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VIDEO. Poblaciones aisladas y escuelas sin clases, el drama de la ruta 86

El camino de tierra, de jurisdicción nacional, está intransitable tras las lluvias. Hace 12 años que se promete el arreglo del trayecto entre Tartagal y Tonono.
Martes, 28 de marzo de 2023 15:06

Sobre llovido, mojado. Hasta esa expresión popular se queda chica ante la desgracia que padecen las cerca de 35 poblaciones indígenas, las familias criollas y productores agropecuarios ubicados a la vera de la ruta nacional 86, que está intransitable desde el fin de semana pasado. Como cada vez que llueve con cierta intensidad, el precario camino de tierra que conecta Tartagal con Tonono queda totalmente anegado, pero esta vez, con las últimas precipitaciones, la situación empeoró por la crecida de arroyos y ríos que se llevaron puesto tramos de la ruta.

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Sobre llovido, mojado. Hasta esa expresión popular se queda chica ante la desgracia que padecen las cerca de 35 poblaciones indígenas, las familias criollas y productores agropecuarios ubicados a la vera de la ruta nacional 86, que está intransitable desde el fin de semana pasado. Como cada vez que llueve con cierta intensidad, el precario camino de tierra que conecta Tartagal con Tonono queda totalmente anegado, pero esta vez, con las últimas precipitaciones, la situación empeoró por la crecida de arroyos y ríos que se llevaron puesto tramos de la ruta.

Hay cinco escuelas que se encuentran en los parajes ubicados a lo largo de los 32 kilómetros de la 86 (Tonono, Pacará, El Sauzal, El Bobadal y Paraíso) que están sin clases por la destrucción de los accesos. Y esta mañana iniciaron una protesta en el edificio de la Municipalidad de Tartagal y otra sobre el kilómetro 5 de la ruta, en reclamo de asistencia de alimentos y servicios para los aislados.

"Siempre pasa lo mismo cuando llueve, nos quedamos aislados. Parece que somos invisibles", dijo a El Tribuno Marcela Calermo, quien es representante de una de las comunidades wichí que están al este de Tartagal. La mujer, con otras 15 personas, se manifiestan desde hoy a la mañana en la Municipalidad en reclamo a los anegamientos.

Por otro lado, desde la fundación El Fortín, que brinda desde hace unos años asistencia médica, nutricional y capacitación a los niños y madres de las localidades colindantes a la ruta 86, compartieron imágenes y videos del lamentable estado del camino.

"Hay comunidades que están pidiendo alimentos", alertó uno de los colaboradores de la fundación.

"Es una ruta, en este caso un camino de tierra, que siempre lo emparchan, pero nunca solucionan el problema de fondo. Cada vez que llueve se quedan todas las comunidades aisladas", describió el agente.

La historia sin fin

El drama de la ruta nacional 86 no escapa al ya conocido relato de la desidia estatal que sufren las poblaciones del norte salteño profundo, de obras públicas que nunca se concretan bajo excusas de enredos burocráticos y culpas que se lanzan entre distintos sectores, pero quedan en la nada misma.

La pavimentación de esta vía nacional es una promesa incumplida desde hace por lo menos 12 años. La obra se licitó en varias oportunidades y hasta se adjudicó, pero de todos esos procesos solo quedó el arreglo de apenas 200 metros de los 32 kilómetros que tiene el tramo entre la intersección de la ruta nacional 34 y Tonono.

 

El año pasado, el Gobierno provincial se hizo cargo de parte del problema, luego de un intento trunco de iniciar la obra, que solo quedó en un cartel de Vialidad Nacional que anunciaba los trabajos. Tras un acuerdo con Vialidad Nacional (que tiene la jurisdicción de la ruta), la Provincia asumió la pavimentación de 3,4 kilómetros de la 86 y licitó en tres etapas los trabajos. La tarea comenzó en noviembre pasado. Ya se realizó la consolidación del camino y está cerca de terminar la granulación e imprimación, que es el paso previo a la pavimentación. Los dos primeros ítems fueron adjudicados a empresas privadas y el tercero, en el que no hubo oferentes en la licitación, lo hará Vialidad provincial con la planta hormigonera de Pichanal, conformada por el consorcio de los municipios del norte salteño.

"Ya se completó el ítem uno y ahora estamos con el dos. Calculo que después de Semana Santa empezamos a hacer lo que es la carpeta asfáltica", adelantó el director de Vialidad provincial, Gonzalo Macedo, consultado para esta nota.

A todo esto, el titular del distrito Salta de Vialidad Nacional, Francisco Agolio, explicó a El Tribuno que las demoras en la obra que le corresponde a su dependencia se debió a las trabas burocráticas que hubo cuando se desadjudicó a la empresa que no avanzó en la pavimentación. Dijo que, ya solucionada esa parte, habrá una licitación en el segundo semestre de este año para los 29 kilómetros restantes de la ruta 86. De ahí hasta que empiece la ejecución, es todo un misterio.

Encima, explosivos

La obra que encara la Provincia se vio interrumpida en sus últimos 400 metros porque los contratistas encontraron boosters sísmicos en ese sector de la ruta. Se trata de explosivos que se instalaron hace décadas para estudios geológicos en esa zona petrolera de la provincia y quedaron ocultos. Desde Vialidad pidieron ayuda a el Ejército, Gendarmería e YPF para ubicarlos y desactivarlos y así finalizar los trabajos.

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