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Escenario laboral complejo: Salta, entre las 10 provincias con más trabajo informal del país

Hay casi 200 mil trabajadores inscriptos en el registro de la economía popular. Los privados en la provincia son 124.562 y los que trabajan para el Estado, 98.614.
Domingo, 05 de noviembre de 2023 02:39

Según el Registro Nacional de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (Renatep) Salta está entre las 10 provincias del país con más trabajadores informales, con cifras muy por encima del trabajo registrado del sector privado y el público.

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Según el Registro Nacional de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (Renatep) Salta está entre las 10 provincias del país con más trabajadores informales, con cifras muy por encima del trabajo registrado del sector privado y el público.

Los datos se desprenden de un informe que se elaboró con el registro de trabajadores informales inscriptos en el Renatep entre julio del 2020 y abril de 2023.

El total nacional arrojó 3.618.606 de trabajadores en esta situación. Salta quedó cuarta con 192.477 trabajadores, que representan el 5,6% del total del país. Con este porcentaje quedó por detrás de Buenos Aires (36%), Tucumán (6,1%) y Chaco (5,7%), mientras que Santiago del Estero, con el 5% de los inscriptos, quedó quinta. En el norte La Rioja y Catamarca son las que menores porcentajes de trabajadores informales presentan y a nivel nacional las provincias del sur tienen trabajadores informales por debajo del 1%.

La incidencia del empleo estatal en la provincia es muy importante; por ejemplo, del total de trabajadores asalariados en el sector privado del país (6.333.673), tan solo el 2% pertenece a Salta (124.562 trabajadores del sector privado), mientras que en cuanto a empleo público, con poco más de tres millones y medio de trabajadores a nivel nacional, el 3,5% pertenece a Salta (98.614 trabajadores estatales). Es decir, que la población económicamente activa (de 18 a 65 años), trabaja principalmente en empleos informales (5,6%) y el resto se reparten los privados y los públicos.

En cuanto a la cantidad de trabajadores informales que pertenecen a la población económicamente activa, Salta quedó quinta a nivel nacional: tiene 880.420 personas con capacidad laboral de 18 a 65 años, de las cuales el 21,9% está en situación laboral informal.

"Uno de cada dos salteños en edad de trabajar es parte de la economía popular o informal", destacó Tane da Souza Correa, delegado del Inaes (Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social).

Juventud

La juventud de los trabajadores precarizados se destaca en el registro nacional, ya que arroja un promedio de edad de 33 años: el 62,9% de los trabajadores de la economía popular tiene entre 18 y 35 años. Si este dato se contrasta además con la edad de los trabajadores registrados mediante el Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) los trabajadores de entre 18 y 24 años es marcadamente mayor en el Renatep (24,4%). Mientras que los trabajadores registrados en el SIPA dentro de esta edad es de 7,4%. Los más jóvenes son los más precarizados.

Da Souza destacó la dificultad que tiene la juventud para acceder al mercado laboral formal: "Las razones son múltiples, vivimos en un planeta donde luego de la pandemia las desigualdades se asentaron, y eso genera exclusión. Nadie puede vivir del aire o solo de un plan social, la gente se organiza de una manera u otra para poder trabajar y eso implicó a numerosísimos rubros, desde salir a cartonear, desde tener puesto en feria, vender empanadas, pero fundamentalmente los jóvenes ".

"Es un círculo vicioso porque cuando tenés que uno cada dos jóvenes no termina el secundario en tiempo y forma dificulta el acceso al empleo formal. Por eso las soluciones tienen que ser de replanteamiento del sistema económico en general", destacó el delegado del Inaes.

En cuanto a los rubros a los que más se dedican los trabajadores informales, el registro nacional indicó que el 63,1% de los inscriptos se dedica principalmente a servicios personales y otros oficios (36%) y en segundo lugar a servicios sociocomunitarios (27,1%). En tanto, el resto (36.9%) declaró otros rubros, entre ellos el comercio popular y trabajos en espacios públicos (11,7% de inscriptos).

Si bien el informe se basa en el registro de trabajadores informales del Renatep y respecto a un período de más de dos años; si se contrasta con los que informó el INDEC para el primer trimestre del año, se puede hablar de un claro avance de la precarización laboral a nivel nacional. En "cuenta de generación del ingreso e insumo de mano de obra" del Indec, de enero a marzo del año pasado habían 12.257.000 trabajadores entre informales y formales del sector privado. Para el mismo período pero de este año: de 5.099.000 trabajadores informales se pasó a 5.4430.00 y los trabajadores registrados pasaron de 7.158.000 a 7.428.000. Es decir que los empleos formales crecieron en 3,8%, y los precarios duplicó el crecimiento por 6,7%.

Cooperativismo

Desde el Inaes se buscan y gestionan vías para la formalización del empleo precario mediante, principalmente, el sistema de cooperativas. "Es como un primer paso para grupos que tienen distintos emprendimientos de trabajo y producción", explicó su delegado, que además destacó que, a pesar de la desinformación, esta modalidad tiene gran relevancia en el mercado laboral salteño. Entre las cooperativas más conocidas nombró la Coprotab, Cosalta y Cofruthos, además de "centenares" de cooperativas más pequeñas que se centran principalmente en construcción, mantenimiento y textil. Aunque también repasó las cooperativas de recicladores y hasta de desarrollo de software. "Gran parte de las viviendas del IPV fueron construidas por cooperativas", destacó Da Souza.

Sobre lo que implica organizarse mediante cooperativas el funcionario explicó que se trata de trabajar bajo "lógicas de participación democráticas basadas en el esfuerzo propio y de ayuda mutua, y en el valor de la solidaridad, con distribución del excedente de manera democrática".

Entre los beneficios del cooperativismo, resaltó, que si bien hay beneficios estatales como los disponibles para las pymes, el principal es el poder formalizar la empresa social para acceder luego a otros beneficios del trabajo registrado, como la ART o jubilación.

 

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