"Voy a presentar 'Canciones por su nombre' y también temas del disco anterior. Viene Leonel Iglesias, el guitarrista con el cual trabajo y hace los arreglos. En percusión va a estar Esteban Cárdenas, y voy a tener una invitada de lujo, la Sandra Aguirre; vamos a cantar juntas y va a cantar ella sola", dice La Negra Chagra, un nombre gigante de nuestra música que invita a recorrer otros nombres, otras historias. Vive en Buenos Aires hace años, residió en Salta hasta los 27, y tiene una trayectoria deslumbrante que -curiosamente, y no- se hace desde lo pequeño y desde la poesía que ha ido formando su pasión por el canto.
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"Voy a presentar 'Canciones por su nombre' y también temas del disco anterior. Viene Leonel Iglesias, el guitarrista con el cual trabajo y hace los arreglos. En percusión va a estar Esteban Cárdenas, y voy a tener una invitada de lujo, la Sandra Aguirre; vamos a cantar juntas y va a cantar ella sola", dice La Negra Chagra, un nombre gigante de nuestra música que invita a recorrer otros nombres, otras historias. Vive en Buenos Aires hace años, residió en Salta hasta los 27, y tiene una trayectoria deslumbrante que -curiosamente, y no- se hace desde lo pequeño y desde la poesía que ha ido formando su pasión por el canto.
"Esa pausa que hemos hecho por la pandemia no me lo permitió... Volví el año pasado para visitar a la familia, no a presentarme. Hice un disco y tenía ganas de venir y no se daba... Vamos a presentar lo que estoy haciendo en Pro Cultura", invita en diálogo con El Tribuno esta cantora que ha recorrido el mundo con su arte y que ha ido hilvanando magia, dando voz a hombres y mujeres de estos, nuestros lugares.
¿Por qué "Canciones por su nombre"?
El disco anterior se llamaba "Con nombre propio", y el concepto es que cada tema habla y cuenta la historia de alguien, y lo nombra por su nombre, por su apellido o por su apodo... y me quedaron un montón de nombres afuera. Entonces decidimos con Leonel -que es mi guitarrista y el arreglador- hacer una segunda parte con los nombres que habían quedado afuera, porque, la verdad, hay muchas canciones muy hermosas que hablan y que ponen a esos seres, a esos oficios, a esos hombres... al carpintero, al herrero como héroes cotidianos, y contamos la vida de ellos y en cada canción –además- están un montón de otras personas. En ese herrero que uno canta o en Damián que es zafrero están un montón de zafreros. Entonces, es lindo poder cantar y contar las historias de estas personas.
La Negra Chagra presenta "Canciones por su nombre" junto a Leonel Iglesias, Esteban Cárdenas y Sandra Aguirre como invitada, en Pro Cultura, Mitre 331, el viernes, a las 21. Anticipada a $2.500 hasta el martes, al 3875393198. En puerta, $3.000.
¿Cómo elegís los temas?
Trato de que sea la mejor letra con la mejor música. Yo me he criado acá y acostumbrada a escuchar la poesía de Manuel Castilla, del Cuchi Leguizamón, entonces es como que la vara está bien alta cuando vos vas a buscar después a otros compositores. A mí me ha costado mucho abrirme a otros compositores, y me ha costado mucho por esto que te digo, porque la calidad de la poesía que tenemos acá, en Salta, no sé si hay en todas partes. Acá, es impresionante, uno se forma con esto... Bueno, después sí comencé a abrir el juego con Raúl Carnota, Teresa Parodi, por supuesto, me abrí a otros autores que son maravillosos, y en estos dos últimos discos también hay temas de Gerardo Núñez, de los Hermanos Núñez, de estos tipos tan talentosos y tan impresionantes.
"El concepto es que cada tema habla y cuenta la historia de alguien, y lo nombra por su nombre, por su apellido o por su apodo...".
Cuando se te nombra, se convoca a muchos poetas y compositores importantísimos, y pensaba en tu primer disco, con arreglos de Dino Saluzzi y del Cuchi Leguizamón...
El Dino me hizo el arreglo de la "Vidala para mi sombra"... ¿Viste lo que es? Con Oscar Cardozo Ocampo, es muy linda esa versión. Ese disco lo grabamos con el Cuchi, inclusive él toca el piano en dos temas, en "La Pomeña" y en "La ciega luz mendiga"... Ese disco lo grabamos en el 89, después yo me voy a vivir a Europa, y cuando vuelvo me dice el Dino: "Mirá, este disco está mal mezclado, ¿querés que lo hagamos?". Y bueno... "Si me ayudás con la mezcla, hacé lo que quieras", le digo. Y estábamos ahí, trabajando en la mezcla nueva, y dice el Dino: "Ahí está Oscar Cardozo Ocampo, ¿sabés qué vamos a hacer? La 'Vidala para mi sombra'". Y le ha escrito el cifrado en un papel de diario, al costadito, y le ha dicho "tocá esto". Y Oscar, con una generosidad divina, se ha puesto a tocar ahí y yo canté y salió de primera. Y ese tema lo arregló el Dino y tiene el espíritu de él, y yo lo quiero mucho porque me parece una versión relinda. Uno no debería decirlo, pero... Imagínate, es un lujo. Yo siempre agradezco a la vida estas posibilidades que me ha dado, que el Dino le escriba un cifrado a Oscar Cardozo Ocampo, que era un músico maravilloso y, además, un tipo delicioso, una persona muy grata, muy amorosa, y que lo toque ahí, improvisando... Hermoso.
Hablando de nombres, César Isella, Sara Mamaní, Chavela Vargas, el Cuchi Leguizamón, Dino Saluzzi hablan de un universo creativo que trasciende Salta... Y se te menciona como intérprete de música latinoamericana...
Yo, en general, hago más folclore del noroeste que música latinoamericana, algunos temas pongo, claro, qué sé yo... Pero en general hago folclore del noroeste... y con César Isella, éramos los dos salteños y para mí ha sido muy emocionante. Yo grababa en sus discos, él grababa en los míos. Nos invitábamos mutuamente y teníamos un espectáculo armado. Él decía que "teníamos ocho grandes éxitos" (risas). Yo a César lo he admirado de toda la vida. Me acuerdo, con la Sara Mamaní escuchábamos a Isella, esa época con su producción solista, cuando se fue de Los Fronterizos, ¡era impresionante! Entonces cuando yo volvía del estudio de grabación y venía escuchando lo que habíamos hecho juntos, "La mamancy", él me hacía la segunda voz, era un capo haciendo las segundas voces, y sabés que yo lloraba de la emoción, porque digo ¡qué genial estar con César! Porque éramos amigos, pero poder grabar con él, y ese sonido y este tipo que yo he admirado toda la vida. Qué suerte que tengo de estar con él. Y me ha pasado también con otras personas, como con Chavela (Vargas)... Y mirá cómo son las cosas, porque el tema preferido de la Chavela es la "Canción de las simples cosas", un tema de César. Entonces, decía yo, todas las cosas se van mezclando. Y ella lo adoraba a César y César también a ella, siempre andaba llevando y trayendo saludos y afectos.
"Y dice el Dino: 'Ahí está Oscar Cardozo Ocampo, ¿sabés qué vamos a hacer? La Vidala para mi sombra'. Y le ha escrito el cifrado en un papel de diario, al costadito, y le ha dicho 'tocá esto'. Y Oscar, con una generosidad divina, se ha puesto a tocar ahí y yo canté y salió de primera".
¿Qué te ha dado la música?
Y me ha dado tantas cosas... La posibilidad de vivir mejor, de ser un poco más feliz, de conocer gente maravillosa, mucha gente muy hermosa, poder acercarme humanamente a esta gente maravillosa. Siempre digo he tenido la suerte de estar con el Cuchi, de viajar con el Cuchi, de grabar, de cantar, de actuar con él en Europa...
Hablame de esas presentaciones...
(Risas) Era muy divertido. El Cuchi ha ido Europa cuando yo vivía en París, fue a dar un concierto impresionante en el (teatro parisino) Bercy, lo habían contratado para eso, y yo allá tenía mi banda, el grupo Tierra del Fuego, formado por Martín Pavlovsky, Pablo Nemirovsky y Minino Garay, argentinos. Entonces ellos tocaban su parte y después me acompañaban a mí, con el grupo Tierra del Fuego, y hemos hecho un concierto en Bercy, en un teatro en el Ministerio de Finanzas. El Cuchi paraba en mi casa, por supuesto, y organizamos un concierto con él. La primera parte, nosotros tocábamos, en la segunda, el Cuchi y también cantaba con él. Y de ahí nos fuimos de gira con el Cuchi, los dos, por la Costa Azul... Nos han pagado muchísima plata, una cosa increíble que nunca jamás hubiéramos soñado, y andábamos de un lado para otro. Y los conciertos eran en salas muy lindas, en Cannes, en Nantes, en lugares hermosos con pianos de cola, y el Cuchi estaba encantado porque los pianos estaban afinados, que siempre hinchaba no con ese tema. Pianos perfectos... Hacíamos algunos temas juntos y yo hablaba un poco de francés y tenía que traducirlo, porque él explicaba. Y yo no hablaba tan bien, ¿cómo traducir "andar andando"? ¿Qué decís? Es difícil ya cuando hablás en salteño que te entiendan en Buenos Aires, imagínate. Yo más o menos sabía los textos del Cuchi y los iba acomodando. Y de pronto él hablaba mucho, mucho, mucho y yo lo traducía rápido. Entonces, me miraba y decía: "No, me estás jodiendo". "No, no", le digo. "¿Ya has dicho todo?". "Sí, es muy largo"... (risas) ¡Discutíamos en el escenario! Era una cosa, y el público francés... era muy delirante todo, muy genial. Y hemos tocado un montón por la Costa Azul. Bueno, volviendo a la pregunta, la música me ha dado más que alegrías musicales, me ha llenado el alma el poder haber vivido esto con el Cuchi, creo que soy una privilegiada...
"Cuando volvía del estudio de grabación y venía escuchando lo que habíamos hecho, 'La mamancy', él me hacía la segunda voz, y sabés que yo lloraba de la emoción, porque digo ¡qué genial estar con César (Isella)! Porque éramos amigos, pero poder grabar con él, y ese sonido y este tipo que yo he admirado toda la vida".
Hace cuánto que no cantabas en Salta...
Más de 4 años seguro. Antes de la pandemia vine... habré venido en el 2016 o 2017, después no volví. Yo salía de gira un año por Francia, un año por México, y después con la pandemia se paró todo, y ya no volví, que era lo que más yo quería hacer y me hace muy feliz. Vengo con un formato chico porque viene Leonel y con Esteban; es difícil venir que con toda la banda, pero tengo muchas ganas ahora de volver con otros dos proyectos. Uno se llama "Y tan contentas", con Magdalena León, que era la cantante de Buenos Aires 8, y con Lucrecia Merico. Es un espectáculo con canciones de amor, de desamor y con mucho humor. Hay un guion, actuamos y nos ha ido fantástico este año, hemos llenado todas las veces que nos hemos presentado en Buenos Aires. Y con otra amiga, Patricia Noval -cantante de tangos-, hemos hecho "Mujeres de leyenda", en el que cantamos a mujeres de leyenda... Juana Azurduy, yo canto a la Chabuca Granda, le cantamos a las hadas, a las brujas. Ahí le metemos canciones latinoamericanas. La Viuda... Hay leyendas que son mitológicas y otras que son mujeres de leyenda, Eva Duarte o Chavela Vargas, y es muy lindo, lo estrenamos hace un mes y me gustaría venir con eso para el año a Salta, porque la verdad nos ha ido muy bien y ha tenido una recepción muy buena. Tengo mucha alegría, este año he hecho cosas muy interesantes. Además de lo mío, de mis proyectos como solista, estos dos espectáculos me han dado mucha, mucha alegría.
"El Cuchi ha ido Europa cuando yo vivía en París, fue a dar un concierto en el Bercy, y yo allá tenía mi banda, el grupo Tierra del Fuego, formado por Martín Pavlovsky, Pablo Nemirovsky y Minino Garay. El Cuchi paraba en mi casa, por supuesto, y organizamos un concierto con él. Y de ahí nos fuimos de gira con el Cuchi, los dos, por la Costa Azul...".
¿Qué vamos a escuchar en Pro Cultura el viernes?
Estamos con muchas ganas y esperando que vengan y que podamos compartir el viernes las canciones por su nombre y todos estos nombres... Por ejemplo, está Damián, de Gerardo Núñez, un tema tremendo. Sabés que ese tema lo ensayamos en la pandemia, y cuando lo empezaba a cantar, me largaba llorar. Yo no sé si era... bueno, he hecho mucha referencia a la pandemia, que nos pegó tanto, nos sensibilizó tanto. Damián es una historia increíble. "Lo que pueden los indios", de Teresa Parodi. También el tema "Jacinto Cachapecero", de don Luis Landriscina, que he tenido la suerte de grabar con don Luis en este tema. Él empieza, dice una estrofa, lo recita. También hacemos "Compadre Ramos", la "Zamba soltera", del Cuchi, también de él la "Chaya por Toconás". Tengo por allí un bloquecito dedicado a la soltería (risas), formado por la "Zamba soltera" y por "La rosa perenne", un valsecito peruano de Raúl Carnota, divino. Y, bueno, en ese fragmento hablo un poco de la soltería, del origen de la palabra, o sea trato de contar lo que no dice la canción...
Un ida y vuelta...
Sí, porque es interesante, es lindo que se conozca. La canción dice mucho, describe mucho y hay canciones que tienen cosas interesantes para contar sobre ellas, fuera de ellas, así que trato de hacer eso...