Marcos Ginocchio vive un presente ajetreado tras haberse consagrado ganador de Gran Hermano 2022 (Telefe). “El Primo” divide su tiempo entre las presencias en los boliches, los viajes, el modelaje y los canjes, pero no descuida su faceta solidaria.
El campeón del reality visitó La casita de Belén, una “institución que rescata a niños en situación vulnerable para brindarles educación, albergue, y adecuada nutrición”, según reza la descripción de la organización en Instagram.
“¡Hoy tuvimos la visita de un gran amigo!”, escribió la ONG de Salta junto a una foto de Marcos posando con los chicos del albergue, quienes reciben alimentación y apoyo escolar gracias al apoyo económico de los donantes.
En la segunda historia compartida por La casita de Belén en la red social de la camarita se lo puede ver al salteño jugando al fútbol junto a los jóvenes, quienes lo recibieron con alegría y agradecieron su visita. “¡Gracias por tu generosidad y el tiempo compartido!”, expresó la organización, etiquetando a Ginocchio.
Marcos habló del hogar de niños dentro de la casa de “Gran Hermano”
Durante una charla con Camila Lattanzio en el patio de la casa, Marcos recordó las tareas solidarias que hacía en el hogar de niños antes de entrar al reality. “Yo hacía voluntariado en la ‘Casita de Belén’ de Salta”, comentó en esa oportunidad.
Luego, añadió: “Eran una casita de unos chiquitos que son huérfanos. Nos veían una cuadra antes y empezaban a gritar”.
Marcos Ginocchio volvió a Salta y se llevó una sorpresa al reencontrarse con Morita: es “mamá” de dos gatitos
Marcos Ginocchio volvió a Salta luego de cumplir con varios compromisos laborales en Uruguay y hacer una breve parada por Buenos Aires. Lo primero que hizo al llegar a su hogar fue dejar las valijas para fundirse en un abrazo con Morita, que lo sorprendió mostrándole los dos nuevos integrantes del clan: dos gatos albinos bebés.
Fue Valentina Ginocchio la que días atrás decidió adoptar a estos animalitos, que no tardaron en encariñarse con la cachorra de Gran Hermano, a quien le usurparon su lujosa cama de $22 mil. La perra los aceptó con mucha alegría y parece su mamá: los cuida, limpia, juega y no se despega de ellos más que para subirse encima de su papá humano, que se enamoró de ella en el reality.
Morita está muy feliz con la vida que lleva en el norte argentino. Tiene un amplio jardín en el que corre con Cleo, el gato más grande de la familia, y además recibe una atención de lujo en una peluquería canina de la zona. También simpatiza con los caballos, pero más le gusta estar a upa de Marcos.
Funte: TN