Las historias de los trapitos se entrecruzan en las calles de Salta. Todas las noches son decenas de personas con sus chalecos refractarios, que se apuestan en una cuadra a cobrar por cuidar un auto. Esto genera un enojo o incomodidad en algunas personas, ya que dejan a cargo su auto y el temor de recibir algún daño se presenta, a otras les da igual y acceden sin problema al servicio que brindan los trapitos.
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Las historias de los trapitos se entrecruzan en las calles de Salta. Todas las noches son decenas de personas con sus chalecos refractarios, que se apuestan en una cuadra a cobrar por cuidar un auto. Esto genera un enojo o incomodidad en algunas personas, ya que dejan a cargo su auto y el temor de recibir algún daño se presenta, a otras les da igual y acceden sin problema al servicio que brindan los trapitos.
Hay que tener en cuenta que más de una vez al regresar a sus autos, la gente se encuentra con que fue dañado por los mismos cuidadores, de aquí sale ese rechazo que algunos les tienen. Aunque también están los que hacen su trabajo de manera correcta y encuentran la aprobación de los dueños de los coches, los cuales les dejan su propina sin ningún problema.
Por este desempeño cobran por voluntad o en algunos casos, como en las afueras de los boliches, imponen un precio.
En un país como Argentina, donde la pobreza supera el 40 por ciento y el trabajo informal abunda, los trapitos terminan siendo un síntoma de esa realidad del país.
Cuánto ganan los trapitos por día
Dependiendo el horario, la zona y si hay algo especial como un concierto, espectáculo deportivo o fiesta, trabajan más o menos horas y ganan una suma de acuerdo a esas variables.
Pueden llegar a ganar hasta $6.000 por día pero, cabe aclarar que no es un número frecuente, ya que solo se da cuando hay muchos vehículos en la zona por algún evento.
Generalmente en un día normal ganan entre $1.500 y $3.000.
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Horario de trabajo
La mayoría de los trapitos están obligados a trabajar por la noche y más cuando lo hacen en el centro de la capital salteña, ya que allí durante el día se encuentran cumpliendo su labor los permisionarios.
Empiezan pasadas las 19 y culminan pasada la medianoche en los días de semana, mientras que durante el finde llegan hasta las cinco de la mañana, que es cuando la gente sale del boliche.
A veces la policía hace que el trabajo que realizan sea más corto porque los desplazan de los lugares en los que se encuentran.
La palabra de los trapitos
La situación de cada uno de ellos es distinta, algunos alquilan, otros viven con sus padres y algunos se encuentran en situación de calle.
"Yo alquilo, soy discapacitada y de igual manera salgo a trabajar porque lo necesito, con mucha suerte puedo llegar a ganar $6.000 en el día pero no es siempre", comentó Natalia quien se encontraba trabajando en la zona del Delmi. Ese día había una exhibición de educación física de una escuela primaria, y la mujer trataba de pescar algún cliente.
"Con mi marido trabajamos los dos de esto, estamos en situación de calle, pero tenemos que laburar. Además de esto hacemos distintas changas y salimos a pedir comida", contó otra de las mujeres que cuidaba vehículos en el mismo evento.
Algunos tienen otros trabajos, pero cuidan coches igual "para sumar", así lo explicó un trapito que también estaba por la zona, aclarando que él tiene trabajo en la Ciudad Judicial, pero todo sirve y disfruta de cuidar autos por la noche con sus amigos.
El trato con la gente
Según algunos trapitos, hay personas que están de acuerdo con ellos cobren por su trabajo y entregan la voluntad o a veces el precio que les exigen sin problema, otras no comparten el mismo pensamiento y en algunos casos se van sin pagar.
Aseguran que es un 50 y 50 con la gente que sí accede a pagar por el cuidado de sus autos y la que no.
Cabe destacar que las responsabilidad de los trapitos a la hora de hacer su trabajo suma mucho en este aspecto, ya que si alguno se portó mal con un conductor, este ya desconfiará la próxima vez que tenga que dejar a cargo su auto por trapito.
La seguridad que brindan a los vehículos
En su mayoría, los que realizan este trabajo señalan que los vehículos de las personas que estacionan fuera de los eventos están más seguros con su presencia, ya que cuando ellos no están se producen más robos y daños en los rodados.
La duda de la gente es si ellos mismos ocasionan estos daños, pero ellos aseguran total seguridad si están haciendo su trabajo.
Cada uno vive una situación particular, la gente puede estar o no de acuerdo, pero sin dudas es un trabajo que fue creciendo en la ciudad de Salta y se puede ver cada vez que se sale a comer, de fiesta o a un evento, ya que en ese momento los trapitos están al pie del cañón para hacerse cargo del cuidado de los coches.