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"Creemos que el crédito que toman los jubilados y pensionados es para viajar, para comprar un electrodoméstico, arreglar la casa. Por eso, este esfuerzo es para empujar la economía, a los trabajadores y a la Argentina", remarcó, eufórica, la titular del Anses, Fernanda Raverta, al presentar el martes el programa de préstamos hasta 400 mil pesos de ese organismo.
Esa es la versión o la intención oficial del polémico crédito, que tiene todos los condimentos de una medida proselitista. Pero, ¿conviene pedirlo? Si se utiliza para lo que aspira Raverta puede ser un arma de doble filo. Con cuotas mensuales que parten de los casi 16 mil pesos, que es lo que se debería pagar para un préstamo de $400.000 en 48 cuotas, para un jubilado que cobra la mínima de $71 mil (que son la mayoría del sistema previsional) sería una carga confiscatoria.
La otra opción es invertir ese crédito, que es lo que recomendó el economista salteño Lucas Dapena.
"A los jubilados les digo que tomen el préstamo y que lo pongan en un plazo fijo. Con eso solo ya ganan dinero. Entonces saquen los 400 mil pesos y ponganlo en un plazo fijo a 30 días y a medida que va venciendo los 30 días van pagando la cuota del préstamo que les da la Anses", señaló el especialista de la Fundación Mediterránea en una entrevista que brindó ayer a Radio Salta.
La lógica va de la mano con el relativo bajo interés que tiene el crédito para los jubilados, con una tasa fija del 29% anual. Mientras que el interés anual que pagan los bancos por un plazo fijo está en la actualidad al 97% anual.
"Al jubilado le conviene financieramente. Ahora vamos a la otra parte, a esto lo pagamos todos los argentinos. Es un plan platita dirigido a un sector de la sociedad y esa diferencia entre las tasas la pagamos entre todos. Siempre hay que recordar que en la economía nada es gratis, siempre hay alguien que paga todo, ya sea con los impuestos o con la inflación, que también nos pega a todos", explicó Dapena.
Si bien la inversión en un plazo fijo es claramente redituable para un crédito con interés tan bajo, la tasa que pagan los bancos por esos depósitos igual va a pérdida con la inflación, que se calcula en alrededor de un 150% para este año.
Dapena también dudo sobre las expectativas del Gobierno nacional de que la inyección de dinero que supone el programa del Anses mejore el consumo interno.
"La intención del Gobierno es ganar las elecciones. Eso es lo que quieren hacer, de ahí en más que ellos digan que lo que quieren hacer es potenciar el consumo, ya son elucubraciones de ellos. Ahora, dado que se da esa situación, si yo fuese jubilado lo que haría es sacar el préstamo y ponerlo en un plazo fijo. Lamentablemente llegamos a este nivel de cinismo", señaló el economista.
Coincidió con el panorama el presidente de la Asociación de Jubilados de Salta, Aldo García.
"Yo no sé si con este préstamo los jubilados resolveremos nuestros problemas. Lo que necesitamos es más salud, no créditos", dijo el representante de este sector de la población en diálogo con la misma radio.
"Resulta ser que los que han aportado toda su vida, se jubilaron como correspondía no tienen el incremento en sus sueldos que realmente corresponde. Lo que nosotros solicitamos es que de acuerdo a la inflación nos aumenten los sueldos", se quejó García. Ayer, la Anses oficializó el monto de la línea de crédito para jubilados y pensionados, que tiene un tope $400.000 a cancelarse en 24, 36, o 48 cuotas a una tasa subsidiada del 29%.