A principios de junio la escritora española, nacida en Sevilla, Marina Perezagua fue anunciada como la ganadora de la cuarta edición del Premio Internacional de relatos Hammam al Ándalus. La premiación se celebró en el marco de las actividades de la Feria del libro de Madrid.
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A principios de junio la escritora española, nacida en Sevilla, Marina Perezagua fue anunciada como la ganadora de la cuarta edición del Premio Internacional de relatos Hammam al Ándalus. La premiación se celebró en el marco de las actividades de la Feria del libro de Madrid.
Marina Perezagua, quien colabora habitualmente en el diario El País (España); es licenciada en Historia del Arte por la Universidad de Sevilla y se doctoró en Filología en Estados Unidos. Actualmente vive en Nueva York, donde imparte clases en la New York University. Es autora de varios libros. Los dos más recientes son; "Nana de las medusas" (poesía) y "Seis formas de morir en Texas" (novela).
El relato que le dio la oportunidad de ganar los cuatro mil euros que entrega el Premio Internacional de relatos Hammam al Ándalus, se llama "Crudito". Escrito en primera persona, el texto aborda, desde la voz de una madre, el nacimiento de un hijo a las veintiséis semanas -al borde de la viabilidad- a la que una mujer es "obligada" a parir debido a una afección que pone en riesgo ambas vidas, o al menos una de ellas.
El apuro con el que algunas madres ingresan al quirófano en vistas de salvar a su prole, sin saber aún si pueden salvar su propia vida, suele ser consecuencia de la preeclampsia "un trastorno hipertensivo que puede ocurrir durante el embarazo y el posparto y que tiene repercusiones tanto en la madre como el feto. A nivel mundial, la preeclampsia y otros trastornos hipertensivos del embarazo son una de las principales causas de enfermedad y muerte materna y neonatal". (*)
La valoración de este tipo de historias en una premiación que va tejiendo trayectoria es interesante, ya que pone el foco en temas que por medio de la literatura trascienden el espacio de lo cotidiano, habilitando el diálogo y la palabra. Celebrando la difusión de escrituras que no solo son de una pluma delicada al decir, sino que visibilizan, muestran, dan a conocer historias que describen una realidad que, si bien puede ser desconocida por gran parte de la población, las estadísticas dan cuenta de que es más común de lo que se quisiera: "La preeclampsia es una de las principales causas de morbimortalidad materna y perinatal mundial; aún sigue siendo responsable de 200.000 muertes maternas por año en el mundo, y se asocia con un aumento de 20 veces en la mortalidad perinatal". (**)
¿Para qué sirve contar?
¿Para qué sirve escribir sobre temas que rozan la intimidad? ¿Para qué alguien lea? ¿Para que a ese alguien que necesita leer esa historia le llegue sin más preámbulos?
¿Escribir para dar cuenta? ¿Escribir para trascender? ¿Escribir para desbocar y contar? ¿Escribir para comunicar?
¿Cuáles son los temas importantes de la literatura? ¿Sobre qué escribir?
El relato ganador, ameno, estremecedor, sensible, recorre:
* La propia maternidad, esperando cada día ver al pequeño de seiscientos gramos en una caja de cristal crecer, terminar de formarse: "Los bebés que nacen antes de la semana 28 son considerados bebés microprematuros y tienen alguna posibilidad de poder llegar a sobrevivir fuera del vientre materno durante unos minutos, unas horas o, en el mejor de los casos según el deseo de la mayoría de los padres, pueden continuar gestándose durante meses en una incubadora, sobre las sábanas del terror a graves secuelas. (***)
* La maternidad de otra mujer, su compañera de cuarto: "No habla, no llora, no emite ni un ruidito. No come. Esta mañana escuché que el médico le decía tienes pocas posibilidades de parir a un hijo vivo en el futuro. Se lo dice como si un hijo vivo pudiera suplantar al muerto. Se lo dice como si a ella no se le hubiera olvidado lo que es la vida o el futuro". (***)
* Las maternidades ajenas y juzgadas con cristales de diferentes colores, mediante el análisis de un caso mediático que la protagonista del relato sigue en los días de internación: "Puesto que todo el mundo creía, como su madre aseguraba, que Gypsy Rose tenía una edad mental de siete años, nadie nunca tomó en cuenta sus opiniones o peticiones de ayuda. Desamparada por sus médicos, familia, amigos, y por todo un sistema de servicios sociales de menores, Gypsy Rose no encontró otra manera de liberarse y terminar con una vida de secuestro y maltrato que acabar con la vida de su madre. En la cárcel se sintió libre. En la cárcel empezó a recuperar peso. En la cárcel pudo caminar y comer como casi todo el mundo, por la boca. La sonda gástrica le fue retirada para siempre. Su madre se había inventado todas sus enfermedades como una forma de control, y ella, desde pequeña, había aprendido a creerlas". (***)
* Y cómo no su propia experiencia como hija y el nuevo cristal que la maternidad propia le coloca frente sus ojos para hablar/ decir/ debatirse sobre la relación con su madre: "Cuando mi hijo se precipitó en su llegada, mi madre, incapaz de hacer frente a los cuidados ajenos, se apartó de nosotros, como esas gatas que rechazan a los cachorros enfermos. Estamos vivos gracias a la ciencia de nuestro siglo, a estos cables y tubos que nos agarran a la vida, o, en el caso de mi hijo, lo intentan. Con su huida, mi madre se convirtió en una arteria que se me descolgó del corazón, y las últimas gotas de su sangre se escapan de mi cuerpo por el extremo de esa arteria, como la boca de una manguera que va perdiendo fuerza". (***)
El jurado destacó la crudeza y la sensibilidad con que se trató el tema, celebrando que la literatura sea un espacio para el debate actual sobre la maternidad.
Escuchar y ser escuchada
Este año, en uno de los encuentros que coordino, donde se comparten lecturas y se invita a escribir, una de las participantes contó una situación personal que tocó las fibras de cada una de las presentes. También contó el detrás de escena: éramos entre las pocas que conocíamos esta historia, porque no a todos podía contarla. Agradecí la oportunidad de ser escuchada y elegirnos como público sincero y sin juzgamiento. Agradeció ella también no sentir el dedo acusador, las opiniones apresuradas. Dijo también que la primera vez que se descubrió en esa situación fue a raíz de haber escuchado a alguien que le puso nombre a esa vivencia y que coincidía exactamente con lo que ella estaba viviendo.
Así, escuchando, leyendo, es como nos llegan historias y relatos, que, en algunas oportunidades, nos sacan dudas, nos crean dudas, permiten que reafirmemos o cuestionemos. Podríamos decir que, en ciertas ocasiones, nos avisan, nos alertan, nos habilitan.
(*) Definición de preeclampsia según la Organización Panamericana de la Salud.
(**) Guía para el diagnóstico y tratamiento de la hipertensión en el embarazo. Sitio web del Ministerio de Salud de la Nación.
(***) Crudito. Se puede leer completo en el sitio web del Premio Internacional de relatos Hammam al Ándalus.