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Desde 1983 compartimos vivir en democracia y la escuela es una protagonista destacada de esta apuesta colectiva.
Sabado, 09 de diciembre de 2023 22:49

El 30 de octubre de 1983 se realizaron las elecciones en la Argentina, luego de siete años de haberse instaurado la dictadura cívico – militar. El presidente elegido, con el 51,75% del padrón electoral, fue el doctor Raúl Alfonsín, de la Unión Cívica Radical.

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El 30 de octubre de 1983 se realizaron las elecciones en la Argentina, luego de siete años de haberse instaurado la dictadura cívico – militar. El presidente elegido, con el 51,75% del padrón electoral, fue el doctor Raúl Alfonsín, de la Unión Cívica Radical.

La Argentina comenzó el período más largo de su historia sin interrupciones al orden constitucional, marcado por hechos de una profunda relevancia y crecimiento democrático en el país, como el Juicio a las Juntas (1985) con su posterior indulto durante el gobierno de Carlos Menem (1990) y la recopilación de los testimonios de los sobrevivientes de los Campos Clandestinos de Detención en el Nunca Más. Además, el país enfrentó cuatro levantamientos militares entre 1987 y 1990, que pretendieron alterar el desarrollo de la renaciente democracia. También sufrió el oprobio de la Ley de Punto Final (1986), la Ley de Obediencia Debida (1987) y los decretos de Indulto (1989/90). En este 2023 se cumplieron veinte años desde la declaración de nulidad de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final en el Congreso Nacional. En 2007 la Corte Suprema declaró nulos los indultos.

En los últimos 40 años, el reclamo de justicia y verdad, y la construcción de la memoria encontraron su canal en el esclarecimiento de los hechos ocurridos bajo la dictadura, los juicios y condenas a los represores, sumados a la creación y ejecución de políticas públicas inclusivas. En estas cuatro décadas de democracia se ha progresado en relación a la garantía y reivindicación de derechos humanos, y son al mismo tiempo celebrados y puestos en contextos reflexivos para continuar avanzando en la conquista de nuevos derechos.

Desde 1983 compartimos un proyecto común: vivir en democracia. La escuela fue y es una protagonista destacada de esta apuesta colectiva. A lo largo de estas cuatro décadas, en nuestras instituciones educativas se ha transmitido a las nuevas generaciones la importancia del "Nunca Más", se han renovado las prácticas pedagógicas y se ha forjado el sujeto de nuestra democracia. En base a este proyecto colectivo, la comunidad educativa, con sus directivos, docentes, estudiantes, personal auxiliar y familias, trabaja día a día, junto con autoridades y equipos técnicos jurisdiccionales, para ampliar el sujeto de derecho. Lo hace de múltiples modos: dando la bienvenida a niñas, niños y adolescentes de todo el país a la educación inicial, primaria y secundaria obligatoria, multiplicando la oferta y matrícula de nuestras universidades, incorporando nuevas perspectivas pedagógicas en la formación docente, acompañando propuestas de enseñanza a través de modalidades y contextos que trascienden las aulas. Las escuelas están abiertas a la comunidad de la que forman parte y sostienen la producción del lazo social. Las instituciones educativas de nuestro país son protagonistas de este ciclo de cuarenta años de democracia porque en ellas se ha producido una singular retroalimentación entre los cambios políticos, sociales y culturales que han tenido lugar en la Argentina y las propuestas de democratización social impulsadas desde las propias escuelas. Nuestras escuelas mantienen un compromiso con una agenda ampliada de derechos humanos que apuesta por la democratización de las relaciones sociales. El enfoque que considera a niñas, niños y adolescentes como sujetos de derecho y no de tutela; la pedagogía crítica ambiental orientada al cuidado del ambiente; la incorporación de la educación sexual integral para construir nuevas formas de convivencia que asuman la relevancia de los afectos en la construcción del vínculo pedagógico; la perspectiva de género que cuestiona la asimétrica división sexual del trabajo y los cuidados; la concepción que identifica al Estado de derecho con los derechos humanos y la pedagogía de la memoria que inscribe nuestros actos educativos, la verdad y la justicia.

La democracia es la República más la encendida narración de quienes somos para prepararnos para complejos, difíciles y excitantes recorridos. Hemos conquistado: la multiplicidad, el amor por la diferencia de género, elección sexual, cosmovisión, etnias, variedad de enfoques y en igualdad de derechos. Hay una deuda pendiente: la desigualdad, la ausencia del trabajo, el sentido del porvenir de los jóvenes.

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