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Hígado graso: esta es la enfermedad silenciosa que puede desencadenar en cáncer

El hígado es el órgano más grande del cuerpo; si no funciona correctamente, no puede procesar por completo las grasas y comienza a acumularlas, provocando la aparición de la enfermedad conocida como hígado graso.
Sabado, 01 de julio de 2023 14:09
El hígado es el órgano más grande del cuerpo; si no funciona correctamente, no puede procesar por completo las grasas y comienza a acumularlas.

El hígado es uno de los órganos más importantes del cuerpo humano. Entre sus múltiples funciones, destaca la metabolización de las grasas durante la digestión de los alimentos en el organismo y la eliminación de toxinas. Por ello, es necesario prestar atención a las enfermedades hepáticas tales como el hígado graso.

Cuando el hígado no funciona correctamente, no puede procesar por completo las grasas y comienza a acumularlas, dando como resultado el hígado graso o esteatosis.

El hígado graso es una enfermedad  hepática caracterizada por la acumulación de ácidos grasos y triglicéridos en las células hepáticas. Se dice que es una enfermedad silenciosa, ya que suele ser asintomática; por otra parte, sin un diagnóstico oportuno puede derivar en cirrosis o cáncer de hígado.

Causas del hígado graso

A la hora de hablar de las causas del hígado graso, cabe destacar que no se conocen exactamente. Sin embargo, como bien señala la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, sí se conocen algunos factores de riesgo:

  • Sobrepeso.
  • Diabetes
  • Colesterol alto.
  • Triglicéridos altos.
  • Hipertensión arterial.
  • Dieta no saludable.
  • Pérdida de peso excesivamente rápida.
  • Enfermedades intestinales.

La edad también se considera un factor de riesgo: las personas de mediana edad o mayores tienen un riesgo más alto de padecer esta enfermedad .

Tratamientos con ciertos medicamentos como los corticoides y algunas medicinas contra el cáncer.

A la hora de hablar de las causas del hígado graso, cabe destacar que no se conocen exactamente. Sin embargo, como bien señala la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, sí se conocen algunos factores de riesgo.

Cuando hablamos de la enfermedad por hígado graso, distinguimos dos tipos principales:

  • Enfermedad de hígado graso alcohólico.
  • Enfermedad de hígado graso por alcohol.
  • Hígado graso no alcohólico.

La North American Society for Pediatric Gastroenterology, Hepatology and Nutrition explica que esta enfermedad sucede cuando el hígado no puede metabolizar de manera correcta las grasas, provocando que se almacenen en los tejidos. Como su nombre indica, este tipo de hígado graso no está causado por el consumo de alcohol. Se subdivide, a su vez, en dos tipos:

Hígado graso simple: en este tipo, hay grasa en el hígado pero poca o ninguna inflamación o daño en las células de este órgano. Generalmente, este tipo no causa daño o complicaciones en el hígado.

Esteatosis hepática no alcohólica: en este caso, sí existe inflamación y daños en las células hepáticas. Esta inflamación y daño pueden causar fibrosis o cicatrización del hígado.

Hígado graso alcohólico

Tal y como su nombre indica, este tipo de hígado graso está causado por un alto consumo de alcohol. Una de las tareas de este órgano es descomponer el alcohol ingerido para así eliminarlo del organismo.

Sin embargo, citando nuevamente a la Enciclopedia Médica Americana, el proceso de descomposición genera sustancias que podrían dañar las células del hígado, provocar inflamación y debilitar las defensas naturales del cuerpo. Por eso, cuanto más alcohol se consumiese, más daño se provocaría en el hígado.

El hígado graso alcohólico supone la etapa más temprana de la hepatopatía alcohólica y puede desembocar en la hepatitis alcohólica y la cirrosis, una enfermedad que causa un daño hepático irreversible.

Síntomas del hígado graso

Además de desconocerse las causas del hígado graso, a menudo esta enfermedad cursa de manera asintomática, es decir, no presenta síntomas, según datos del National Institute of Diabetes and Digestive and Kidney Diseases. Sin embargo, entre los síntomas habituales del hígado graso se encuentran:

  • Dolor en la parte superior derecha del abdomen.
  • Malestar general.
  • Cansancio y fatiga crónica.
  • Sensación de pesadez.
  • Ictericia, aunque de manera menos habitual.

Diagnóstico

Debido a que a menudo se trata de una enfermedad asintomática, no es fácil diagnosticar el hígado graso. El American College of Gastroenterology sugiere que, en general, se sospecha de la presencia de esta enfermedad si la persona obtiene resultados anormales en pruebas realizadas por otras razones. Algunas de las pruebas empleadas para detectar el hígado graso son:

Análisis de sangrepara evaluar los niveles de transaminasas y bilirrubina.

Ecografíaspara determinar el brillo del hígado: a más brillo, más dañado esta.

Biopsias hepáticas: son necesarias para saber el grado de padecimiento en el que se encuentra el hígado.

¿Puede el hígado graso derivar en cáncer?

El Journal of Hepatology presentó en el año 2019 un estudio sobre la incidencia de cáncer en personas que habían padecido previamente de hígado graso. En dicha investigación, se comparó la relación entre obesidad y cáncer e hígado graso y cáncer.

Se estudiaron a 4.722 personas con hígado graso no alcohólico y 14.441 individuos sin la patología. Tras un seguimiento de 8 años, se encontraron 2.224 cánceres y la presencia de hígado graso se asoció con un 90% más de riesgo de malignidad.

De hecho, los resultados fueron llamativos: el hígado graso no alcohólico se relacionó con un mayor riesgo de cáncer, principalmente de tipo gastrointestinal, incluso por encima de la asociación entre obesidad y cáncer.

Recomendaciones habituales

A día de hoy, no existen tratamientos que reviertan el daño causado al hígado ni eliminen la presencia de grasa dentro del mismo. Algunas investigaciones señalan que perder peso podría ayudar a reducir la grasa; sin embargo, no existen resultados fehacientes al respecto.

En líneas generales, las recomendaciones del médico son perder peso, modificar la alimentación de ser necesario para adquirir hábitos saludables y realizar ejercicio regular.

Por otra parte, el médico evaluará la necesidad o no de eliminar el consumo de medicamentos ya que algunos pueden incidir y empeorar esta enfermedad.

En conclusión, la enfermedad del hígado graso puede prevenirse si se mantienen hábitos de vida sanos que incluyan una alimentación equilibrada y ejercicio. Por supuesto, la consulta regular al médico es esencial para detectar esta patología y recibir el tratamiento adecuado.

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