea la noticia de que se comenzó a vender nafta por Internet. Sí, en las cuentas de las redes sociales se venden bidones de 5 litros de nafta súper a un promedio de 5 mil pesos. En San Antonio de los Cobres no había ni una gota de nada, sólo particulares que vendían nafta y gasoil a cualquier precio por internet o por WhatsApp.
En las largas filas se pueden ver también a los que venden lugares, los "bidoneros"; pero también hasta los trabajadores que van en bicicletas para buscar nafta para sus máquinas de corta pasto. También se ven a proveedores de las mineras de la Puna, repartidores de pan, fleteros que llevan sus cargas a los barrios, fruteros y verduleros de los Valles y otros más complicados que son los que transportan productos refrigerados.
"Este desabastecimiento viene desde el 23 de octubre, un día después de las elecciones. A partir de ese día comenzó a faltar el combustible y el fin de semana fue terrible. Hoy es imposible conseguir combustible", dijo Facundo Soloaga que reparte productos lácteos en gran parte de la Ciudad y el norte provincial.
El proveedor tiene sus vehículos que funcionan con gasoil y tienen que cargar el premium para que funcionen bien las cámaras frigoríficas. Ir al norte provincial es una aventura. "Yo tengo que llevar mercadería al norte cada 10 días y hasta ahora no nos animamos porque estaba llamando a las 9 estaciones de servicio que tengo en esa zona y no tienen gasoil. Solo hay en Shell, pero hay una diferencia de 100 pesos por litro. Como tenemos que trabajar y llegar, sino otro lo hace, pagamos lo que sea y además llevamos bidones de reservas. Lamentablemente pagamos el precio los que trabajamos porque esto es pura especulación de los estacioneros, pero también culpa del Gobierno que crea estas condiciones de precios acordados que luego estallan por los aires", dijo Soloaga.
Hace referencia al congelamiento de precios que rige hasta mañana y que crea incertidumbre sobre el precio que se actualizará a partir del miércoles.
Por otro lado se debe decir que si bien afecta la logística de los trabajadores del volante, el costo de pagar lo que sea no se puede trasladar al consumidor final. Para Soloaga es muy difícil aumentar los lácteos que ya vienen por las nubes y porque además compite con otros. Si remarcan, sus clientes se van con otros.
Los productores del campo por ahora no están teniendo muchos problemas porque hay una preferencia de venta con ellos por el volumen de compra. En Salta la siembra de granos arrancará a fines de noviembre, lo que abre un margen de espera
Para dar otro ejemplo, Matías y Brian llegan todos los lunes al Cofruthos a cargar frutas que luego venderán Cerrillos, La Merced y Chicoana. El domingo tuvieron que salir a peregrinar por los surtidores del Valle a buscar el Diesel 500 para su gastada F100. Consiguieron cargar 8 mil pesos en Cerrillos, pero a 450 pesos el litro; es decir: 137 pesos más que el mismo producto que se vende en las YPF a 313 pesos el litro.
Pagaron el precio porque si no salen a trabajar sus familias no comen. Pero es no es todo, ellos no pueden aplicar el aumento de su costo a los productos que venden. Las bananas siguen costando 20 por 500 pesos y la frutilla a 400 pesos el kilo. Se diversifican, venden sandías o lo que encuentre de estación para ver si así pueden al menos compensar la dura sensación de trabajar más duro por menos ganancia.