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En el cierre de su discurso, el gobernador Gustavo Sáenz, señaló que “no busca la bendición de nadie”, y habló sobre la transformación que se viene realizando en toda la provincia. Un capítulo aparte fue cuando emocionado y con la voz entrecortada, recordó las muertes por desnutrición en el norte de la provincia y dijo que son “ángeles que desde el cielo miran para ver si hicimos algo”.
“Fueron años muy difíciles, gobernar no es fácil en pademia, con una crisis económica, una sequía, la más grande en los últimos 50 años, con incendios forestales y con guerra, pero aquí estamos trabajando codo a codo y cuando no teníamos como trabajar virtualmente lo hacíamos gestionando estas obras que se están haciendo en cada rincón de la provincia y no sacamos créditos multimillonarios con tasas de interés altísimas conseguimos fondos de nación que nos corresponden, eso se llama gestión, esa es mi fortaleza”.
No importa el gobierno nacional que sea, cuando uno tiene en claro que es lo que quiere y por lo que pelea no se cuelga de la pollera ni del saco de nadie solo busca la bendición de Dios y de los salteños. No quiero a ningún dirigente nacional que venga a levantarme la mano, quiero que los salteños me levanten en andas y que digan que es Sáenz el gobernador de los salteños”.
Desnutrición infantil
Sobre el cierre, quebrado, Sáenz agregó: “Si hay algo que me emociona y fortalece es algo que no lo dije y quiero decirlo: cuando asumí hay algo que me grabó a fuego en el corazón y en el alma. cuando asumí al gobernación todos los días morían niños y niñas por desnutrición, por deshidratación. Hace tres años que trabajamos codo a codo para que esta realidad triste que nos golpeaba se termine. Ustedes recordarán porque tienen memoria cuando abrían todos los días los diarios y veían fallecieron dos niños, tres niños, 20 niños... ángeles que desde el cielo miran para ver si hicimos algo”.
Y añadió: "De nada hubiera servido las rutas, gasoductos, acueductos, plantas depuradoras, hospitales, centros de salud, viviendas si no hubiese podido cambiar la realidad y, con emoción, podamos decir algo hemos hecho, cambiamos una realidad dolorosa con mucho esfuerzo”.