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El debate y la posibilidad de un fin de ciclo

Lunes, 13 de noviembre de 2023 02:38

El último debate presidencial de cara al balotaje entre Javier Milei y Sergio Massa no pudo superar aquel trance que había dejado la confrontación anterior entre todos los candidatos presidenciales, antes de las elecciones generales del 14 de octubre pasado.

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El último debate presidencial de cara al balotaje entre Javier Milei y Sergio Massa no pudo superar aquel trance que había dejado la confrontación anterior entre todos los candidatos presidenciales, antes de las elecciones generales del 14 de octubre pasado.

Con la ventaja de los extremos en ambas candidaturas, el debate de anoche no fue del todo abierto en cuanto a las propuestas de gobierno, aunque sí tuvo la volatilidad y el fragor de una instancia definitoria para llegar nuevamente a las urnas del próximo domingo.

Pese a ello, Massa pudo imponer su agenda y el abordaje de los ejes temáticos estuvo a punto de transformarse en un planteo casi unidireccional, con el candidato oficialista que preguntaba y Milei que respondía, dejando pasar por alto temas críticos durante el desarrollo del primer eje temático, como por ejemplo la actual crisis económica.

Con sustanciales cambios en el método del debate, sobre todo por la prohibición de ayudamemorias, los candidatos orbitaron cada uno desde sus posturas, en un cruce donde una vez más faltaron las propuestas confrontadas desde una mirada técnica. Qué es lo que quiero hacer y cómo lo voy a hacer, fueron los dos elementos que faltaron.

Sin miedo a la polaridad y en las circunstancias electorales que dejó el comicio anterior, los seis puntos de diferencia de Massa sobre Milei se hicieron notar en el desarrollo del debate de anoche, sobre todo por las estrategias que los candidatos utilizaron. Es que ambos estaban al tanto de que un error de cálculo o una expresión utilizada en forma incorrecta podrían resultar en una catástrofe en las urnas.

Fue en ese momento cuando la estrategia de Massa comenzó a sacar ventaja, adoptando una posición imperativa en el centro de la escena. El ida y vuelta de los intercambios iniciales tuvo muchos pasajes de un verdadero interrogatorio popular, donde el candidato oficialista salió más favorecido: "Por sí o por no: ¿vas a dolarizar la economía? ¿Vas a sacar los subsidios? ¿Vas a eliminar el Banco Central?" le requirió a Milei, quien esbozó cierta sorpresa, aunque no pudo evitar las respuestas y tuvo que ceder a varias de las insistentes preguntas de su interlocutor.

Desde ese punto se despertó el debate más encendido, pero siempre con un perfil personalista que no dejó lugar a la propuesta técnica.

Milei, quien volvió a calificarse como un "especialista en crecimiento económico", insistió en atacar el modelo de la "casta política" que se vale del "déficit fiscal inmoral" para perjudicar el futuro de los jóvenes argentinos, pero no profundizó demasiado en cómo hacerlo.

Massa tomó la madeja y empezó por la punta del ovillo a proponer políticas de Estado en materia de educación, seguridad y salud, sin olvidarse de un gobierno de consenso con todas las fuerzas políticas del país, aunque Milei le refutó su pertenencia a un modelo que nunca, en 16 años de gobierno, aplicó las medidas que hoy prometen.

Los temas expuestos sobre la economía tuvieron dos momentos clave cuando Massa habló sobre la salida a la crisis a través de las exportaciones, la mejora en los ingresos para el país y la reducción de impuestos. "Si fuese Pinocho, ya me hubieses lastimado un ojo", le respondió Milei.

En varias oportunidades el candidato libertario acusó a Massa de ser "mentiroso y ventajista" y aunque en un primer momento pidió disculpas por los agravios -justificados en "lo que expresa la indignación de la gente"- todo lo fue llevando a un lugar donde Massa comenzó a sentirse más cómodo. A tal punto que en ningún momento el oficialista tuvo que dar explicaciones sobre la actual inflación o la reciente crisis de los combustibles, por ejemplo.

Este escenario llevó a un rincón a Milei, donde prácticamente no contraatacó a su oponente y desaprovechó el impacto en los temas más sensibles para la comunidad en el momento actual.

El eje temático de las Relaciones Internacionales dejó planteos sobre el comercio con Brasil y China o la apertura hacia otros mercados internacionales. En este punto, Milei insistió en que el Estado debe estar al margen de los negocios entre privados, ya que "corrompe los vínculos".

Otro de los temas en ese eje fue la relación con la Santa Sede y la cuestión de Malvinas, donde Massa destacó entre los presentes al debate al general Martín Balza, a quien calificó como un héroe de la guerra y un defensor de la democracia.

A la hora de hablar sobre la producción y trabajo, Massa fue al hueso y acusó a Milei de querer dejar sin empleo a dos millones de argentinos con su plan reduccionista, a lo cual el libertario respondió: "Es gracioso escucharlo hablar así, cuando usted y su gobierno estancaron la economía desde hace años. No hay inversión en el país por la escandalosa presión impositiva y por los expropiadores que usted defiende en nombre de la justicia social".

De allí en más el debate giró sin mayores propuestas entre los modelos de educación, seguridad y jubilaciones, pero siempre con Massa en el centro de la escena y Milei por detrás, con ideas un tanto desordenadas, pero con la misma dirección en sus propuestas iniciales de campaña.

Una extraña dualidad se hizo presente en un momento de la confrontación: aunque poco se habló de futuro, el pasado y el presente estuvieron en un momento de la discusión, marcando un punto muy importante para el futuro del país. El balotaje del próximo fin de semana se asoma como fin de un ciclo, en el cual ambos candidatos coincidieron en forma involuntaria o tal vez inconscientemente.

Ni Massa, ni Milei hablaron sobre los modelos de gobierno más recientes y ambos parecen estar de acuerdo en que Argentina debe, necesaria y urgentemente, cambiar de rumbo, más allá de los métodos que cada uno propone.

"Javier... esto no es Macri, ni Cristina. Aquí estamos vos y yo" le dijo Masa a Milei cuando promediaba el debate. El libertario pareció asentir con su mirada.

Sobre ese punto, la sensación es que la coincidencia sobre un cambio de rumbo se aproxima también hacia la posibilidad cierta de un fin de ciclo, del macrismo y del kirchnerismo.

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