El boxeo es una de las disciplinas individuales más apasionantes. También es una gran fuente de contención social y de profesionalismo, donde muchos chicos incursionan y deslumbran con sus potenciales, pero, a veces, la sangre fluye con más fuerza cuando de estirpe se trata.
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El boxeo es una de las disciplinas individuales más apasionantes. También es una gran fuente de contención social y de profesionalismo, donde muchos chicos incursionan y deslumbran con sus potenciales, pero, a veces, la sangre fluye con más fuerza cuando de estirpe se trata.
Y Baltazar Alarcón Medina, es uno de los salteños “con linaje” que quiere superar el molde familiar. Un gran desafío.
“Balta”, como le dicen en casa, viene de las dos líneas familiares muy marcadas por apasionados por el boxeo, desde su papá, que es entrenador, personal trainer y peleó en MMA, hasta tíos campeones y reconocidos a nivel provincial, nacionales e internacional.
Su tío Sergio “Rocky” Medina fue campeón sudamericano, argentino y hasta retador al título mundial de los supergallos.
En la familia también está Héctor Hugo Vilte, quién fue campeón salteño, argentino, sudamericano y latinoamericano del CMB de los welter y considerado uno de los mejores púgiles salteños.
Y Oscar Tapia, el “Tigre salteño”, quien dejó este mundo hace poco tiempo, fue campeón salteño peso pluma y hasta acompañó a Carlos Monzón como parte de su equipo, rumbo a la gloria ante el mismísimo Nino Benvenuti.
Pero Baltazar va por más. Con 18 años recién cumplidos y una altura de 1,85 m, incursionó en la arena del ring en categoría medianos.
Tiene 16 peleas ganadas, con la de esta madrugada en el club Libertad, y una polémica descalificación en el estadio Delmi, en donde un cuestionado arbitraje decidió ahogarle otro grito triunfal.
A esta joven promesa la pandemia y su padre le marcaron el camino. El intenso entrenamiento, los guanteos y la fibra pegadora le dio el pasaporte para sumarse al equipo del profesor Ricardo “Diablo" Toconás, que vio sus características para estar frente a un ring.
Debutó y ganó el Campeonato de los Barrios a los 17 años y este año se colgó el título Ambapa y en 2024 dará el saltó al profesionalismo.
Mientras cumple su sueño deportivo, “no cuelga” los libros y hasta trabaja en la sandwichería de su padre en Villa Mitre, con objetivos cada vez más firmes: poner su nombre y a Salta en lo más alto del podio y así, ayudar a sus padres, para que el trabajo “no sea nunca más una carga” familiar.